Rock Bottom: excelente película de animación sobre una fascinante historia de rock
Por Mariano Muniesa
Ya ha pasado con notable éxito por importantes festivales de cine y es una originalísima, libérrima y fantástica versión de momentos clave de la vida de Robert Wyatt, el gran músico de Soft Machine cuya directora y guionista, María Trénor, se ha consagrado con este trabajo como una cineasta con mayúsculas
Un hito en nuestro cine de animación musical
Durante muchos años se ha considerado el cine de animación un género menor en el mundo del audiovisual y con frecuencia asociado casi de manera exclusiva al manga y el anime japonés, lo cual es uno de esos falsos mitos que en el mundo de la cultura ya debería desaparecer. En 2022 dediqué uno de estos ‘Papeles del rock’ precisamente a una cinta ya legendaria de animación que cumplió 40 años en aquel momento: ‘Heavy Metal’ y ahora, tras haber cosechado un éxito espectacular en el Festival de cine de San Sebastián y en el Festival de documentales musicales In-Edit de Barcelona, nos ocupamos de ‘Rock Bottom’, una auténtica obra de arte dirigida por María Trénor, en la que narra, de manera muy libre, original y a contracorriente tanto la historia del álbum ‘Rock Bottom’ de Robert Wyatt que acaba de cumplir 50 años de su edición, así como de su relación con su pareja, Alif. Este trabajo de María Trénor ha servido para que su directora se haya convertido en la primera cineasta española en llegar con su primer largometraje a la sección oficial del Festival de Animación de Annecy.
Robert Wyatt, uno de los músicos más destacados de la escena de Canterbury, a la edad de 28 años se cayó de la ventana del baño de un cuarto piso en Nueva York en 1973 después de ingerir gran cantidad de alcohol. Muy pocos artistas, músicos en particular, pueden recuperarse de un accidente que los deja paralizados de cintura para abajo. Si dicho músico es batería, una habilidad que requiere tanto de las extremidades inferiores como de las superiores, entonces ese batería ya ha terminado su carrera. Sin embargo, Wyatt supo transformar esta traumática experiencia en un punto de inflexión creativo, plasmando sus sensaciones y emociones en un álbum que pasó a la historia, ‘Rock Bottom’. Producido por Nick Mason de Pink Floyd, contó con las colaboraciones de músicos de la categoría de Mike Olfield, Richard Sinclair, el trompetista sudafricano de jazz Mongezi Feza o Laurie Allan, batería de Gong.
La historia de ‘Rock Bottom’ comienza en Venecia, Italia, durante el invierno de 1972. Wyatt estaba pasando tiempo con su entonces novia Alfreda Benge, a quien conoció en el concierto debut de su banda Matching Mole en Londres, en enero de 1972. Alif, como la llamaban cariñosamente, era editora asistente de Nicolas Roeg, quien estaba rodando el thriller psicológico ‘Don’t Look Now’ basado en un libro de Daphne Du Maurier. Benge era buena amiga de Julie Christie, la coprotagonista de la película con quien compartía una villa en el lugar del rodaje y Wyatt se instaló allí con un órgano Riviera con el que comenzó a estructurar ideas para canciones, inspiradas en el agua que rodea Venecia. Allí empezó a tomar forma, aunque muy primigenia, el disco que ha inspirado esta película. El álbum se grabó, tras el accidente de Robert Wyatt, entre febrero y abril de 1974 en los The Manor Studio de Oxfordshire, Inglaterra.
María Trénor se centra en la breve estancia del músico en Mallorca antes del accidente que le dejó paralítico. El metraje comienza con Wyatt, conocido como Bob, entrando en una reunión hippie, donde lamenta la reciente ruptura con su pareja Alif. Mientras Bob se dirige al baño para acostarse con otra mujer, Alif llega al edificio y busca a Bob. Presa del pánico, desnudo y drogado, sale por la ventana y asustado cae desde el estrecho borde, en una dramatización de su accidente. Mientras Bob es trasladado al hospital, estos 20 minutos expositivos conducen a la mayor parte del desarrollo de la trama, que se desenvuelve en un largo flashback durante la compleja y problemática relación de nuestro protagonista con Alif mientras están en Mallorca.
“Si nos quedamos juntos, nos destruiremos mutuamente”, dice Alif, lo que rápidamente se convierte en el tema general de la película. Bob está más preocupado por evadirse de la realidad a través de las drogas mientras que Alif trabaja en una película y comienza a sufrir síndrome de abstinencia. Hay que decir para entender mejor y apreciar en su verdadera dimensión la calidad y el talento que María Trénor ha plasmado en esta cinta, que al igual que sucedió en los 60 y en lo 70 en amplias corrientes del audiovisual, en especial en el cine ambientado en el mundo de la contracultura – ‘Hair’, ‘Easy Rider’, ‘Performance’, etc.- se prioriza el estilo sobre la narrativa. Es decir, la historia tiene varias elipsis, no retrata necesariamente a los protagonistas tal y como eran y el argumento podría criticarse en ese sentido desde un punto de vista meramente técnico, pero donde el guión pierde su coherencia, las imágenes brillan y es en ese ámbito donde ‘Rock Bottom’ adquiere el carácter de gran obra de animación a través de la experimentación con técnicas como por ejemplo, el estilo rotoscopiado, predominantemente en 2D que evoca un estilo de tira cómica de mediados de siglo, incluso al “pop art” satírico de artistas como Roy Lichtenstein. Logra con ello la complicada tarea de hacer que sus escenas rotoscopiadas vívidas y detalladas estallen de energía: parecen sobresalir. En su paleta de colores no se limita al realismo, sino que recurre a neones y tonos vibrantes para que cada momento, incluso en la oscuridad, brille de vida. Las escenas con paisajes de montaña y bajo el agua destacan muchísimo con este estilo, en la que se aprovecha al máximo el potencial de la técnica.
Pero Trénor no se detiene ahí. La cineasta también experimenta con una mezcla de estilos de animación a lo largo de la película para reflejar el estilo de vida dual de Bob y su estado personal de progresivo deterioro. A medida que el dinero de Bob se acaba y su relación con Alif se empieza a quebrar, Trénor mezcla secuencias de pintura stop-motion, ilustración, acuarela y fotografía, a veces con el marco recortado hasta casi elaborar un cuadrado. En lo musical, la historia se completa con diferentes arreglos de canciones de Wyatt complementados con canciones compuestas por José Sepúlveda.
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Excelente trabajo, Mariano. Me encantó tu artículo sobre ‘Rock Bottom’ y su narrativa innovadora. Rock progresivo siempre ha sido interesante, y Wyatt, una figura fundamental en este género, ha contribuido con belleza y profundidad.
Una pregunta que surge es sobre la influencia de este tipo de cine en otros estilos narrativos. ¿Crees que animaciones como ‘Rock Bottom’ pueden cambiar la percepción de la gente sobre este género? Gracias por tu aporte tan enriquecedor.