Poemas de “Culla” dos
Un Querube
Un querube recién abortado
Poético de querubín
Uno de los espíritus celestes
Del primer coito angélico
Ha caído en Quersoneso de Coscojo
Península ibérica
Entre agallas que crían
La coscoja hoja seca
De la carrasca o encina
Entre ciertas cuentas de euro
Ensartadas en preferentes
Neonatos de banca
Que llevan el frenillo
A la escoba de barrer para adentro
Sobre asientos sin respaldo
Hechos con queso o tabla
Que usan los sastres
Para planchar y sentar costuras
Preguntándose:
¿Sobre dónde ha caído?
El aborto de querube ha caído
Sobre el alto relieve de Agustín de Querol
“San Francisco curando leprosos”
Medalla de honor en Munich
Quien sacando la lengua de gato
Nos ha dicho:
“¡Ca¡ ¡Quiá¡
El aborto como el neonato
En quid pro quo
Son los dos un quídam
En quiligna o guacal
Para guardar legumbres”.
Sesostris
Me siento como Sesostris
El más célebre de los reyes de Egipto
Recorro las piezas caseras
O de putiferio
Para encontrar el cepo
Y acuñar el sexo a martillo
Sueño con hembras de Etiopía
Judea, Asiria, Media,
Bactriana y las regiones del Cáucaso
Quiero cubrir de esperma
El suelo de Egipto
Como Diodoro Sículo y Manethon
Me siento un rey
Con la vara delgada, larga, limpia
De medir amor por insignia
Y me encanta que me digan
Como a todos los reyes
Que en el mundo ha habido
Que tienen una vara alta
En una parte:
“Este rey es la polla”
Me gusta echar sesquicasquetes
Pues así uncido a una hembra ordinal
Seré uno más la fracción
A que al dicho número se refiere
Como Catón de Utica
Hermano uterino de Servilia
Mujer de Junio Bruto
Y madre de Marco Junio Bruto
El que mató a César
En razón de tres a dos
Pues inspiró, devanándose el sexo
En sesquimodo, en modio y medio
Equivalente a dos celemines
Una pasión ardiente a César
El cual consideraba a Marco Junio, mofletudo
Como su propio hijo
Entre mirto y arrayanes
Estando orgulloso del miembro arquitectónico
Que sobresale del muro
Y que sostiene o simula
Sostener una ménsula, cornisa, etcétera
Que por eso le llamaba “mi Modillón”
“Mi Castanita”, piedra arcillosa
Que para él no era más
Que una inflexión de la modurria
O bobería del César
Quien para él, Marco Junio
No era más que un animal carnicero
Del tamaño de la comadreja
Como enseñaba Francisco de Vargas Mejía
Colegial mayor de San Ildefonso
En la Universidad de Alcalá de Henares
Que asistió como embajador
Al concilio Tridentino.
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