Por un desarrollo arrollador de nuestra industria textil
Ayer recibí una llamada telefónica a la hora de comer. Se trataba de responder a una encuesta sobre determinada iniciativa para crear puestos de trabajo.
Me preguntaron: ¿Cree usted que la sentencia exculpatoria del elegante Francisco Camps, ex-presidente de la Generalitat Valenciana, puede favorecer a la industria textil española?
Sí, desde luego, me permití opinar, regalar trajes a medida a los políticos y a medida que van llegando a sus cargos junto al cajón del dinero público, dará sin duda un espectacular impulso a nuestra industria textil y a nuestros talleres de corte y confección. Mi hijo me acaba de encargar que le compre, ya mismo, un libro de autoayuda titulado “Hágase sus trajes y los de sus amigos y no emigre a Alemania”. Mañana mismo se lo envío a Berlín.
Si cada ciudadano que cruza el arco de seguridad de cualquier institución pública llevara un traje cuidadosamente doblado en la cartera para quien corresponda, se acabaría el paro y el FMI nos llenaría de dineros. Siga mi consejo: regale un traje a su político preferido, quizás consiga que cumpla lo que le prometió antes de que le votase.