Umberto Eco: apocalípticos e integrados en una sinfonía de Mahler

Umberto Eco: apocalípticos e integrados en una sinfonía de Mahler

Por Daniel Alberto Chiarenza*

19 de febrero de 2016: muere el escritor y ensayista italiano Umberto Eco.

La familia del escritor y semiólogo italiano confirmó la noticia de su deceso al diario La Repubblica. El autor de El nombre de la rosa y Número cero, su última novela, en la que criticó al periodismo venal, la mentira y la manipulación de la historia, había nacido en Alessandria, en Piamonte, el 5 de enero de 1932. “Una vez escribí que el intelectual verdadero no es el que habla a favor de su partido, sino en contra de su partido”, dijo el autor de El péndulo de Foucault en una de las últimas entrevistas en su casa de Milán, frente al castillo Sforzesco.

Precisamente, su última obra comienza con la creación -por parte de un empresario italiano (que bien podría ser Silvio Berlusconi)- de “Número cero”, prueba de un ejemplar de un periódico que se publica en 1992. El periódico tiene la necesidad de aparecer, no para informar, sino como herramienta de poder para chantajear a políticos y rivales, crear noticias falsas y complots [Aquí en Argentina tenemos los ejemplos de “Clarín” del empresario Magnetto y de “La Nación” del grupo Saguier, Mitre y, ahora, como multimedio, Mauricio Macri].

En los pasillos y habitaciones de su casa, Eco poseía más de 35.000 libros ordenados temáticamente, acompañados de paredes cubiertas por obras de arte. A los 83 años había abierto sus puertas para hablar acerca de Número cero, que ya había sido editada en 35 países.

Umberto fue uno de los semiólogos e intelectuales europeos contemporáneos de mayor prestigio, Eco tenía en su haber títulos simbólicos y exitosos como las novelas El nombre de la rosa (1982), El péndulo de Foucault (1988) y El cementerio de Praga (2010); y ensayos como El problema estético (1956), El signo (1973), Tratado de la semiótica general (1975) y el famoso Apocalípticos e integrados (1964). Con respecto a esta obra revolucionaria debemos decir, en un brevísimo resumen, que para los apocalípticos la cultura de masas… mata la originalidad creando un gusto medio; genera aprobación sin verificar; manipula a sus públicos de forma inconsciente; provoca emociones prefabricadas; está dominada por las leyes del mercado; promueve un pensamiento superficial hecho de slogans publicitarios; promueve la información en desmedro de la historia auténtica; es chismosa; defiende una visión acrítica y pasiva del mundo; crea mitos y estereotipos; es paternalista; degrada la Cultura y el Arte.

En cambio para los integrados la cultura de masas… no puede ser reducida al fenómeno capitalista, ya que también encarna expresiones populares; permite el acceso a la cultura a categorías sociales antes excluidas; puede servir como agente de formación, a pesar de la abundancia de información; satisface las necesidades de entretenimiento; permite la difusión, a bajo costo, de obras culturales; sensibilizan a las audiencias en relación al mundo, abriendo nuevos escenarios.

La genial jugada de Umberto Eco, en este magistral texto inaugural, consistió en ir más allá de estos maniqueísmos, desplegando una mirada crítica que supo reivindicar los aspectos positivos de la cultura de masas.

Eco aseguró haber escrito su última novela “con ritmo de jazz” [quiso decir con swing, sincopada y no desprovista de agradables improvisaciones] debido a su argumento, mientras consideraba a sus anteriores trabajos literarios como “una sinfonía de Mahler”.
Autor de una obra compuesta por 42 libros de ensayos y siete novelas, se destacan, entre ellos/as, Apocalípticos e integrados y El nombre de la rosa. Eco fue reconocido tanto en el campo de la ficción como en el de la semiología.

Eco fue el paradigma de un modelo de erudición enciclopédica, que se va extinguiendo, lamentablemente o no. “La lectura de los periódicos, como decía Hegel, es la oración de la mañana del hombre moderno. Y yo no consigo tomarme mi café de la mañana si no hojeo el diario; pero es un ritual casi afectivo y religioso, porque lo hojeo mirando los titulares, y por ellos me doy cuenta de que casi todo lo había sabido la noche anterior. Como mucho, me leo un editorial o un artículo de opinión. Esta es la crisis del periodismo contemporáneo. ¡Y de aquí no se sale!”. Esto comentaba Umberto Eco un año antes de morir, cuando se publicó la que sería su última novela: Número cero, la trama de la preparación de “Domani”, un diario que entre abril y junio de 1992 nunca saldrá a la calle, pero que condensa las peores prácticas del periodismo de un modo tan brutal que a veces parece una parodia de cabo a rabo. El gran escritor, filósofo y semiólogo italiano, autor de una voluminosa obra: El nombre de la rosa, vendió 50 millones de ejemplares en el mundo desde su publicación en 1980. La causa de la muerte del eximio semiólogo fue un cáncer que lo había mantenido alejado de la vida pública en los últimos meses.

A pesar de la Segunda Guerra Mundial, de las noches que pasó en los refugios, en un sótano oscuro y húmedo desde donde escuchaba las bombas, tuvo una infancia que, sin embargo, evocaba como agradable, más allá de que, reconocía, podría haber muerto en esos años. La marca de la educación salesiana que recibió se prolongaría en varias de sus novelas. En 1954 se doctoró en Filosofía en la Universidad de Turín con una tesis que versó sobre El problema estético de Santo Tomás de Aquino, ensayo que publicaría dos años después. Ese interés por la filosofía tomista y la cultura medieval se explicitó en su más famosa novela –llevada al cine- ambientada en el siglo XIV que narra la meticulosa investigación que realizan fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Melk en torno de una serie de crímenes que ocurren en una abadía.

*.- Desde Burzaco (Buenos Aires). Daniel Alberto Chiarenza redactó unos 200 fascículos dirigidos por Don Pepe Rosa. Colaboró, desde la apertura democrática en 1983, con publicaciones como NotiLomas, Buenos Aires/17 y Volver a las fuentes. Comunicador de temas históricos en radios locales: FM Ciudades, FMB, AM 1580, FM Sueños. Relator de las Comisiones de Identidad Bonaerense, y otras en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires. Redactor en los periódicos InfoRegión y La Unión. Docente jubilado, regente y director del Instituto Lomas y profesor de Adultos. Es autor de los libros Historia general de la provincia de Buenos Aires (1998); El olvidado de Belém: vida y obra de Ramón Carrillo (2005); Ramón Carrillo: vida y obra del ilustre santiagueño; Historia Popular de Burzaco T. 1 (2009); Santiago del Estero-Belém do Pará. Una vida, un destino: Ramón Carrillo (2010); El Jazz Nacional y Popular (2017). Más artículos del autor

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