¡No nos vamos a callar!

Por Juan Teixeira*

Es hora de alzar la voz contra esta injusticia y apoyar a aquellos que están siendo injustamente perseguidos. No podemos quedarnos callados mientras las voces que luchan por un futuro sostenible son silenciadas

En una época donde deberíamos estar uniendo fuerzas para luchar contra la mayor amenaza de nuestra era, la crisis climática, resulta escandaloso ver cómo se está librando una guerra, no contra los verdaderos enemigos de nuestro planeta y nuestra estabilidad, sino contra aquellos que valientemente se ponen en primera línea para defenderlo. El movimiento ecologista, que debería ser aplaudido y apoyado por su lucha incansable y su dedicación a un bien mayor, está siendo absurdamente criminalizado y tratado como una amenaza.

Lo que ocurre es una vergüenza y una traición a los valores de justicia y libertad. Ver a la Fiscalía General del Estado etiquetar al ecologismo radical como terrorismo es una distorsión grotesca de la realidad y un insulto a la inteligencia. Estos activistas no son criminales; son ciudadanos preocupados y comprometidos que están tratando de salvar nuestro planeta. No han causado daños personales y sus acciones son movidas por un profundo sentido de responsabilidad hacia el futuro de todos.

En lugar de atacar a estos valientes defensores del medio ambiente, nuestros líderes deberían estar avergonzados por su propia inacción frente a la crisis climática. Es profundamente preocupante y revelador que en lugar de abordar las raíces del problema, eligen sofocar las voces de aquellos que se atreven a hablar. Esta estrategia de intimidación y represión es un claro indicio de que los intereses económicos están siendo priorizados sobre el bienestar del planeta y de sus habitantes.

Es hora de alzar la voz contra esta injusticia y apoyar a aquellos que están siendo injustamente perseguidos. No podemos quedarnos callados mientras las voces que luchan por un futuro sostenible son silenciadas. La acción colectiva y el desafío a estas políticas represivas son más necesarios que nunca. Debemos unirnos y luchar para que se escuche la verdad y para que se tomen las medidas necesarias para enfrentar la crisis climática, en lugar de atacar a quienes tienen la valentía de enfrentarla.