25 años sin Aitor Zabaleta, 25 años de un brutal asesinato

Por Cecilia Remis

Era un 8 de diciembre de 1998, se iba a jugar el partido de vuelta de octavos de la Copa de la UEFA. El sorteo de los octavos de final emparejó a la Real Sociedad con el Atlético de Madrid. Era la primera vez que la Real tenía que enfrentarse con otro equipo de la Liga en competición europea.

La Real Sociedad se desplazo hasta el Vicente Calderón para hacer valer su ventaja de un gol contra el Atlético. Madrid es una ciudad donde los grupos nazi-fascistas son consentidos, y patrocinados por su equipos de futbol, fascistas que desde las gradas insultan y amenazan a los equipos contrarios… pero NO solo desde la grada, los neonazis del grupo ‘Bastión 1903’, una de las secciones del Frente Atlético, salieron el día del partido por los alrededores del estadio ‘de cacería’ en busca de los aficionados vascos.

Los nazi-fascistas alcanzaron a un puñado de ellos saliendo de un bar, al que sorprendentemente les había enviado la recomendación de un policía municipal (¿?), bar que era centro de encuentro de la hinchada fascista. Ahí comenzaron los insultos y las agresiones… Uno de los fascistas, de nombre Ricardo Guerra, asestó una puñalada mortal al donostiarra de 28 años Aitor Zabaleta, le clavó una navaja de 9 centímetros en el corazón, asesinándolo prácticamente en el acto. Una paradoja más, el asesino, Ricardo Guerra, disfrutaba en ese momento de un permiso penitenciario, estaba condenado por otro navajazo en una discoteca.

El asesino, Ricardo Guerra, seria condenado a 17 años por matar a Aitor, desde 2016 ha disfrutado del tercer grado pese a haber sido detenido en dos ocasiones, en 2018, la policía belga detuvo en la previa de un partido entre el Brujas y al Atlético Madrid a numerosos miembros del grupo ultra Suburbios Firm, vinculado también al Frente Atlético, entre los detenidos estaba Ricardo Guerra, que no había informado a las autoridades penitenciarias de su intención de viajar al extranjero durante el permiso que se le había concedido.

En el juicio por el asesinato de Aitor Zabaleta no hubo más condenados a pesar de ser un grupo agresor numeroso y organizado, algunos de ellos sujetaron a Aitor mientras le daban el navajazo… según varios medios muchos de los procesados eran hijos de miembros pertenecientes a diversos cuerpos armados del estado.

Hoy todavía en el Wanda Metropolitano, actual estadio del Atlético de Madrid los hinchas fascistas corean orgullosa e impunemente el nombre de la víctima.