Para con tocino
En los montes Carpetanos
La sierra de Guadarrama
Bebiendo carraspada:
Vino, agua, miel y especias
A mi amada cerril, tosca
Le pregunto:
¿Quién dejó ese surco de amor
En la entrepierna
Haciéndote joroba englandada
Como la encina cargada de bellotas?
Devana amor la centella
Chispa que se desprende
De un clítoris herido
Bajo pelo.
Descontentos y disimulados
Entramos en una embarcación
Muy adentro
De manera que no se nos divise
Desde tierra
Varada en engordadero
Sitio o paraje
Donde se engordan las cerdas
De ocasión y de propósito
En camino carretero estrecho
Como el camino que guía con la vara
El cabestro del caballo
Que lleva al engendro y al parto
En carrillada de arco
O en ballesta
En que está colocada la flecha.
Devana amor la centella
Chispa que se desprende
De un clítoris herido
Bajo pelo.
Qué buena berza, mi amada
Para con tocino, me digo
Ella es como la constelación boreal
Llamada Osa Mayor
Como esa ama de cura
Que atendía a Gil Carrillo
Cardenal arzobispo de Toledo
En el colegio español de Bolonia
Aventurero, de mucho antes
Del plan Bolonia.
Devana amor la centella
Chispa que se desprende
De un clítoris herido
Bajo pelo.
Engolosino a mi amada
Con unas “chuches”
compradas a Romano
Que no pagué diciéndole:
– UHP pagará
Engomándole, ahora, el Sexo
Como al primer baño
Que las abejas dan a las colmenas
Antes de fabricar la cera.
Devana amor la centella
Chispa que se desprende
De un clítoris herido
Bajo pelo.