¿Quién va a gobernar tras el 26- J?
El Financiero de El Garaje. LQSomos. Junio 2016
Usted oirá que sólo hay dos opciones. Y es verdad.
O “gran coalición” con la participación activa del PSOE (o con su abstención, lo que viene a ser lo mismo) o “gobierno de progreso” de Podemos con PSOE. Así que todo parece depender del PSOE.
Nuestros lectores saben que las decisiones estratégicas del PSOE están dictadas por el poder económico. Así que las dos opciones (un verdadero dilema) a quien se le ofrecen es al poder económico (y no tanto a los votantes).
En los últimos días se percibe un interés por su parte en mantener abiertas esas dos opciones. Están esperando al referendum británico del 23 de junio y, sobre todo, si se abre o no una crisis financiera de importancia.
Habrá que verlo. Pero en mi opinión las consecuencias, si hay Brexit, no son imposibles de anticipar. Oirán hablar de bajada de la libra (con repercusiones sobre el turismo), de dificultades para los bancos (pero los bancos están en realidad quebrados; hasta el Presidente del BBVA acaba de afirmar que el negocio bancario está obsoleto y no es rentable. Y tiene razón). Si hay Brexit habrá ajustes del valor de activos como acciones o bonos. Puede que los USA pretendan debilitar la Unión Europea, pero allí hay quien piensa que la debilitan más con los británicos dentro.
Porque eso es lo que está en juego: qué fórmula es la mejor para gestionar lo que se viene encima.
No es seguro que el Brexit fuese utilizado para provocar una tal crisis.
Podría ser entonces o podría ser más tarde, pero es inevitable. Y todo parece señalar al año 2017.
Ellos lo saben. Les gustaría poder gestionarla como han venido haciendo, pero quizás –piensan– tendrían que poner toda la carne en el asador para lograr el mayor control social posible.
Así que, a través de su decisión, presentada como una decisión de los “socialistas”, ya saben lo que nos van a traer las elecciones del 26 de junio.
Va a ganar, por supuesto, el poder económico, y, además, nos van a dar pistas de lo que nos espera. Lo que, naturalmente, es de agradecer.
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