Nueva crisis bancaria: ¿Nos amenaza una reacción en cadena similar a la de 2008?

Nueva crisis bancaria: ¿Nos amenaza una reacción en cadena similar a la de 2008?

Por Dagmar Henn*. LQSomos.
Traducido para LoQueSomos por Simone Vögele.

Recuerdos del caso de Chipre

En el año 2008 la quiebra de Lehman Brothers en EEUU generó una crisis bancaria-financiera extendida mundialmente, una crisis que nunca se resolvió. Pero hoy, en 2023, las tiritas que en 2008 se usaron para tapar las heridas, ya no están disponibles

El modelo que antaño se propuso frente a la crisis en occidente, se ensayó en Chipre.

Desde el inicio era claro que la política de intereses bancarios a toda costa estaba presa en una trampa. De una parte, la inflación empujaba a la subida de intereses (algo que también exigía la geopolítica). Al subir los intereses en EEUU se provocaba fácilmente la bancarrota de los países en desarrollo que se vieron forzados a pedir créditos al FMI. (Incluso la estrategia de trasladar la industria europea a EEUU fuerza la subida de intereses).

Pero los bancos -y sobre todo los de EEUU- tienen problemas con eso, en primer lugar, porque muchos ciudadanos que ingresaron en su banco las ayudas concedidas durante la pandemia comprueban que los intereses que el banco les concede son muy bajos y que sus depósitos decrecen aceleradamente. Sin embargo, los bancos están obligados a mantener una relación equilibrada entre inversión y depósito. Se trata de límites que no pueden sobrepasar: tendrían que vender inversiones…pero no pueden hacerlo.

SVB (Silicon Valley Bank), el banco que cayó el pasado viernes, había invertido sobre todo en “energía verde” que en el fondo constituye un mercado especulativo que depende, fundamentalmente, de subvenciones públicas. Se trata de un negocio que se ha desarrollado mucho menos de lo previsto y que se manifiesta como una burbuja… que ahora revienta.

Hay otro factor que agrava esas situaciones y que ya está haciendo visibles escenas propias de situaciones de Bank Run (retiradas masivas de dinero y “corralitos”). Como consecuencia de la crisis financiera de 2008 los países del G 7 modificaron las reglas de acción ante situaciones similares y se acoplaron al llamado “modelo Chipre”. Un modelo impuesto entonces en Alemania por el ministro de finanzas Wolfgang Schäuble -con la intención de evitar otro Bail out (rescate bancario usando dinero del contribuyente). El resultado (Bail- in) constituye solo un prólogo de un Bank Run.

Durante “la crisis del banco de Chipre”, la UE impuso que quienes tenían depósitos bancarios (quienes tenían allí una cuenta) fueran tratados como “inversores” es decir como poseedores de partes del banco. Se diluyó entonces la garantía de dinero de los clientes y se transformó en “control de capital” por el banco. La nueva situación supuso que los clientes de esos bancos solo podían sacar pequeñas cantidades de dinero. En Chipre inicialmente el tope fue de 300 euros semanales (independientemente de que se tratase de sueldo, cartilla de ahorros o crédito recién concedido para financiar un piso).

Sin embargo, los depósitos del banco en cuestión eran intocables, lo que significaba que el modo de combatir la crisis era financiar los costes con el dinero de los de abajo y no con el de los de arriba.

La reacción ante medidas como esas es muy previsible y así el pasado viernes, se constató: se trataba de sacar dinero pronto antes de que las crecientes dificultades se tradujeran en un Bail-in. Es decir, que la normativa obligatoria impuesta por el G7 a sus miembros aumentaba el riesgo de Bank Run (retiradas masivas de dinero).

Pero las condiciones de hoy son muy diferentes de las vividas en 2008. En aquel tiempo occidente no tenía problemas para “fabricar” dinero porque no había alternativas al patrón dólar. Daban igual las operaciones que hiciera el banco central estadounidense, porque todo el mundo necesitaba dólares.

Hoy en día, aunque el patrón dólar sigue existiendo, su hegemonía está afectada y cada vez hay más países que realizan sus negocios bilaterales con otras monedas. Eso supone que la “fabricación” de dinero en el espació dólar -las fatales consecuencias de ello- ya no pueden redistribuirse tan fácilmente en el resto del mundo y las consecuencias se manifiestan “in situ” es decir: inflación creciente.

La actual inflación desbocada en occidente no es solo resultado del impacto de los “paraguas de rescate”, implementados durante la pandemia y del incremento de los precios de energía, sino producto de la reducción del espacio monetario occidental y eso ha sido una razón importante de la subida de intereses por el Banco Federal de Reservas Estadounidense, que se encuentra en un círculo vicioso del que no es fácil que salga.

No puede predecirse la amplitud de la crisis actual.

Credit Suisse está en dificultades y Unicredit Italiana cayó tan fuerte que hubo que parar el movimiento de bolsa. Aun cuando la relación depósito-inversión de los bancos europeos es más equilibrada que la de EEUU no puede ignorarse la existencia del oculto “sistema bancario en la sombra” y se desconoce el monto de la inversión en derivados (en el caso de Deutsche Bank está en el rango de Billones).

Según informes del Departamento Oficial Regulatorio estadounidense (FDIC) los grandes bancos de EE. UU. han sobrevalorado sus inversiones y tendrían que vender o reducir sus volúmenes de crédito, pero eso es un billete hacia la Recesión y además difícil, porque los interese disparados ponen en grave peligro las hipotecas.

De modo que aun cuando no se produjera de inmediato una reacción en cadena, podría ser provocada por los grandes bancos.

En definitiva, la crisis de 2008 no se resolvió, sino que solo “se congeló” usando diversas medidas y sobre todo recurriendo a la artificial fabricación de dinero. Esa “congelación” podría descongelarse en cualquier momento.

Para concluir. Incluso si SVB (Silicon Valley Bank) solo fuese el detonante de otra crisis financiera, hay que señalar que los cuatro mayores bancos del mundo solo se verían relativamente afectados: esos bancos están nacionalizados y en posesión de un estado que se llama República Popular China.

Traducido para LoQueSomos por Simone Vögele
* Nota original: Neue Bankenkrise: Droht eine Kettenreaktion wie 2008? – Erinnerungen an den Fall Zypern

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