Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona (1936)

Reportaje del  movimiento revolucionario  en  Barcelona  (1936)

Este documental está considerado como el primero rodado durante la Guerra Civil. Su filmación tuvo lugar en las calles de Barcelona entre el 19 y el 24 de julio de 1936 y su producción fue asumida por la recién creada Oficina de Información y Propaganda de la CNT.

Con tomas rodadas por Ricardo Alonso, su dirección y comentarios corrió a cargo del periodista y crítico cinematográfico Mateo Santos, director de la revista Film Popular y que había tenido su debut cinematográfico en 1934 con el documental Estampas de España.

Posteriormente sería delegado del Gabinete de Cine del Consejo de Aragón.

Su tono exaltado y sus duras imágenes impactaron en las clases burguesas de España y Europa y fue utilizado por los facciosos españoles y las fuerzas reaccionarias europeas como contrapropaganda para mostrar el supuesto salvajismo de la República: el Gobierno de la República impotente ante la barbarie roja. La propia identidad del film sufriría todo tipo de distorsiones y fragmentos suyos serán incorporados a películas propagandísticas de los sublevados, como España heroica (1938).



Sin embargo, es un documento histórico de cómo un pueblo se lanza a las calles para defenderse de una rebelión militar que la quiere hundir aún más en la miseria, al tiempo que desata sus odios contra sus cómplices, una iglesia ultrarreaccionaria aliada desde siempre en España con los explotadores. Se trata de un filme cuyo conjunto presenta un discurso coherente que asimila el entusiasmo de la victoria sobre la sublevación fascista y una virulenta toma de posición contra los rebeldes a la normalización y reorganización de la vida cotidiana barcelonesa.



Podemos ver, a continuación, concentraciones para preparar la salida de combatientes hacia el frente de Aragón; desfiles de artillería, autobuses, improvisados medios de transportes de milicianos que son despedidos por una multitud de barceloneses que se apiñan en las calles; la liberación de los presos de la cárcel Modelo. Para terminar, la cámara, instalada sobre un camión, realiza un breve recorrido por la ciudad mostrando edificios desde los que se ha iniciado, bajo el control de los sindicatos obreros, la reorganización y reconstrucción de la normal actividad barcelonesa.



La extendida idea que se tiene de Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona como una obra "furibunda e inaceptable" nace de los fragmentos que aluden a la quema de iglesias y las imágenes que recogen la entrada principal del convento de las Salesas, con sus momias expuestas al público, pese a ser más reveladoras y sugerentes las imágenes que remiten al júbilo de la victoria y al entusiasmo de sentirse protagonistas en la reorganización de la vida cotidiana.



Pese a todo, probablemente sea cierto lo que dijo el historiador y crítico cinematográfico franquista Carlos Fernández Cuenca, creador y primer director (1953-1970) de la Filmoteca Española: "El deplorable espectáculo contribuiría no poco a frenar la ayuda militar de Francia a la República española, que en esas imágenes se quitaba la careta".

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