¿Todavía no habéis visto “El silencio de otros”?
Por Pepe Gutiérrez-Álvarez. LQSomos.
El que escribe era ya la cuarta vez que veía, con la misma emotividad, derivada por una historia con la que ya nació, y sobre la que tendremos que volver…
Este ya clásico documental sobre los horrores del franquismo hasta el final, se ha visto en TV2, se encuentra en diversas plataformas de cine on line, ganó en su momento el Emmy al mejor trabajo, antes lo había hecho con los premio Goya; ya pueden decir los de “P”OX que el cine español “es de extrema izquierda”, aunque en este caso lo único extremo sea la magnitud del horror y la fuerza de la verdad. Además, se ha paseado por ciudades y pueblos aunque todavía es tiempo de llegar hasta el último rincón, y sobre todo de suscitar debate ante una acusación en toda regla que los agradecidos del franquismo no han sabido contrarrestar más que con actos como colocar el nombre de Millán Astray en una calle de Madrid, antes dedicado a una maestra republicana. A nuestra derecha no les importan los sentimientos (Ayuso), al menos no más que el humanismo y la ética.
Tras décadas de silencio, la sociedad española supo que centenares de niños fueron robados antes y durante la dictadura. Pero no sólo eso, el filme abarca torturas, ejecuciones extra judiciales, fosas comunes y todo un proceso judicial internacional, la llamada “Querella argentina”, la misma que va a obligar al capo Martín Villa a declarar ante la jueza a pesar de las maniobras y tentativas de los portavoces del un sistema que nació traicionando las libertades conquistadas con sangre, sudor y lágrimas en las calles, en las fábricas, en los centros de estudios.
El que escribe era ya la cuarta vez que veía, con la misma emotividad, derivada por una historia con la que ya nació, y sobre la que tendremos que volver hasta que a las ranas le crezcan los pelos, tal como la decían a esa mujer que murió a lo largo del rodaje, pero que nunca se rindió a pesar de vivir en un pueblo donde los asesinos de su madre la saludaban con la señal de degüello mientras caminaban para sus misas. Aunque situada en el ayer, en realidad el film trata del futuro de este país. Un país de países, hipotecado por la “nomenclatura” heredada del franquismo, de un sistema que conviene a una minoría, en detrimento de la mayoría (el infame “pacto del olvido” de la Transición), y secuestrado por una inexplicable imposición del silencio, como arma de pacificación masiva.
El valor de este sobrio alegato trasciende su extraordinaria factura cinematográfica en forma de trepidante thriller judicial: un protagonista absoluto (un pueblo que no puede levantar la mirada del suelo porque sabe que la tierra oculta centenares de millones de historias, aún por desvelar) y una intrépida secundaria de lujo, la jueza argentina María Romilda Servini, alrededor de la cual gira una historia que nos lleva a otra. Ya que, aunque el escenario siga ocupado por las fosas ya aparece otra manifestación de la barbarie nacional-católica, la de los “niños robados”, una trama que deja la de la Argentina de Videla en un episodio muy menor.
El Silencio de otros sigue sumando premios, es citada por personas que representan la conciencia de este mundo, y entra en las casas de todos aquellos que no se han enterado que viven bajo el imperio de crímenes de lesa humanidad donde torturadores que avergüenzan la condición humana han sido dignificado con medallas entregadas por personajes como Martín Villa, como todos los que se siguen llenando la boca con cínicas referencias al “Estado de Derecho”.
– El silencio de otros
– Crónica desde un Festival de cine
Síguenos en redes sociales… Facebook: LoQueSomos Twitter: @LQSomos Telegram: LoQueSomosWeb Instagram: LoQueSomos