Nuevo rey entre miseria y hambre en España
No imaginé nunca que tras la abdicación del conocido como “mataelefantes” rey Borbón, salieran de debajo de los WC tantos expertos en dinastías monárquicas, comentaristas de la mentira real hablando de protocolo, de herencias consanguíneas y otras estupideces medievales, metiendo a la fuerza en nuestras sufridas y empobrecidas vidas los actos de la coronación del nuevo rey de la miseria, el hambre, el desempleo, los desahucios, las casi 20 muertes diarias por suicidios relacionados con causas económicas en el estado español
Da verdadero asco sintonizar cualquier canal televisivo del régimen, hasta La Sexta, donde aparecen señoronas rubias teñidas peperas entradas en años, meapilas del lameculismo patrio, expertos en polvos y pajas reales, en tapar corruptelas, saqueos, asesinatos y buenos conocedores de las vidas de estos jerarcas, estos malhechores de sangre azul Falange, culpables del hambre de millones de personas desesperadas, de que España esté a la cabeza del hambre infantil en todo el continente europeo.
Los Rubalcabas, Bonos, Aznarez, Aguirres, Botellas, Cospedalas, lanzando proclamas, arengas y alabanzas a un tipo que llegó sin nada en los bolsillos y supuestamente se marcha con más de novecientos millones de euros en la pelleja.
Esto es España no cabe duda, el país donde los corruptos de guante blanco viven como jeques, impunes, sin condena, robando lo que quieran, cobrando en sobres marrones repletos de billetes o privatizando y robando el patrimonio público.
Una realidad de inmensa tristeza que ninguna persona consciente puede tomarse a broma, pasar por alto la pantomima nacional a costa del sufrimiento ciudadano, del empobrecimiento generalizado, del saqueo premeditado de nuestros derechos. La condena a muerte del futuro de varias generaciones para enriquecer a una casta insaciable encabezada por una monarquía que avergüenza al mundo, a quienes siguen creyendo en la democracia y no en sistemas políticos caducos, desautorizados por la historia, que se amparan en la manipulación, en la tergiversación mediática para mantener las vidas opulentas y vergonzosas de una familia real que nadie ha elegido en unas elecciones, que disfruta de una vida multimillonaria mientras millones de personas pasan hambre y miseria.
Si no somos capaces de pararle los pies a la ignominia, a una nueva reestructuración del régimen español, acabaremos con otros cuarenta años de despilfarros, yates de lujo, modelitos última moda, cochazos, fotos familiares en Marivent, vacaciones pagadas en los lugares más caros del planeta, junto a una lluvia de patéticas imágenes que los niños y niñas que pasan hambre contemplan asombrados, mientras sus padres y madres siguen sin tener trabajo, pasando calamidades, con sus neveras vacías en una nueva triste noche sin comida.
