Todos ppendientes del reo Luis
En los e-mails cruzados entre el plasmado Mariano y el reo Bárcenas se dicen cosas que obedecen a realidades psicodélicas. Una de ellas es instar al ex-tesorero de la peineta a que “sea fuerte” y practique el sano estoicismo predicado por el filósofo cordobés Lucio Anneo Séneca: “Al fin y cabo la vida es resistir y que alguien te ayude”… Pero aguantar mientras otros siguen en el ajo no parece entrar en los planes inmediatos del desilustrado recluso onubense Bárcenas, un epicúreo macarrónico que ahora está obligado a resignarse al estrecho economato de Soto del Real.
“Resistir”, en lenguaje menos etéreo pero más carcelario, se llama “comerse el marrón”. No creo que Bárcenas esté por esa labor. Mucho me temo que a estas alturas penitenciarias todos los peperos estén huyendo de Luis “El cabrón” como de la peste bubónica. El asunto es si éste les deja huir o el tufo liberado por la manta les alcanza…De momento Bárcenas ha pasado a ser “cuestión de Estado”. Todo un país, o lo que sea esto, está pendiente de lo que diga o haga “Luis el cabrón”. Estupefaciente.