“Si fuese cierto, me tendría que ir hoy”, Petro niega financiamiento ilegal
Por Camilo Rengifo Marín*.
Es al pueblo al que debo responder, tengan la certeza de que este gobierno se acaba por el mandato popular. No hay nadie que puede terminar con este gobierno sino el pueblo mismo, y el pueblo mismo dio una orden por mayoría en las urnas electorales, nos vamos hasta el año 2026…
Nicolás, el hijo mayor del presidente colombiano Gustavo Petro está detenido y, según la Fiscalía, admitió el ingreso de dineros de forma irregular a la campaña electoral de su padre, hecho que el mandatario desmintió tras asegurar que “han intentado utilizar todas las debilidades y errores para derrotar al primer gobierno popular de nuestra historia”.
Petro se refirió a las revelaciones hechas por su hijo, Nicolás Petro, en medio de sus audiencias en la Fiscalía, en las que supuestamente reveló la entrada de dineros de forma irregular a la campaña presidencial.El presidente fue contundente en rechazar este tipo de actos, manteniéndose en que no tenia conocimiento de la entrada de estos dineros a su campaña.
“Si eso fuese cierto este presidente se tenía que ir el día de hoy porque yo no soy Uribe, no soy santos, no soy Duque, no soy ninguno de los que ha pasado. Yo vengo de otra manera de entender las cosas, pero nosotros venimos de algo diferente, de otra historia, de otra realidad y de otra sensibilidad”, dijo el mandatario, que así respondió a quienes pidieron su renuncia desde el Congreso de la República.
La decisión de Nicolás Petro de colaborar con la Fiscalía en el proceso, y esta primera declaración, ponen a Gustavo Petro en un escenario inédito para un presidente en tiempos modernos. Aunque sus antecesores también estuvieron cuestionados por la financiación de sus campañas, no tenían a su hijo declarando en contra.
Al menos por los próximos seis meses, el proceso avanzará con un fiscal que se ha mostrado adverso al presidente, Francisco Barbosa, quien llegó al cargo propuesto por el ultraderechista Iván Duque, su amigo de la universidad.
No dejar gobernar
Desde hace meses en Colombia se redoblan los embates de la derecha política y mediática contra Petro y su gobierno, justo cuando el que primer presidente progresista de la historia de Colombia intenta avanzar en reformas y nombramientos centrales para cumplir con sus plan de gobierno, con sus promesas electorales.
Petro hablaba de un golpe blando: es la resistencia y sabotaje de un poder oligárquico que se niega a morir y a retirarse del escenario político, tratando de bloquear las nuevas instituciones y los procesos de cambio, usando a los medios de comunicación como punta de lanza.
Ya en enero la Revista Semana, en su despiadada campaña contra el nuevo gobierno, difundió un cuadro golpista, con movidas de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas con reuniones, debates, posturas, estratagemas y propuestas para desestabilizar el gobierno, descontentos con la estrategia de paz total, que logró un cese bilateral del fuego temporal y nacional con varias organizaciones guerrilleras y otras estructuras relacionadas con el paramilitarismo y el narcotráfico.
La política de paz total y la reanudación plena de relaciones con la vecina Venezuela, con la que Colombia comparte 2.200 quilómetros de frontera, son resistidas por la oligarquía (grandes terratenientes y grandes empresarios) y los difusores de sus exigencias, tanto políticos, parlamentarios, militares, empresarios, como medios de comunicación y redes sociales.
No hay que olvidar que la guerra ha servido durante décadas para el enriquecimiento de las principales familias de la oligarquía y de sus empresas. Cuando los gobiernos títeres no alcanzaban a cumplir con sus exigencias, echaban mano a los paramilitares o bandas narcotraficantes que, además, han sido sostén financieros de no pocos políticos de derecha.
El sabotaje contra los planes del gobierno progresista es dirigido desde la Fiscalía General de la Nación, en manos de una reconocida ficha de la ultraderecha uribista, empeñada en poner trabas en la rueda de la paz total.
La Fiscalía incluso se negó a liberar a los integrantes de la Primera Línea – de defensa en las protestas antigubernamentales que repelió los ataques y la violencia por parte del Escuadrón Móvil Antidistubios (Esmad) a finales de 2019 contra manifestantes y protegerlos- encarcelados con montajes judiciales de la Fiscalía, la Policía, el Ejército y los jueces corruptos que siguen las instrucciones de sus financistas.
Luego, la revista Semana señaló que militares vinculados al exgeneral fascista Eduardo Zapateiro y al expresidente Uribe, relacionado con masacres, desfalcos y el exterminio de los líderes sociales y de exmilitantes reincorporados de las Farc, se están reuniendo y organizando redes sociales para masificar el bloqueo del cese al fuego bilateral con acciones ofensivas en los territorios en que hace presencia la resistencia guerrillera.
El caso de Nicolás
Todo saltó por los aires cuando Nicolás empezó una relación sentimental con Laura Ojeda, la amiga de su exesposa , que ahora está embarazada de ocho meses, y «Days» Vázquez amenazó con que «sabía cosas» de la campaña presidencial de Petro.
Según reveló este martes la Fiscalía, Vásquez habría accedido al teléfono de Ojeda e investigado hasta conseguir datos como su actividad laboral, bienes de su propiedad, consultas de procesos en la Fiscalía y registro de llamadas entrantes y salientes entre el 1 de septiembre y el 13 de diciembre de 2022. Y por eso le imputó la violación de datos personales.
Otros implicados son Máximo Noriega, amigo de Nicolás y Daysuris, dirigente del Pacto Histórico, partido de gobierno, en el Atlántico, el departamento caribeño que es escenario de toda esta trama; Armando Benedetti, mano derecha de Petro en la campaña electoral, y embajador en Venezuela quien renunció tras un escándalo con la exjefa de gabinete de Petro, Laura Sarabia; y Ricardo Roa, actual presidente de la estatal Ecopetrol, quien fue gerente de la campaña de Petro.
Según difundió la prensa, Nicolás Petro, le dijo a la Fiscalía que a la campaña de su padre entró plata no reportada del exnarcotraficante Santander Lopesierra y el empresario Alfonso “El Turco” Hilsaca. Nicolás fue capturado el fin de semana junto con su exesposa, Day Vásquez, que fue la primera que lo acusó de recibir plata debajo de la mesa para la campaña y quedarse con ella.
El caso abierto con la declaraciones de Nicolás Petro involucra a personas y empresarios que son la antítesis de lo que simboliza Petro. Uno, “el Hombre Malboro”, un exnarcotraficante con un alias que recuerda las épocas tempranas del negocio de la cocaína, que ahora hace política en Maicao.
Otro, un contratista experto en ganar rentas estatales como Hilsaca, que ha sido investigado por homicidios y vínculos con paramilitares. Y Euclides Torres, contratista que fue uno de los primeros en darle un abrazo de felicitación a Petro cuando ganó.
“Es al pueblo al que debo responder, tengan la certeza de que este gobierno se acaba por el mandato popular. No hay nadie que puede terminar con este gobierno sino el pueblo mismo, y el pueblo mismo dio una orden por mayoría en las urnas electorales, nos vamos hasta el año 2026″, señaló.
Petro decidió responder a la mayor crisis de su gobierno con un acto de plaza pública. “Nadie puede terminar con este gobierno que no sea el pueblo mismo. Y el pueblo dio una orden en las urnas electorales: nos vamos hasta 2026”, dijo el presidente frente a una multitud de campesinos de Sucre y Bolívar que lo vitoreaba.
Petro negó saber de la plata no reportada en la campaña: “Para quienes nos apoyan débilmente o se confunden, para los más fuertes, para los que nos atacan, pierdan cuidado, el presidente de la república jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos el delito. Ni para ganar, ni para financiar campañas”.
Refiriéndose a las ‘cicatrices familiares’ el presidente aseveró que “jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos o hijas el delito, ni para ganar ni para financiar campañas ni para tener el poder. Mis hijos y mis hijas han sido libres”. Y cuestionó varios sectores que no comprenden el sacrificio que implica el ser presidente: “Mi hijo ya verá, lo único que le puedo recomendar es, desde la dignidad, la verdad. No arrodillarse al verdugo, jamás”.
¿Un nuevo escenario?
Colombia se enfrenta a un escenario nuevo, donde la Comisión de Acusaciones es conocida como la “Comisión de Absoluciones”. Pero incluso si no llega hasta la Corte Suprema, el proceso puede debilitar políticamente a Petro: en los chats de Nicolás Petro hay mención a unos cupos que el exministro del Interior, Alfonso Prada, le habría dado, en referencia a puestos burocráticos para sus intereses.
En su alocución, Gustavo Petro también habló sobre la terna que fue presentada para reemplazar a Francisco Barbosa en la Fiscalía General: “La terna que he presentado no es para esconder el delito, soy el primer presidente que le dice a la justicia que juzgue a su hijo, no por que otros hijos no hayan delinquido sino porque todos los presidentes protegían al hijo antes que a la justicia”
El presidente fue contundente en rechazar este tipo de actos, manteniéndose en que no tenia conocimiento de la entrada de estos dineros a su campaña. “Si eso fuese cierto este presidente se tenía que ir el día de hoy porque yo no soy Uribe, no soy Santos, no soy Duque, no soy ninguno de los que ha pasado. Yo vengo de otra manera de entender las cosas, pero nosotros venimos de algo diferente, de otra historia, de otra realidad y de otra sensibilidad”, dijo el primer mandatario.
Petro aseguró que “han intentado utilizar todas las debilidades y errores” para abrir camino y, según él, derrotar “el primer gobierno popular de Colombia”. Así respondió a quienes pidieron su renuncia desde el Congreso de la República.
“Es al pueblo al que debo responder, tengan la certeza de que este gobierno se acaba por el mandato popular. No hay nadie que puede terminar con este gobierno sino el pueblo mismo, y el pueblo mismo dio una orden por mayoría en las urnas electorales, nos vamos hasta el año 2026″, señaló.
Refiriéndose a las ‘cicatrices familiares’ el presidente aseveró que “jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos o hijas el delito, ni para ganar ni para financiar campañas ni para tener el poder. Mis hijos y mis hijas han sido libres”. Y cuestionó varios sectores que no comprenden el sacrificio que implica el ser presidente: “Mi hijo ya verá, lo único que le puedo recomendar es, desde la dignidad, la verdad. No arrodillarse al verdugo, jamás”.
* Economista y docente universitario colombiano, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
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