Un mundo en una revista gratuita

Un mundo en una revista gratuita

Manuel Zaguirre*. LQS. Enero 2020

Nunca se debe desechar una publicación impresa por humilde que sea. Yo no lo hago; tal vez porque desde que era adolescente el papel impreso de interés estaba prohibido y perseguido y eso me debió provocar una especie de papirodicción de por vida.

El otro día fui a la tintorería a por unas camisas. El muchacho que atiende, muy amable siempre, me regaló una pequeña revista gratuita. En Barcelona muchos barrios las editan y se mantienen con anuncios de comercios y entidades de proximidad. La metí mecánicamente en la bolsa junto a la ropa.

Al llegar a casa le eché un vistazo. Lo primero que me llama la atención es la solera de la revista. Se llama “Para-lel Oh!”, es el número 99 correspondiente a diciembre 2020 y son ya 8 años en la calle. Mucha continuidad estable para una publicación de estas características. Y se abre un mundo de cosas, en dosis muy pequeñas, que me parecen de interés o me implican de alguna manera.

En portada arranca el tema central de esta edición con una foto de un jovial Joan Pera, al que podríamos calificar cariñosamente como El Patriarca, y uno de sus muchos hijos, Roger Pera. Y les dedican dos páginas interiores en una entrevista deliciosa. Para quien no lo sepa, Joan Pera es un emblema histórico y actual de la cultura popular catalana. Lleva medio siglo largo trabajando intensamente en el teatro, sobre todo, en el doblaje cinematográfico, en la televisión, y en el cine en menor medida. Joan Pera trabajó con Joan Capri, otro cómico entrañable de mi infancia y adolescencia que hacía teatro y monólogos en catalán en una época en que esta lengua, también mía, estaba poco menos que proscrita por la dictadura franquista. Pera protagonizó con Paco Morán “La extraña pareja”, que batió records históricos con casi una década en cartel. Pera era más que un cómico popular, con escaso aprecio en algunos círculos de “intelectuales” elitistas, a los que desmintió protagonizando obras como “El avaro” de Molière, con larga estadía en el cartel. Para que no les falte de nada, Joan Pera es la voz en castellano y catalán de Woody Allen, y Roger Pera la de Matt Damon, entre otros. Hoy por hoy, están en cartel y con éxito en el Teatro Condal, el padre, y en el Teatro de El Raval, el hijo. Todo al lado de casa.

Siendo lo anterior muy importante, para mí lo es más que un hijo y hermano de Joan y Roger, Iván, sea un amigo y un compañero socialista muy apreciable. Iván Pera es un activista del PSC, dinámico y muy inclusivo en la agrupación, la federación, el consell, el ayuntamiento de Barcelona. Es la voz que presenta a los líderes y anima en los grandes mítines masivos del Partido. Un buen conversador, versátil, nada dogmático ni arrogante. Un socialista con un punto humanista y libertario que engarza con la impronta catalanista y progresista de su padre.

Hay más. Viene en ese número un artículo muy bonito sobre el 29. Me explico. El 29 era el número de un tranvía de circunvalación que rodeaba Barcelona por las Rondas bordeando la parte más antigua de la misma: El Borne, la Rivera, el Raval … Lo inauguraron en 1876 y lo liquidaron casi un siglo después cuando a algún imbécil se le ocurrió que era más moderno eliminar los tranvías eléctricos -Barcelona tenía una red de ellos tupidísima- y sustituirlos por autobuses de gasoil. El 29 no tenía principio ni final. Te montabas y podías estar sin bajarte cuanto querías. De ahí venía el “das más vueltas que el 29” para referirse a los que tardaban en decidirse o eran aficionados a los circunloquios. Muchas tardes, en vez de ir a la academia me iba a vagabundear por Barcelona; nada más llegar tomaba el 29, me daba un garbeíto e incluso echaba una siestecilla acomodado en él antes de enfilar para el cine o los futbolines, o el despacho de aquel abogado fascista, del que fui pasante una temporada, que me pagaba 260 euros al mes por 40 horas de trabajo, el muy cabrón. Alguna mañana, si el trabajo acababa pronto y bien, mi padre y yo nos dábamos una vuelta en el 29 y luego compartíamos una caña de cerveza con una bolsa de patatas fritas en la Plaza Real o en el Arco del Triunfo. En fin.

Y sigue. Viene un artículo sobre los esfuerzos que se están haciendo para evitar que se muera definitivamente el Arnau, otro emblema del Paralelo, ubicado enfrente del mítico El Molino y junto a la fuentecita-monumento a una de nuestras cupletistas más insignes: Raquel Meller. El Arnau nació como “teatro de varietés” hace más de un siglo. Fue uno de los locales preferidos de las clases populares barcelonesas y sitio transgresor y de mala nota por excelencia. Destino preferido también de los milicianos y milicianas que en nuestra guerra contra el fascismo volvían de permiso a Barcelona procedentes de los frentes del Ebro o de Aragón. Fue cuartel de las milicias del POUM en aquella etapa; el Partido Obrero de Unificación Marxista , que fundó el catalán Andreu Nín, y que fue literalmente aniquilado, bajo acusación de troskysmo, por los estalinistas del PSUC y el PCE. Tras la guerra, el Arnau fue teatro picante dentro de lo que le cabía a la censura, cine licencioso a oscuras, teatro otra vez … Está cerrado desde 1999. Hay que reflotar el Arnau como sea. Si El Liceo, templo de la burguesía, al que yo he ido alguna vez, se reconstruyó tras tres incendios, el Arnau, templo de las clases populares, merece vivir y prosperar.

Este número de la revistita es un pozo sin fondo. Alcanza para informarnos de que un Conde Borrell II, nieto de Wifredo el Peludo, fue un gran diplomático en su relación con los francos y con los moros, hace apenas 11 siglos. O de que Francesc Cambó, un prohombre del Renacimiento catalán, promovió una exposición sobre la importancia de la luz eléctrica, pero el estallido de la Iª Guerra Mundial la abortó. Pero, como no hay mal que por bien no venga, la exposición que no fue se reflotó con éxito para la Exposición Universal de Barcelona de 1929. Toma ya.

El número siguiente de la revista inagotable, el 100, promete también. El tema central es un recordatorio-homenaje a la gran Maty Mont, vedette de revista y mito erótico del Paralelo en la Barcelona de los 40 y los 50, combativa resistente contra la censura y el moralismo nacional-católico dominante, y escultural señora como acreditan algunas fotos liviana de ropa. Pero, bueno, tal vez en otra ocasión.

* ExSecretario General USO. Afiliado al PSC.

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One thought on “Un mundo en una revista gratuita

  1. El teatro Arnau está frente a la sala Apolo, no El Molino.
    Cuando existía el tranvía *29* no existían los euros.
    Lo de la *impronta catalanista* de un amigo del psc… será por la postura socialista en la aplicación del 155?

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