No es una democracia
Un estado que deniega la recuperación de los huesos a las familias de la víctimas del franquismo no es una democracia.
Los crímenes de lesa humanidad están catalogados en un Estatuto de la Corte Penal Internacional desde julio de 1998, donde se establecen diferentes tipos de actos inhumanos graves cuando reúnan dos requisitos: “la comisión como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque”.
En la España franquista esos ataques generalizados se reprodujeron por todo el territorio, llevándose a cabo un genocidio con casi medio de millón de personas asesinadas y enterradas en fosas comunes, pozos, cunetas, pozos y el frio fondo de muchos ríos, lagos y mares.
La legislación internacional de derechos humanos establece también que el terror generalizado, las violaciones, el robo masivo de niños/as para su venta por la Iglesia Católica y otros mafiosos, curas ladrones, monjas degeneradas, médicos podridos y directores de hospitales y orfanatos con las manos manchadas de sangre, además de la sustracción generalizada de las propiedades de los derrotados. Todos estos actos delictivos y criminales de extrema gravedad entran también en estos delitos de lesa humanidad, que jamás podrán prescribir pasen los años que pasen.
Curiosamente en las últimas sentencias sobre exhumación de fosas comunes que he tenido la tristeza de comprobar, incluso con una en Las Palmas GC que afecta a mi abuelo paterno fusilado por la mafia franquista, se observa cómo cada resolución judicial es un calco chapucero de copia y pega de la otra, sea de la parte del estado que sea, en algunas se han equivocado en términos y nombres, desde Galicia a Sevilla, desde Huesca a la Isla de El Hierro. Todas absolutamente todas establecen que los brutales crímenes, torturas, violaciones a mujeres y niñas, robo de propiedades y otras catervas, delitos y gravísimos crímenes ya han prescrito, que no se aprecia delito de detención ilegal, que no se puede hacer nada, que sus huesos se tienen que seguir pudriendo en esos agujeros inmundos por los siglos de los siglos, sin ni siquiera una tumba.
En Canarias se constituyeron poco antes del golpe de estado lo que se llamó “Brigadas del Amanecer”, integrada por algunos curas, terratenientes abusadores y violadores, niños ricos, las “Nuevas Generaciones” exaltadas de la época, enaltecidos fascistas con títulos nobiliarios muy conocidos en las islas, personajes de la llamada alta “suciedad” canaria, que cometieron impunemente miles de crímenes y violaciones de mujeres en cada rincón de Canarias. Esta turba de asquerosos asesinos iba de casa en casa, de madrugada sacando a golpes a lo mejor de nuestro pueblo, para tirarlos en pozos y simas o en la Mar Fea, atados de pies y manos y metidos en un saco.
Toda esta gentuza de brigadistas del crimen no solo no fue encarcelada por este genocidio contra el pueblo canario, sino que en esta supuesta democracia del régimen borbónico, se les ha premiado dándoles carta blanca para hacerse multimillonarios. Ahora son destacados banqueros, famosos constructores, donantes de sobres, explotadores, destructores de la ecología canaria, “gentes de bien”, con sus permanentes pelotazos, siempre amparados por la corrupta casta política cipaya.
Esta semana que empieza unos/as compañeros/as de distintas organizaciones revolucionarias, harán una acción informativa en un lugar todavía sin determinar de las islas, donde seguirán denunciando la vergonzosa complicidad del estado español con los crímenes del franquismo, haciendo llegar a la opinión pública internacional que en Canarias y en el resto del estado hay políticos y otros representantes del estado con las manos manchadas de la sangre de un pueblo exterminado premeditadamente, que son cómplices de los asesinos y que los tapan para que no se sepa quién asesinó a quien, que apellido importante está detrás de aquella desaparición, de aquella violación a cualquiera de las hijas de los represaliados, de aquel robo de niños/as, de aquel tiro en la nuca; que no se sepa NADA, que se tape todo, que no se remueva nada, porque si se destapa no les quedará rubor para tener vergüenza y se sabrá que sus amigos, socios de empresa, secretario del partido y familiares directos, eran unos psicópatas asesinos, unos genocidas enfermos de odio, unos torturadores brutales.
Se sabría todo… Y eso da mucho miedo. El mismo miedo que tratan de infundirnos con sus políticas altamente delictivas contra nuestro pueblo en forma de recortes, privatizaciones, corruptelas permanentes, sobres, estafas, desahucios, desempleo.
Es el mismo fascismo de siempre con rostro de caballeretes y señoronas sobrecogidas.
Llego el momento de que se sepa toda la verdad, tenemos nombres y datos.
No podrán parar esta lucha por la memoria, porque la sangre de nuestros muertos es nuestra fuerza, la misma que durante años de sufrimiento y tristeza ha fraguado nuestros principios a sangre y fuego.
Imagen: cuadro de Pablo Picasso “Masacre en Corea” (1951)