No es sorprendente que las filtraciones del Pentágono afirmen que el Sur Global está multi-alineado
Por Andrew Korybko*.
Traducido para LoQueSomos por Selodi Gasan Adie.
El último informe del Washington Post sobre las filtraciones del Pentágono demuestra que hoy en día existen límites muy reales a la influencia de Estados Unidos sobre el Sur Global, lo que desacredita la expectativa de que pueda obligar a todos los países a ponerse de su lado frente a Rusia y China.
Sea como fuere, la situación estratégica tampoco es tan grave como se temía, ya que Estados Unidos sigue teniendo una influencia considerable en Pakistán y Brasil para compensar su influencia comparativamente menor en las repúblicas de Asia Central y su falta total de influencia en India.
Geopolítica contemporánea
El Washington Post (WaPo) publicó el sábado su último informe sobre las filtraciones del Pentágono bajo el título “Países clave se mantienen al margen del pulso de EEUU con Rusia y China, según filtraciones”. Ningún observador serio debería sorprenderse, sin embargo, de que Estados del Sur Global como Paquistán, India, las Repúblicas de Asia Central (RAC) y Brasil estén multi-alineándose en la Nueva Guerra Fría en lugar de ponerse decididamente del lado de Estados Unidos. Este artículo criticará la información del WaPo sobre las políticas de esos países y compartirá también algunas ideas concisas sobre ellos.
Paquistán
Empezando por Paquistán, siempre fue una quimera para EEUU esperar que este país se distanciara significativamente de China, ya que sus perspectivas económicas futuras dependen en gran medida del comercio y la inversión con la República Popular. Su decisión de abstenerse en las resoluciones antirrusas de la Asamblea General de las Naciones Unidas puede entenderse en este sentido, ya que ponerse del lado de Estados Unidos en esta cuestión global habría provocado las sospechas de China sobre las grandes intenciones estratégicas del régimen golpista posmoderno en la Nueva Guerra Fría.
A pesar de que la política exterior oficial de Paquistán no ha cambiado desde el cambio de régimen apoyado por Estados Unidos pero superficialmente “democrático” contra Imran Khan hace un año, Washington ha conseguido desbaratar la trayectoria geoestratégica de ruptura de ese Estado del sur de Asia. Las crisis en cascada que siguieron a su destitución paralizaron a Paquistán precisamente en el momento en que necesitaba centrarse en ser pionero en su lugar en el orden mundial emergente en medio de la transición sistémica global acelerada sin precedentes hacia la multipolaridad.
Teniendo esto en cuenta, puede concluirse que EEUU obtuvo un gran rendimiento de su inversión en aquel acontecimiento, ya que la llamada “Doctrina Wolfowitz” se aplicó sin problemas. Ese concepto predica la necesidad de que EEUU frustre de forma proactiva el ascenso de cualquier país que pueda suponer una amenaza potencial para sus intereses regionales, lo que se cumplió indiscutiblemente en el caso de Paquistán, ya que es posible que nunca pueda recuperar el impulso multipolar perdido tras perderlo en el último año histórico.
India
La difícil situación geoestratégica de Pakistán contrasta fuertemente con el rápido ascenso de India como Gran Potencia de importancia mundial durante el mismo periodo. Su pragmática política de neutralidad de principios en la dimensión ruso-estadounidense de la Nueva Guerra Fría cosechó grandes dividendos estratégicos al permitir a Delhi situarse perfectamente entre esos dos protagonistas de la transición sistémica mundial. El ejemplo de India inspiró a otros Estados del Sur Global a seguir su ejemplo, otorgándole así una influencia única dentro de este grupo de países.
La afirmación de las filtraciones del Pentágono de que el consejero de Seguridad Nacional Doval dijo a su homólogo ruso que Delhi no se opondría a Moscú en los foros multilaterales se corresponde con la política antes mencionada. Ponerse del lado de EEUU contra Rusia en estos eventos, especialmente en los del G20 que acoge este año, habría catalizado una reacción en cadena que habría culminado en la subordinación de India a EE.UU. como su mayor Estado apoderado y, por tanto, en el abandono de su política de alineación múltiple que ha inspirado a todo el Sur Global.
Aunque WaPo presentó esta política de forma escéptica frente a los intereses de Estados Unidos, también es cierto que India sigue estando muy cerca de Estados Unidos a pesar de su negativa a cumplir sus exigencias de suma cero contra Rusia. Ambos comparten intereses a la hora de gestionar el ascenso de China, pero, sin embargo, incluso esa importante coincidencia entre ellos no significa que India sea aliada de Estados Unidos contra la República Popular ni que tenga ningún interés en integrar sus fuerzas con las de la OTAN como están haciendo sus socios de la Cuadrilateral.
Las Repúblicas de Asia Central
Dando crédito a quien lo merece, las filtraciones del Pentágono daban en el clavo sobre los cálculos estratégicos de las RAC en la Nueva Guerra Fría en cuanto a su descarado oportunismo. De hecho, están “deseosos de trabajar con quien ofrezca los resultados más inmediatos, que por ahora es China”, con el fin de reducir lo que sus dirigentes perciben como su supuesta dependencia de Rusia. Estas motivaciones crean aperturas para Estados Unidos que incomodan a Moscú, que teme la invasión militar de Estados Unidos en la región.
Con estas preocupaciones en mente, el ministro de Defensa ruso, Shoigu, declaró la semana pasada en Delhi a sus homólogos de la OCS que su país está “aumentando la preparación para el combate de sus bases en Kirguistán y Tayikistán en medio de los intentos de Estados Unidos y sus aliados de restablecer su presencia militar en Asia Central”. Es evidente que el Kremlin está al tanto de los complots regionales del Pentágono y quiere desbaratarlos proactivamente, incluidos los no convencionales relativos al apoyo de Estados Unidos a diversos grupos terroristas de la zona.
Ninguna RAC aceptaría jamás acoger al ETIM o al ISIS, por ejemplo, pero algunas como Tayikistán, miembro de la OTSC, y Uzbekistán, recién alineada con Rusia, podrían verse tentadas por las creativas propuestas de cooperación de Estados Unidos para ampliar sus relaciones con sus fuerzas armadas. Dicho esto, sus crecientes lazos económicos con China podrían disuadirles de hacerlo si Pekín se sintiera tan incómodo con este escenario como lo está actualmente Moscú debido a que el deterioro de sus lazos con Washington le hace temer el cerco estadounidense.
Brasil
La última parte del informe de WaPo sobre las filtraciones del Pentágono que merece la pena criticar se refiere a la política exterior del presidente brasileño Lula y, en particular, a su propuesta del llamado “club de la paz” para mediar en la guerra por poderes entre la OTAN y Rusia en Ucrania. Como ya se analizó en su momento, “La aprobación de Rusia de la retórica pacifista de Lula no es sorprendente”, ya que el hecho de que culpe parcialmente a Occidente de este conflicto -aunque lo haga de forma poco sincera- va en contra de los intereses de poder blando de este último.
Aun así, este recién reelegido y ya tres veces líder del país más grande de América Latina sigue alineado políticamente con Estados Unidos contra Rusia en el conflicto de mayor importancia geoestratégica desde la Segunda Guerra Mundial, como demuestra la postura oficial de su gobierno hacia esa guerra por poderes que se documentó aquí. El principal asesor de política exterior de Lula también confirmó la evaluación anterior en una larga entrevista, a la que siguió la declaración de su jefe de que no visitará Rusia a menos que reanude las conversaciones de paz con Kiev.
Estos tres análisis aquí, aquí y aquí detallan la gran estrategia de Lula, que puede simplificarse como su deseo de desdolarizarse con China simultáneamente con el proselitismo del “wokeísmo” en todo el mundo a través de la red de influencia global que supuestamente propuso crear con los demócratas estadounidenses durante su viaje a DC. Las relaciones con Rusia se consideran prescindibles si se requieren sacrificios unilaterales para conservar la confianza de sus aliados ideológicos, de ahí que Estados Unidos no deba hacer demasiadas interpretaciones de la superficial retórica pacifista de Lula.
Reflexiones finales
Como demuestra el último informe de WaPo sobre las filtraciones del Pentágono, hoy en día existen límites muy reales a la influencia de Estados Unidos sobre el Sur Global, lo que desacredita la expectativa de que pueda obligar a todos los países a ponerse de su lado frente a Rusia y China. Sea como fuere, la situación estratégica tampoco es tan grave como se temía, ya que Estados Unidos sigue teniendo una influencia considerable en Pakistán y Brasil para compensar su influencia comparativamente menor en las RAC y su falta total de influencia en India.
– Traducido para LoQueSomos por Selodi Gasan Adie
– Nota original: It’s Not Surprising That The Pentagon Leaks Claimed That The Global South Is Multi-Aligning
* Andrew Korybko es un analista político estadounidense con sede en Moscú que se especializa en la relación entre la estrategia de EEUU en Afro-Eurasia, la visión global de China One Belt One Road de la conectividad New Silk Road y Hybrid Warfare. Este artículo se publicó originalmente en el boletín de noticias de Andrew Korybko.
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