Pie de foto: ¡Gracias Emilio!

Por Iñaki Alrui*

Muy aclaratoria la placa colocada en la nefasta escultura de homenaje al sanguinario cuerpo militar de la Legión, erigida por el patrio nacionalista alcalde de Madrid, Martínez Almeida, en pleno Paseo de la Castellana, inaugurada el 8 de noviembre de 2022

Según se explica en un tuit: “En la escultura con la que Martínez Almeida ha blanqueado la historia de la Legión alguien ha colocado una hermosa placa explicando que esa unidad fue fundamental para el triunfo del golpe de Estado de 1936 y el establecimiento de la dictadura. Gracias. Y eso, nada que celebrar”.

La escultura del legionario, según su escultor, es un homenaje al soldado veterano de 1921, justo un año después de la creación de la Legión. La idea de la Fundación del Ejército, que es quien financió la obra a través de 700 colaboraciones que supusieron una recaudación de 50.000 euros, era que se instalara en la plaza de Oriente. Finalmente, el lugar escogido fue el número 80 del paseo de la Castellana, a pocos metros del monumento conmemorativo de la Constitución Española de 1978 y del Cuartel General del Estado Mayor de la Defensa.

En su momento, la instalación de esta escultura fue bastante polémica, y no es para menos. Por ejemplo, la Coordinadora contra el monumento al Legionario, creada para responder a tal fechoría municipal, declaraba en una rueda de prensa en julio de 2021:

“Pocos motivos podían ser más equivocados para conmemorar dicha celebración, pues al escoger un militar de 1921 se está exaltando el cuerpo expedicionario creado expresamente para intervenir en la Guerra Colonial del Rif (1909-1927), uno de los episodios más sangrientos, antidemocráticos y racistas de la Monarquía de Alfonso XIII y la Dictadura de Miguel Primo de Rivera. En ese conflicto, la Legión fue responsable de terribles crímenes de guerra y contra la humanidad en el antiguo protectorado español del norte de Marruecos: genocidios en retaguardia, violaciones sistemáticas a mujeres, uso indiscriminado del gas mostaza y otros gases letales (prohibidos por el Tratado de Versalles) contra la población civil rifeña, asesinato de prisioneros, decapitación y mutilación de sus cuerpos y el uso de sus cabezas y extremidades como trofeos de guerra”.

La Coordinadora siempre ha reclamado que la política monumental y conmemorativa de la ciudad debe ser respetuosa con la Memoria Democrática y los Derechos Humanos, y ser acordada previamente con toda la sociedad madrileña, no asumiendo sin más las donaciones efectuadas por aquellos grupos o estamentos que pueden costearlas. “Mientras otros países europeos, como Italia y Alemania, que también utilizaron fuerzas expedicionarias en su política colonial en África, han reconocido el daño causado a las poblaciones africanas y han pedido perdón, no puede tolerarse que la política de memoria del Ayuntamiento de Madrid exalte el odio, la violencia extrema, el racismo y el supremacismo inherentes a las guerras coloniales. Por el contrario, debería resaltar la defensa de la Memoria Democrática y de los Derechos Humanos, y debe ser resueltamente antifascista”.

Como era de esperar, el Ayuntamiento hizo caso omiso a las peticiones ciudadanas, ¡faltaría más! Y plantó la escultura.
Un año y tres meses después, un ciudadano anónimo ha tenido el detalle de pegar una placa muy aclaratoria, tanto sobre el lamentable papel de la Legión como sobre los auténticos motivos que movieron a la alcaldía a erigir este monumento. ¡Gracias Emilio!

En la escultura con la que Martínez Almeida ha blanqueado la historia de la Legión alguien ha colocado una hermosa placa explicando que esa unidad fue fundamental para el triunfo del golpe de Estado de 1936 y el establecimiento de la dictadura. Gracias. Y eso, nada que celebrar. pic.twitter.com/EP92er4gGo

— Memoria_ARMH (@ARMH_Memoria) February 2, 2024