Nicaragua: a la oposición se le acabó la gente
Managua, 3 diciembre.Fracaso en la convocatoria para la movilización contra el supuesto “fraude electoral”. Para Montealegre, el golpe en Honduras fue legítimo y el gobierno de Ortega es de facto.
Después de transcurrido casi un mes de las elecciones nacionales (6-11), diferentes organizaciones sociales y políticas de Nicaragua se movilizaron este sábado 3 de diciembre por las calles de la capital, para protestar contra el supuesto fraude electoral que le habría arrebatado la victoria al candidato de la opositora Alianza Pli, el octogenario empresario radial (radiofónico) Fabio Gadea Mantilla.
La actividad había sido anunciada como la expresión “del clamor del pueblo ante un fraude de proporciones inauditas”. Sin embargo, la escasa convocatoria – alrededor de unas 3 mil personas – mostró una vez más la fragilidad del discurso de una oposición que aún no ha presentado una sola prueba de lo que presuntamente ha ocurrido y la poca credibilidad que estos sectores gozan a nivel nacional.
La movilización se desarrolló sin mayores problemas, aunque hubo momentos de tensión con efectivos de la policía, cuando jóvenes encapuchados asaltaron rótulos y construcciones que llevaban los logos y lemas del gobierno.
Según los datos oficiales divulgados por el CSE (Consejo Supremo Electoral), en las elecciones del 6 de noviembre el actual presidente Daniel Ortega y la Alianza Unida Nicaragua Triunfa, encabezada por el gobernante FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), obtuvieron más del 62 por ciento de los votos, alcanzando la mayoría calificada en el Parlamento nicaragüense.
En segundo lugar, con el 31 por ciento de las preferencias, resultó la Alianza Pli. Su fórmula presidencial -Fabio Gadea Mantilla y el disidente sandinista Edmundo Jarquín- rechazó los resultados, denunciando un masivo fraude y pidiendo nuevas elecciones.
Pese a que las dos principales misiones de observación -OEA (Organización de Estados Americanos) y UE (Unión Europea)- denunciaron varias irregularidades y anomalías y sugirieron una reforma profunda del sistema y la legislación electoral así como un cambio de los magistrados que integran el CSE, en ningún momento cuestionaron los resultados oficiales y la victoria del FSLN.
Asimismo, la casi totalidad de las naciones que integran la OEA reconocieron y felicitaron al presidente Daniel Ortega por su reelección, hecho que fue desconocido por los opositores.
“Estamos invocando la Carta Democrática de la OEA contra este gobierno que destruye la democracia, pero las naciones no se mueven porque tienen miedo. Hay una Alba (Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América) ahí jugando y no se atreven, como que le tienen horror a Chávez”, afirmó Fabio Gadea Mantilla.
Según su compañero de formula, Edmundo Jarquín, si bien en los informes de las delegaciones de observación internacional no se menciona la palabra fraude, “es obvio que ha ocurrido una alteración de la voluntad popular”. Contrariamente a lo que dijo Gadea, Jarquín declaró estar satisfecho por el nivel de criticidad que hay en la comunidad internacional, “porque anticipa que este no es un capítulo cerrado”.
Actualmente, a nivel internacional sólo los sectores de la derecha estadounidense más recalcitrante están presionando a la administración Obama y la comunidad internacional para que desconozcan los resultados de los pasados comicios electorales nicaragüenses.
Mundo patas pa'rriba
Para el ex banquero Eduardo Montealegre, quien se perfila como el principal líder de la oposición liberal, después del derrumbe del ex presidente Arnoldo Alemán y su partido en las últimas elecciones, el hecho de que aún no hayan presentado pruebas del supuesto fraude se debe a la dificultad misma de hacerlo.
“En 2008 pudimos probar el robo porque teníamos las actas (de escrutinio). Hoy en día se aseguraron de no volver a cometer el mismo error y tenemos solamente el 71 por ciento de las actas”, afirmó a la LINyM, sin explicar porqué aún no se han presentado públicamente.
Tampoco pudo explicar la evidente contradicción que existe entre su desconocimiento del resultado electoral y el de las nuevas autoridades que asumirán el próximo 10 de enero y el hecho de haber sido el primer político a nivel mundial, junto con la congresista anticastrista Ileana Ros-Lehtinen, que reconoció el gobierno golpista y de facto de Roberto Micheletti en Honduras, así como el fraudulento proceso electoral que llevó a Porfirio Lobo a la presidencia de la República hondureña.
“Fuimos a Honduras a apoyar lo que estaba enmarcado en la Constitución. Para nosostros no fue un golpe, sino un cambio a través de lo que establecía la Constitución. Mientras, es aquí en Nicaragua, que vamos a tener un gobierno de facto”, concluyó.
Ningún gobierno ni organismo multilateral a nivel mundial reconoció la legitimidad del gobierno de Roberto Micheletti. A raíz del golpe, Honduras quedó totalmente aislada a nivel internacional por más de dos años. Ningún organismo internacional aceptó enviar delegaciones de observación electoral durante los fraudulentos comicios que se realizaron en noviembre de 2009, durante los cuales sólo el 30 por ciento de la población depositó su voto.
