Yo no estoy en Guerra (Notas urgentes)

Por Acacio Puig. LQSomos.

1.- La escalada bélica continúa. En Europa, la contestación social y política a la guerra es tardía y limitada. Los grandes medios de comunicación (privados y públicos) ocultan la creciente, aunque lenta, desafección de la ciudadanía que empieza a manifestase en muchos países; pero la censura y la autocensura amordazan e intimidan. Abrir brechas en el pensamiento único decretado es tarea difícil, pero imprescindible.

2.– La ONU, nacida en 1945 con el fundamental objetivo de “preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra” viene demostrando su fracaso desde hace décadas (y desde hace muchas guerras). Hoy, cuando la guerra amenaza con degenerar –además- en el uso de armas atómicas, la incapacidad de la ONU para arbitrar la PAZ es total y su inutilidad evidente. Su Consejo de Seguridad carece de independencia de criterio y de estructura democrática, su Asamblea General, es solo una gigantesca Tertulia. Esta organización de naciones no sirve a los pueblos. Su destino es desaparecer.

3.- La UE es la mera representación de la Europa del Capital, de la Depredación y la Guerra. Su Parlamento es un órgano de discusión, pero no es un auténtico poder legislativo, capaz de dotarse de un ejecutivo elegido por métodos democráticos, su poder judicial es, en definitiva y en los temas de gran envergadura, el Banco Central Europeo. Los pactos entre los partidos hegemónicos -conservadores y socialdemócratas- sostienen un armazón que llaman “democrático”, pero que no lo es. Esta UE no representa los intereses de los pueblos ni de la ciudadanía, su utilidad es nula. Es más que dudoso que con esos mimbres y servidumbres pueda regenerarse.

4.- EEUU ha logrado el objetivo de someter completamente a la clase política hegemónica en la UE. La pandemia Covid fue un ensayo general que permitió medir el impacto del miedo, la obediencia y la sumisión cívica a los intereses de su Big Pharma. La OMS y la Agencia Europea del Medicamento, operaron como míseros propagandistas de consignas prefabricadas y mil veces repetidas por los Big Media con el arrope de los gobiernos europeos de turno. La censura respecto a cualquier posicionamiento crítico, satanizó y eliminó del debate público las diferencias y los datos no convenientes. Ese ensayo general y sus efectos, se está materializando con creces en la actual Propaganda de Guerra, un bombardeo masivo ante el que no es fácil encontrar refugio. Quien disiente del relato dominante es considerado un espía, un enemigo a perseguir y silenciar (lo subrayó, de nuevo, Von der Leyen el pasado 9 de febrero durante la acogida por la UE en Bruselas al gran publicista de la guerra, Zelensky). Una decisión como “estar en guerra” no puede corresponder a los gobiernos, y menos a una UE con tanto déficit democrático. Una gran decisión requiere consulta popular a quienes soportan los gastos de guerra, pueden ser objeto de reclutamiento y son víctimas en la contienda: la democracia avanzada en el siglo XXI, es derecho a Referéndum o es una pantomima.

5.- El dogma-relato Belicista occidental (EEUU-UE) está blindado, aunque ciertamente, aparecen disidencias en crecientes sectores ciudadanos y eso es esperanzador. Sin embargo, ni las corruptelas del gobierno ucraniano, ni su provocador aliento a la guerra total, ni su autoritarismo y crueldad, ni su venta del país al capitalismo occidental, plantean dudas sobre su honestidad a los gobiernos de la UE (con la excepción, a día de hoy, de los de Hungría y Croacia). Sobran análisis sobre esta marcha hacia la hecatombe, pero no agrietan lo suficiente la credibilidad del Gran Hermano y su estrategia de control social y dominio. Ahora sabemos que el sabotaje de Nord Stream fue diseñado por la administración Biden hace mucho tiempo y perpetrado en contexto de un juramento de silencio de los gobiernos de la OTAN. Pero esos atropellos a la justicia no modifican las fidelidades de los gobiernos de la UE al discurso Imperialista.

6.- Lugar común en buena parte de la izquierda internacional es caracterizar la guerra en Ucrania como “guerra interimperialista”, tal y como se acuñó durante el conflicto bélico acaecido en la Primera Guerra Mundial. Pero si bien la transformación del primer capitalismo de libre concurrencia en capitalismo de los monopolios, holdings y su dominio junto al capital financiero permitieron definir “el Imperialismo como la fase superior del capitalismo” (1) no todos los conflictos bélicos actuales entre potencias capitalistas pueden calificarse como “guerra interimperialista”, porque hace falta incluir en la ecuación el objetivo de anexionar por la fuerza (la ampliación del espacio vital que pregonaba Hitler en la Segunda Guerra Mundial) y ese objetivo, no es el de la Federación Rusa.

7.- En la guerra que tiene lugar en el territorio de Ucrania los objetivos del capitalismo occidental son evidentes: la expansión de las fronteras de la OTAN hasta Rusia (ampliando el cerco ya establecido con la integración en la OTAN de las antiguas Democracias Populares), la explotación de recursos agrarios mediante la masiva compra a bajo precio de tierras ucranianas por la Agro Industria internacional y también la explotación de otros recursos: EEUU ya tenía localizados hace años -lo sabemos ahora- ingentes vetas de titanio en el Donbass. Añadamos la incrustación de BlackRocK en el ministerio de economía ucraniano y ya está hecha la primera fotografía. El puzle lo completa la estrategia de debilitamiento-destrucción de la Federación Rusa, y la ofensiva paulatina contra la República Popular China.

8.- Rusia no invadió Ucrania. Defiende su territorio y fronteras de un avance militar otanista (programado desde hace años e intensificado desde 2014 bajo la administración Obama) y defiende la sobrevivencia de la etnia rusa que habita el Donbass. Sus ofensivas militares han sido respuesta a esos objetivos y se han radicalizado por la escalada en financiación y armamento al gobierno ucraniano. El gobierno Zelensky pedía mucho más el pasado 9 de febrero en Bruselas: más tanques “modernos”, más aviones “modernos”, cañones y armamento de largo alcance que completarían nuevos envíos de misiles junto a los Patriot acordados con la administración estadounidense…para defender el modelo libre europeo (decía). La pegunta precisa es: un país capitalista neoliberal y autoritario, como es la Federación Rusa ¿tiene o no tiene derecho a defender su territorio y la etnia rusa reprimida en Ucrania frente a otro bloque capitalista neoliberal? Eso no implica per se objetivos anexionistas de Rusia, ni tampoco amenazas a Europa. “Rusia invadió y tiene objetivos expansionistas” es mera propaganda de países capitalistas neoliberales occidentales (y desde luego autoritarios) inmersos en claro proceso expansionista hacia el este eslavo.

9.- La movilización por una solución pacífica, negociada y justa a la Guerra es urgente como lo es la internacionalización de la lucha por la paz. Los embriones de contestación a la guerra parten de análisis distintos sobre responsabilidades y objetivos de cada parte en conflicto, pero eso no puede ser obstáculo para encontrar espacios de acción conjunta y espacios de debate común y abierto a la gente. Si nuestra fuerza está en la diversidad es momento de dar una lección de democracia de base a los grandes controladores de la “democracia representativa”, abriendo los espacios de discusión desde la pluralidad, para la acción unitaria desde la diversidad, que siempre incluye la polémica.

10.- Las próximas movilizaciones previstas en el estado español serán solo un punto de partida porque la situación es tremenda. Contar con las fuerzas políticas que aquí -el 24 de febrero en las Cortes- se posicionaron contra la guerra (Podemos, IU, ERC, y otros grupos soberanistas) es imprescindible como también lo es contar con el máximo de organizaciones extraparlamentarias políticas, sindicales y sociales antiguerra. De hecho, son estas últimas las que llaman a las movilizaciones de febrero. No podemos permitirnos regatear esfuerzos unitarios y democrático-radicales ante enemigos tan poderosos, enemigos tan irresponsables en su ardor bélico y tan autoritarios como demuestra su imposición de una censura completa que descalifica y persigue disidencias y reprime derechos elementales de información y expresión.

Nota:
1.- El Imperialismo fase superior del Capitalismo (1916)- V.I. Lenin.

* Artista plástico. Militante de la izquierda revolucionaria, represaliado por el franquismo, activista memorialista de la Asociación “En Medio de Abril”. Miembro del Colectivo LoQueSomos
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