Níger: miles de migrantes rechazados de Argelia varados en el desierto
Por Agencia Mp3. LQSomos.
Miles de migrantes, rechazados por Argelia y abandonados en el desierto del norte de Níger, están varados en Assamaka en condiciones de extrema inseguridad, sin acceso a atención médica, protección, cobijo y necesidades básicas. Así lo denuncia Médicos Sin Fronteras (MSF), que pide a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) protección inmediata para estas personas.
Entre el 11 de enero y el 3 de marzo, 4.677 migrantes llegaron a pie a Assamaka, ciudad del norte de Níger, en la región de Agadez, tras ser rechazados por Argelia y quedar varados en el desierto. Menos del 15% consiguieron refugio o protección a su llegada.
El Centro de Salud Integrado (CSI) de Assamaka, apoyado por MSF, está saturado, ya que miles de migrantes buscan refugio en sus instalaciones. La situación es preocupante”, afirma Schemssa Kimana, responsable de proyectos de MSF en Agadez, “el centro de salud que apoyamos en Assamaka está abarrotado. La mayoría de las personas recién llegadas a la ciudad se han instalado en el complejo sanitario porque no hay espacio en el centro de tránsito.”
La gente duerme en todos los rincones del centro, algunos han instalado tiendas improvisadas en la entrada o en el patio, otros han acampado frente a la sala de maternidad, en el tejado o en la zona de desechos. Las temperaturas en Assamaka pueden alcanzar los 48 grados centígrados, lo que lleva a la gente a refugiarse del calor dondequiera que lo encuentren. Algunos duermen en zonas insalubres, como los desagües, arriesgándose a contraer enfermedades e infecciones cutáneas.
Los equipos de MSF sobre el terreno hablan de una situación terrible sin precedentes, una verdadera emergencia causada por las insostenibles condiciones de vida que estas personas se ven obligadas a soportar.
“Estamos preocupados porque nadie puede decirnos cuándo volveremos a nuestro país”, dijo un niño camerunés a los equipos de MSF. “No sabemos cuándo saldremos de Assamaka. Es como estar en una cárcel al aire libre. Las comidas que recibimos, escasas e insuficientes, contienen más arena que alimentos, lo que nos provoca problemas intestinales y dolores de estómago. Vivimos en el centro de salud, en cobertizos construidos para los pacientes durante Covid. Por la noche, la policía patrulla el pueblo para recoger a los inmigrantes y devolverlos al centro de salud”.
“Se trata de una situación sin precedentes que requiere una respuesta humanitaria urgente por parte de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, zona de procedencia de la mayoría de estas personas”, concluye Jamal Mrrouch, jefe de misión de MSF en Níger. “Como organización médico-humanitaria, es nuestro deber llamar la atención sobre esta grave falta de asistencia y los riesgos para la salud de estas personas, incluidos los niños, que están completamente abandonados en el desierto de Assamaka en condiciones de extrema inseguridad.”
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