¿Quién es Mahmoud Khalil, el activista estudiantil palestino que se enfrenta a la deportación de Estados Unidos?

Por Azad Essa*
Mahmoud Khalil, el activista palestino que desempeñó un papel destacado en las protestas estudiantiles de la Universidad de Columbia durante el año pasado, fue detenido el sábado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en su apartamento en la ciudad de Nueva York.
En las horas siguientes, se puso en marcha una maquinaria de desinformación, con la que el gobierno de Trump comenzó a acusarlo de ser partidario del terrorismo y de haber liderado “actividades afines a Hamás, designada como organización terrorista”.
Importantes figuras políticas, desde el presidente estadounidense Donald Trump hasta el secretario de Estado Marco Rubio, se lanzaron contra Khalil, mientras que las cuentas proisraelíes en redes sociales en Estados Unidos aplaudían su arresto.
En un comunicado emitido a principios de esta semana, su equipo legal afirmó que las declaraciones del presidente demuestran que Khalil fue «elegido como ejemplo para reprimir la disidencia totalmente legal, en violación de la Primera Enmienda».
«Aunque mañana o en el futuro el gobierno pueda citar la ley o el proceso, lo hecho, hecho está y es irreversible. El objetivo del gobierno es tan transparente como ilegal, y nuestro papel como abogados de Mahmoud es asegurarnos de que no prevalezca», decía el comunicado enviado a los periodistas el lunes.
Aunque la administración Trump ha tratado de demonizar a Khalil, llamándolo «estudiante extranjero radical pro-Hamás», la comunidad estudiantil de Columbia presenta una imagen completamente diferente del activista.
¿Quién es Mahmoud Khalil?
Khalil nació en 1995 y se crio en Siria, donde su familia vivió como refugiada durante décadas tras su expulsión forzosa de la ciudad de Tiberíades, en Palestina, durante la Nakba de 1948.
Tras el inicio de la guerra en Siria hace más de una década, la familia de Khalil buscó refugio fuera del país, y muchos terminaron en Europa y otras partes de Oriente Medio.
Entre 2018 y 2022, Khalil trabajó en la Oficina para Siria de la embajada británica en Beirut.
Andrew Waller, exdiplomático británico que trabajó en la embajada durante la estancia de Khalil en Beirut, lo describió como «una persona extremadamente amable y concienzuda, que era muy querido por sus colegas de la Oficina para Siria».
Waller desestimó la descripción que Trump hizo de Khalil, calificándola de motivo de difamación.
«No se podía encontrar a nadie que dijera una sola palabra mala sobre él. Era muy bueno en su trabajo», declaró a Middle East Eye, añadiendo que Khalil había pasado por un proceso de selección para obtener el puesto y que estaba autorizado a trabajar en temas delicados para el gobierno británico.
Tras su trabajo en Beirut, en 2022 Khalil fue aceptado en el programa de maestría en administración pública de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, conocida comúnmente por su acrónimo, SIPA.
Mahmoud terminó su carrera en diciembre de 2024 y se espera que se gradúe en mayo de 2025.
En noviembre de 2023, Khalil se casó con una ciudadana estadounidense y obtuvo la residencia permanente en Estados Unidos en 2024.
Cuando Khalil fue detenido el sábado por la noche, su esposa, embarazada de ocho meses, estaba a su lado y la amenazaron con arrestarla también si continuaba protestando por lo que estaba sucediendo.
Según sus abogados, los agentes del ICE, vestidos de civil, lo subieron a un vehículo sin identificación y la dejaron sin información sobre adónde lo llevarían ni cómo llegar hasta él.
No fue hasta el lunes por la mañana que se enteró de que lo habían llevado a un centro del ICE a más de dos mil kilómetros de distancia, en Luisiana.
Intimidación en Columbia
Cuando comenzaron las protestas en la Universidad de Columbia, tras los ataques liderados por Hamás contra el sur de Israel y la posterior guerra en Gaza, Khalil actuó como intermediario entre los estudiantes y la administración universitaria respecto a las demandas del movimiento estudiantil de que la universidad desinvirtiera en las empresas armamentísticas que se beneficiaban de la guerra de Israel contra el asediado enclave.
Khalil no participó personalmente en los campamentos, sino que optó por negociar con la administración y ofrecer orientación a los estudiantes.
Varios colegas y amigos describieron a Khalil como un mentor, un hermano mayor y una figura inspiradora para la comunidad estudiantil.
Dijeron que Khalil sentía que era su responsabilidad hablar abiertamente sobre los derechos de los palestinos bajo la rúbrica del derecho internacional. También fue un firme defensor del trato justo para todos los estudiantes.
«Sencillamente, creo que es un valiente, porque la empatía siempre eclipsó cualquier posible riesgo que pudiera correr», declaró a MEE Maryam Alwan, estudiante de Columbia y amiga de Khalil.
«Tenía una visa de estudiante cuando se organizó el campamento y aun así se puso ante cada micrófono de forma franca y se reunió con la administración a pesar de todas las amenazas de funcionarios del gobierno que colaboraban con donantes en los chats de WhatsApp», dijo Alwan, refiriéndose a las revelaciones de que varios multimillonarios estadounidenses habían creado un chat grupal privado con funcionarios de la ciudad para influir en la opinión pública durante los primeros seis meses de la guerra de Israel contra Gaza.
El Washington Post informó en ese momento de que entre los miembros del grupo se encontraban Howard Schultz, el entonces director ejecutivo de Starbucks; Michael Dell, el fundador de Dell; así como Joshua Kushner, financiero y hermano del yerno de Trump, Jared Kushner.
Alwan dijo que, a pesar de los esfuerzos periódicos de la administración y los principales medios de comunicación por presentar las protestas como antisemitas, Khalil «siempre estaba frente a una cámara y siempre hablaba de cómo se sentía culpable por no poder hacer más por su pueblo enfrentado a un genocidio».
«No soporto imaginarlo así ahora, sin sentirlo tan valiente como siempre fue. Pero sé que su corazón le haría preocuparse más por la causa que por cualquier otra cosa que le pueda suceder a él», añadió Alwan, de 22 años.
Según amigos y colegas de SIPA, Khalil había sido víctima de acoso e intimidación por parte de estudiantes proisraelíes y sionistas durante meses en el departamento donde estudiaba. Y lo describieron como alguien que manejaba los ataques con paciencia y gracia.
Una estudiante de posgrado de SIPA, que pidió ser identificada solo por su nombre de pila, dijo que lo admiraba por su sensatez en un ambiente de alto estrés.
«Es súper amable, de verdad, como un diplomático consumado; muy bueno para llevarse bien con la gente y ser amigable, súper inteligente».
Otro estudiante de SIPA, que se identifica como judío y pidió no ser identificado por temor a represalias de compañeros proisraelíes, declaró a MEE que Khalil había sufrido repetidamente la difusión de información confidencial en redes sociales, así como comentarios agresivos de compañeros en grupos estudiantiles online.
«Algunos miembros de esta campaña de difusión de información confidencial no solo forman parte de la comunidad de Columbia, sino también de la comunidad de Columbia SIPA.
«Esas eran personas con las que tenía que ir a clase, y en las que él confiaba para sentirse seguro a su alrededor. Eso le creó una situación imposible», añadió el estudiante.
A principios de marzo, Khalil declaró que la universidad había presentado más de una docena de acusaciones en su contra, que implicaban varias publicaciones de redes sociales que no tenían nada que ver con él.
Tras la intervención de su abogado, la universidad incumplió las amenazas de retener su expediente académico y detener su graduación.
En su petición de hábeas corpus, presentada el fin de semana, sus abogados describen a Khalil como víctima de «una profunda campaña de doxing durante más de dos meses relacionada con sus actividades protegidas por la Primera Enmienda en apoyo de los derechos humanos palestinos».
«El acoso fue tan generalizado que Mahmoud envió correos electrónicos a la administración de la Universidad de Columbia solicitando apoyo repetidamente», escribieron los abogados.
Entre quienes intentaron vilipendiarlo continuamente, según Khalil, se incluía Shai Davidai, el profesor de Columbia que lo describió como un «partidario del terrorismo» y sugirió públicamente su deportación.
Tras el arresto de Khalil, Davidai escribió: «La posible deportación de Khalil es consecuencia directa de las decisiones que tomó». Khalil también fue blanco del grupo ultrasionista supremacista judío Betar USA, que afirmó haberlo incluido en su lista de personas a las que había que deportar.

Apoyo masivo
El lunes, miles de personas marcharon por las calles del bajo Manhattan para expresar su rechazo tanto al ataque del gobierno estadounidense contra Khalil como a lo que denominan la colaboración abierta de la Universidad de Columbia con la administración Trump para usar la amenaza de revocar visas de estudiante, o la residencia permanente, como arma para detener las protestas propalestinas contra la guerra de Israel en Gaza, calificada de genocidio por grupos de derechos humanos, organizaciones internacionales y líderes mundiales.
Los manifestantes portaban pancartas y coreaban consignas mientras promotores de organizaciones locales criticaban a Trump y a la Universidad de Columbia por colaborar con él. Decenas de policías se alinearon en las calles mientras los manifestantes se burlaban y los insultaban por trabajar para Trump.
Varios activistas compararon las tácticas represivas con la era del macartismo en la década de 1950 y la lucha por poner fin a la guerra de Vietnam bajo el presidente Richard Nixon, así como con la amenaza de deportación impuesta por la prohibición de viajar a musulmanes de Trump durante su primer mandato.
«Ya hemos pasado por esto antes. De joven, pensaba que el presidente Richard Nixon era el demonio supremo. Y pudimos derrotarlo», declaró Jaime, activista de la ciudad de Nueva York, a MEE.
El miércoles, el caso de Khalil se escuchará en los tribunales por primera vez. Mientras tanto, una petición que comenzó horas después de su detención sigue reuniendo millones de firmas.
Se planean varias acciones más en los próximos días en todo el país, ya que los activistas advierten sobre lo que está en juego si Trump establece un precedente con el caso de Khalil. El lunes, sus abogados emitieron un comunicado indicando que Khalil se encontraba bien de salud y «conmovido por el apoyo extraordinariamente amplio y firme que ha recibido de diversas comunidades que comprenden lo que está en juego».
Es un sentimiento compartido por sus colegas y amigos en Columbia.
«Los estudiantes de la Universidad de Columbia lo apoyamos y no queremos que todo siga igual mientras esté detenido. Seguiremos luchando por él, seguiremos defendiéndolo; lo queremos profundamente. Hay un gran vacío en nuestra comunidad en este momento», dijo el estudiante judío de SIPA.
* Nota original: Who is Mahmoud Khalil, the Palestinian student activist facing deportation from the US?.
Azad Essa es un experimentado reportero de Middle East Eye afincado en el área metropolitana de Nueva York. Sus reportajes y comentarios abarcan desde la política exterior estadounidense y su impacto en las comunidades musulmana y árabe, hasta la India y el nacionalismo hindú. Anteriormente trabajó para Al Jazeera English entre 2010 y 2018, cubriendo el sur y centro de África para la cadena. Es autor de «Hostile Homelands: The New Alliance Between India and Israel» (Pluto Press).
– Traducido por Sinfo Fernández en Voces del Mundo.
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