Pensando en Burgos: Estampas a través de la guerra
Por Redacción
La iniciativa de un grupo de amigos ha rescatado un libro del olvido, y con mucho esfuerzo han reeditado “Pensando en Burgos: Estampas a través de la guerra”, cuyo autor fue Emiliano Córdoba Orejón (1908 – 1964), que nació en Villadiego (Burgos) y murió en el exilio en un pueblo cerca de Perpignan (Francia)
El libro como tal lo descubrieron, después de unas casualidades y circunstancias muy particulares, hace unos cuatro años. Contiene varios relatos ambientados en Burgos y algunos de sus pueblos durante la Segunda República y la Guerra Civil, como Aranda, Miranda, Quisicedo, Melgar, Castrojeriz, Villadiego, La Horra, etc. Inicialmente se publicó en 1938 a través de la Comisaría de Propaganda de la Generalitat de Cataluña. Es una recopilación de relatos que se publicaron en distintos medios socialistas durante la guerra civil.
El libro es una segunda reedición que contiene veintitrés relatos ambientados en Burgos y varios de sus pueblos desde 1931 hasta 1939 y tiene como Carta-Prólogo un escrito de Matilde de la Torre que fue diputada. No nos vamos a encontrar un libro de historia, aunque sus estampas sí parten de hechos reales. Ambientados casi todos en la II República, el final de los mismos, y con una curiosa imaginación, los traslada a la Guerra Civil. El autor crea unos relatos dando voz a las personas intervinientes en el hecho que cuenta y a veces a él mismo. Llama la atención el relato de “Riego en la Huelgas Reales”, donde el Himno de Riego mantiene un dialogo con reyes enterrados en ella; también el titulado “Vida, pasión y muerte” dedicado a un médico rural y que recuerda al estilo del periodista Manuel Chaves Nogales; asimismo en el último relato “La Misa de las Crecidas” ambientado en la Puerta del Sol en Madrid el 19 de julio de 1936 y donde el propio autor del libro se encuentra a sí mismo, estableciendo un diálogo.
En muchos de los relatos y al final contiene elementos de propaganda y de animación a ganar la guerra. Esta es la razón por la que se publica inicialmente a través de la Comisaria de Propaganda de la Generalitat de Cataluña en 1938. El autor cree que ganará la guerra porque los ideales que representa la República tienen más valor, según él, que los del ejército sublevado. Arremete contra el clero, los militares y caciques, resalta que los valores cristianos los defiende el ideario de los republicanos, no así el estamento eclesiástico.
Los temas que trata en los relatos transcienden por los valores que comunican y hacen que este pequeño libro lo conviertan, ambientados en una de las primeras provincias que se adhirió al ejército sublevado, en algo más universal. Ejemplos: Poder cantar un himno que representa a las clases desfavorecidas; realizar actividades en las Casas del Pueblo en Burgos en contraposición a los actos en la Catedral; efectuar procesiones en contraposición a realizar veladas teatrales en Semana Santa; educarse en escuelas de Jesuitas, pagando, en contraposición a las escuelas públicas gratuitas; alojarse los pobres en cuevas en contraposición a las casonas donde viven los ricos; compromisos de figuras públicas como la del médico o la del alcalde.
Al libro inicial se le han añadido algún elemento nuevo. Un apartado dedicado a las víctimas, distinguiendo el número, los motivos y el lugar donde están enterrados los de un bando y otro; un escrito de una sobrina del autor, Ángeles Córdoba Tordesillas, que es un alegato en defensa de la paz; una pequeña biografía del autor que permite conocerle así como se llegó por parte de los editores a descubrir este libro; también encontramos un relato inédito ambientado en su pueblo titulado “Sombras de ultratumba” en el que relata como los “Vencedores” tienen pesadillas y remordimientos sobre lo que hicieron, posteriormente; y finalmente un relato escrito por Ana Barbero Peña en 2006 que tiene la misma estructura que las estampas y que narra las consecuencias para la familia de un marido, padre, abuelo asesinado en 1936 en un pueblo de Burgos, Villadiego, a partir de que se descubrieron en ese año una fosa común cerca de dicho pueblo y que nos ha llamado la atención por lo que transmite y cómo lo hace. A uno le ha trasladado a esos trágicos hechos.
Poder leer unas estampas ambientadas, durante la II República y Guerra Civil, en varios pueblos de Burgos y de su ciudad que se publicaron en 1938 y que ahora tenemos la oportunidad de saber algo más de lo que ocurrió sirve para no olvidarnos de nuestro pasado emocional y social y todo ello gracias a la labor de unas personas desinteresadas y a un autor desconocido, Emiliano Córdoba Orejón, que bien merecía un reconocimiento. Solo por todo esto merece la pena leerlo.
Si vives en Burgos y tienes interés en su lectura, el libro se encuentra en la Biblioteca de Burgos de la calle San Juan y si quieres adquirirlo se encuentra a la venta en la Librería del Espolón, Pº de Espolón, 30, Burgos.
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