Por qué los medios de comunicación se enfrentan a un ajuste de cuentas
Por Gerald Heinrichs*
Nadie había oído hablar de jason@Bitcoin4Freedom, pero publicó un editorial en X sobre las elecciones estadounidenses y, hasta la fecha, ese artículo ha recibido más de 114 millones de visitas
Este es solo uno de los innumerables eventos de este tipo en los que una persona común crea un ensayo, video o meme que tiene un impacto público gigante, incluso empequeñeciendo a los medios de comunicación. En 2024, los ciudadanos de a pie logran esta hazaña periodística en las redes sociales todos los días. Es «¡Noticias del pueblo, para el pueblo!», según Elon Musk.
El poder de comunicación de X es asombroso. Los políticos y celebridades de hoy hacen sus anuncios en las redes sociales con poca o ninguna necesidad de convocar una conferencia de prensa a la antigua.
Además, las redes sociales, y X en particular, albergan un amplio intercambio de ideas junto con críticas libres. Una competición en vivo en la que un extraño espíritu de verdad decide quién es el campeón. Musk llama a este proceso una «voz acumulativa».
En comparación con esto, muchos medios antiguos se han convertido en una zona muerta. Por ejemplo, en temas candentes como la acción climática y la política de género, se limita a una conversación estrecha, a veces llamada la Ventana de Overton. Es un lugar donde las cuestiones espinosas están prohibidas, si no completamente ignoradas.
La mayoría de los medios de comunicación existentes no pueden satisfacer mentes sedientas o inquisitivas, por lo que la gente busca un lugar mejor. Esto explica por qué Joe Rogan y Tucker Carlson tienen una audiencia masiva que los medios convencionales nunca verán. Esto explica por qué, en los últimos meses, X se ha convertido en la aplicación de noticias número 1 en Gran Bretaña, Alemania y Canadá. La mitad de la población actual obtiene al menos algunas de sus noticias de las redes sociales porque, entre otras cosas, los medios corporativos son muy deficientes en pensamiento.
Los medios de comunicación convencionales también han perdido su capacidad de ofrecer noticias de última hora modernas. Acontecimientos dramáticos repentinos como el tiroteo en el mitin de Trump y el ataque iraní a Israel tuvieron una cobertura instantánea minuto a minuto en X. Los medios convencionales estaban horas atrasados, y simplemente podían repetir lo que los lectores de X ya sabían. Se podría decir que X es para los grandes medios lo que Amazon es para Sears.
El declive ha sido severo. En Estados Unidos, 3.000 periódicos han cerrado desde 2005 y los ingresos publicitarios cayeron de 49.000 millones de dólares a 10.000 millones de dólares en 2022. La canadiense Nordstar (que publica el Toronto Star) cerró muchos periódicos en 2023 y recortó más de 600 puestos de trabajo. También en 2023, Corus o Global News despidieron al 25 por ciento de su personal y en los últimos meses el valor de sus acciones ha disminuido drásticamente.
Mientras tanto, con 1.200 millones de dólares anuales de los contribuyentes, CBC sólo puede reunir al 2,1 por ciento de los espectadores en horario estelar. O como dice la Federación Canadiense de Contribuyentes, el 97,9 por ciento de los canadienses no están mirando. Las cadenas de televisión como CNN y CTV News están luchando por el grupo de 67 a 71 años, una audiencia que se reduce cada hora.
En octubre, el Washington Post declaró: «Los estadounidenses no confían en los medios de comunicación». Algunos dijeron que se trataba de una revelación radical, pero para muchos eran noticias viejas. Una encuesta de Gallup ya mostró que solo el 7 por ciento de los estadounidenses tiene «mucha» confianza en los periódicos, la televisión y la radio, mientras que el 39 por ciento no tiene «ninguna confianza»
Podría decirse que el 5 de noviembre fue un día de ajuste de cuentas para los medios de comunicación. Más que derrotados, muchos medios fueron humillados por una brigada de redes sociales armada con memes sobre ardillas y camiones de basura. Musk tuiteó: «X ganó. ¡Los grandes medios de comunicación perdieron!».
Como el cuento de Humpty Dumpty, ha habido una gran caída. Y nada puede volver a armarlo.
* Gerald B. Heinrichs, es abogado en Regina, Saskatchewan, Canada.
– Nota original: Why Media Are Facing a Reckoning. Versión en castellano vía Prensa Bolivariana.
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