Una caballeresca glorieta
“Urganda partió como había venido:
en la gran sierpe”
Amadis de Gaula
En el Casino de Burgos
Paseo del Espolón
Liban la Agerasia
Vejez sin achaques
“Flores y Blancaflor”
Con Juan de Flores
Escritor castellano
Del siglo dieciséis
Natural de Sevilla
Os reís. Lo sé
Todavía con el aroma
De un poema de amor
Sin cerillas:
Epaminondas en Mantinea
Está dando por culo
A Agesilao, rey de Esparta
Mientras un alma fugitiva
Ha percibido un Ageste
O viento gallego
Convirtiéndose en comidilla
De la gente ageustiada
Anestesiada
En el sentido del gusto
Ahí está un viejo
Con pelo de erizo y agina
Aversión a las mujeres
Para él esta una tarde pesada
Pesada como tantas
Sobrepasando los muros
De piedra que escuchan
Lo que anda diciendo:
“ Yo soy Agínico
Que no tengo pistilo
Órgano femenino de la flor
Que contenga el rudimento
De mi semilla
En lechetrezna
“Que yo estoy con los Aginros
Que defienden que el matrimonio
No es un sacramento
Sino un castigo
-“Tú, díjole otro vejestorio
Yo estoy como tú
Mi polla es agina también
Pues carece de órgano
Femenino como el tuyo
Agiorno, en la claridad
Deslumbrante
De una iluminación
Destacaba una señora
Algo congelada de uva
Por la realidad de la Vida
Escuchando a otra amiga
Que hablaba del agiotaje
O especulación abusiva
Hecha con el papel moneda
Y el “¿qué será de nuestros nietos?
Respondiendo la primera:
“O se hunden
O vuelan”
El viejo primero se le acercó
Con una mano metida
En el bolso del pantalón
Muy cercano a la bragueta
Y al oído le decía:
“Agito el manubrio
Y me turba
Lo muevo violentamente
Y me inquieta
Me perturba
Mira, Oriana
Cada vez que te veo
Me da un vuelco el troncho
Y es que te quiero
Hija puta
La mujer estuvo por darle un manotazo
En la jeta
Pero se le fue la mano y le dio
En los dos huevos aglutinados
Pegados uno con otro
¡Qué visión¡
Era como si un poeta
Aquí al lado de la puerta
Hiciera un poema de agnición
Recorriendo los versos
Diamétricos
En calidad de una persona
Con otoño y primavera
Entre las `piernas
O entre el Paternoster
Y la Comunión
Cuando, mira por donde
La vieja tres veces bien se lo hacía
Convirtiendo el Agnusdei
En objeto de amor y devoción
En la cercanía de un cuerpo de viejo
Agobiado e inclinado hacia el suelo
Tanto, que se le veía
La agojía
O canal por donde sale el agua
De las minas
“En rastrojeras y en dehesas
A mí siempre me ha gustado
Joder y follar”, dijo el viejo
A quien conocían por Amadís
Prosiguiendo:
“Yo ya agorroneo
O froto mi potro
Con la sangre de una yegua
Cuya cría ha nacido muerta
Para que me adopte
Como hijo agostero
Religioso que soy
Destinado a coger por Agosto
La limosna de Chichis
Y chirimías
Ay, follar en Agosto
En rastrojeras ¡
“Ahora me siento
Con mi emperador mogol Alkbar
-Así llamo yo a mi picha
Como un virrey del Imperio
Haciéndole una cosa
Que le favorece y hermosea.
Ya lo veis:
“Ahora o allá lo veredes”
Como dijo Agrajes
En el Amadís de Gaula”
Blandió la lanza
Más bien la lancetilla
Espoleó sus nalgas con las manos
Y se colocó en un extremo
Del patio de Jumentas y Asnos
Del Casino
Pidiendo a una camarera
Que venía tambaleada
Por haberse torcido un pie
Un carajito.