2013 Rozavillon
Que los hombres erran dos o más veces, esto es verdad. Hemos ido a ver a la vidente “Cuesca” a preguntarle sobre el 2013 y nos ha dicho que la crisis es una dama que sale a pescar por el campo en un coche, sola, en busca de un cochinero montañés, y por algún conocimiento, se entrará con él en el coche, y, hablando de la situación, dirá a él: -Este será un año en que los más comerán a expensas de los menos. Los políticos, tropezándose o hiriéndose un pie con otro, ronzarán el mismo discurso, haciendo ese ruido congresual que se forma con los dientes roznando. Que el jefe de la tribu portará el rozón, esa especie de guadaña tosca en mayoría, corta y ancha, montada en un mango largo, que se emplea para rozar árgoma, zarzas, cual animales que cortan con los dientes la hierba en democracia rosilla, mezcla de blanco y tinto.
-Que totalmente, sin excepción, sin consideración alguna, la crisis ruante, que conoce al rey por la moneda, cual pavo representado en el escudo heráldico con la cola abierta, recalará por los poros del cuerpo social, trasluciéndose o susurrándose entre reznos bancarios cual larvas de garrapatas europeas que viven parásitas sobre el caballo, el buey, el carnero y otros animales de la especie del hombre refunfuñando la pieza principal del ajedrez en cierto paso de la antigua danza española, o rey de codornices, ave zancuda como aquel Martín del rey Aurelio, símbolo de una antigüedad muy remota, que había escrito en una ancla pequeña de cuatro uñas y sin cepo, andando de ribera en ribera, buscando las aves y los animales, dándose a la vida vagante y aventurera:” este rey no reza conmigo”.
Calló la vidente por un momento, prosiguiendo:
-Os veo por fiestas y diversiones nocturnas de aldeanos paseando las calles con el sólo objeto de cortejar y obsequiar a las señoras en esta sociedad de rosquilla, que se enrosca con facilidad y al menor peligro, como dijo el lingüista y profesor de lenguas orientales en Burgos J.B.Rossi, rostrado, que remataba en forma semejante al pico del pájaro y así tenía las narices como Catalina de León, una pescadora desnarigada, muy conocida en Cádiz.
