Triprincesa y graduada

Triprincesa y graduada

Por Arturo del Villar.

La Casa Irreal está eufórica, porque Leonor de Borbón, la triprincesa de Asturies, Girona y Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera, señora de Balaguer y dama de la Orden del Toisón de Oro ha completado los dos años de estudios de bachillerato en el UWC Atlantic College de Gales, en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El ya considerado histórico día 21 de mayo de 2023 recibió su diploma correspondiente. Para festejarlo la Casa Irreal remitió a los medios de comunicación fotografías de la graduada con el diploma, con sus padres y hermana (los abuelos estaban vetados para evitar comentarios desfavorables), y panorámicas del castillo sede del College.

Sus majestades los reyes católicos nuestros señores no quisieron que su presunta heredera cursara el bachillerato en España, porque en todos los planes de estudios figura la asignatura de Historia de España. En el College de Gales no se tiene en cuenta la evolución de este pobre país que cometió la osadía de organizar una gran armada, apodada Invencible, en tiempos del fanático rey Felipe II, para invadir al Reino Unido protestante y volverlo a la fe de la Iglesia catolicorromana, pero la tentativa terminó en desastre humillante. La Historia de España es una continuada vergüenza que escandaliza a los escolares. Solamente a la dictadura implantada desde 1939 se le ocurrió inventarse un pasado heroico basado en mentiras.

Una dinastía crapulosa

Al no estudiar la historia resulta que la triprincesa ignora el lamentable pasado de la dinastía borbónica, desde su iniciador, el tontiloco Felipe V al que mantenían atado en una habitación de palacio para impedir que se paseara desnudo pegando gritos para susto de los servidores. Tampoco ha aprendido el comportamiento criminal de Fernando VII, apodado el Rey Felón, cobarde y perjuro, especializado en ordenar la muerte de civiles y militares contrarios a su absolutismo. Igualmente desconoce la abominable actitud de su tatarabuela Isabel II, popularmente llamada Isabelona, de la que sus vasallos se hartaron de soportarla y organizaron en 1868 la conocida como Gloriosa Revolución que la expulsó de España con su Corte de los Milagros.

Nadie contará a la triprincesa la repulsiva actitud de Juan de Borbón, que no pudo reinar pese a humillarse asquerosamente ante el dictadorísimo fascista vencedor de la guerra organizada y financiada por el exrey expulsado Alfonso XIII. Ni mucho menos el servilismo demostrado por su abuelo Juan Carlos I ante el mismo dictadorísimo genocida, al que juró lealtad a su persona y fidelidad a sus leyes ilegales, y es el único juramento cumplido por un Borbón, lo que hace que los españoles continuemos todavía en tiempo de posguerra sin libertades, aguardando la oportunidad de organizar una nueva Revolución, que será sin duda Gloriosa, para expulsar por tercera y última vez a la borbonería de España, así como lo ha sido de todos los países en los que alguna vez reinó.

De esta manera los monárquicos dirán que la triprincesa está magníficamente preparada para reinar, como lo afirmaron de su padre, apodado El Preparao. Realmente la realeza se expresa en leer los discursos redactados por los escribas oficiales, firmar reales decretos, presidir actos y desfiles militares, y recibir las cartas credenciales de los embajadores. Eso es capaz de hacerlo cualquier persona, sin más requisito que saber leer y firmar, y ni eso tan elemental siquiera, porque a Juan Carlos I no se le entendía nada de lo que decía, y sin embargo estuvo 39 años en el trono.

Su largo y lamentable reinado tuvo dos únicas atenciones: acumular una inmensa fortuna fraudulentamente, y disfrutar de un incontable harén. Parece ser que conocía las obligaciones de un rey digno, pero prefirió ser un delincuente, aprovechando la prerrogativa constitucional que le hacía ser irresponsable. Su falta de escrúpulos le permitía recomendar una actuación honrada a su hijo, mientras él la conculcaba con descaro y sin vergüenza, hasta ser apodado El Puntero.

Buenos consejos reales

Así se ve en las diez cartas que dirigió a su hijo Felipe cuando era tripríncipe. No es creíble que las escribiera, pero es de suponer que las inspirase. Están publicadas en el libro de José García Abad “El príncipe y el rey”, editado en 2008 no se sabe si por El Siglo (así en sobrecubierta, cubierta y portada interior) o por El Punto Prensa (así en el copyright). En las páginas 413 a 452 se imprimen las cartas reales y teóricamente juancarlistas. Son tan sensatas y están tan llenas de buenos consejos que no puede haberlas escrito el enemigo público número 1 del pueblo español, que hizo exactamente lo contrario de lo que aconseja. En cualquier caso, la triprincesa debiera leerlas y aplicarlas. Por ejemplo, es muy válido lo escrito el 17 de octubre de 1984, que se encentra en la página 422:

“Has de tener todo esto muy presente y subordinar al cumplimiento de las directrices que te doy tus diversiones y tus expansiones. No es que hayas de privarte de ellas, pero sí combinarlas en todos los casos de forma que no constituyan un obstáculo para el cumplimiento de tu misión y para que tu imagen aparezca siempre como digna del aprecio y el respeto de cuantos te tratan, te conocen o están a tu servicio.”

Ahora que la triprincesa ya posee el diploma en bachillerato galés, se anuncia que el próximo 17 de agosto ingresará en la Academia General Militar de Zaragoza, para comenzar la formación castrense que le permita quizá algún día ser la jefa constitucional de las Fuerzas Armadas. Acerca de los estudios de la familia irreal decía Juan Carlos, en nombre propio o por delegación, el 18 de noviembre de 1984, según se lee en la página 425:

“Por eso, aunque tú no vas a seguir en las academias militares los estudios completos y los cursos normales de las mismas, sí es necesario que en el tiempo que permanezcas en ellas aprendas una serie de virtudes y te familiarices con unos principios que inspiran la conducta de las Fuerzas Armadas.”

De manera que el paso del actual rey Felipe por las tres academias militares fue un mero paripé, como lo será ahora el de su hija, como lo ha sido el bachillerato galés. Los borbones son siempre los favoritos de la fortuna, y recogen diplomas y certificados adaptados a su situación irreal. De todos modos, como ellos nunca van a intervenir personalmente en las guerras que se libren durante sus reinados, no hace falta que entiendan de táctica militar. Cuánto nos gustaría ver ahora mismo al rey Felipe combatiendo en Ucrania, para defender lo que asegura en los discursos que le escriben.

– Imagen de portada: Borbones diplomadamente felices. Fotografía © Casa Irreal.

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One thought on “Triprincesa y graduada

  1. Pues sí, curiosamente, la triprincesa sale ayuna del conocimiento cabal de la historia de su país; algo que , admitámoslo mal que nos pese, comparte con la mayoría de sus compatriotas coetáneos, bachilleres y universitarios, esos jóvenes tan alienados y acríticos como “suficientemente preparados”. Y, a 29 de mayo de 2023, esa “casual ” circunstancia pero con orígenes y responsabilidades bien claros, puede explicar bastante el inquietante balance electoral que contribuye, no nos engañemos, a la “democrática” legitimación de la monarquía.

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