Abniel Marat (elegía)
Te fuiste con tu sombrero en la mano,
peleando con tu madre por ser loca,
y hablándome de la poesía,
cuando debías, sombra a sombra, ruiseñores,
hablarme de la tuya. Nunca dijiste
qué es la muerte (ese silencio oscuro
de los vivos). Nunca dijiste el agua, ni
la rabia, ni la canción, ni tus orgasmos.
Nunca mencionaste el suicidio, ni
el matricidio, ni la obsesión de
los muelles en donde te empolvabas
ramosoteramente contra la loca de los parques.
Las guajanas están amontonando tu nombre.
El viento del sur está ultrajando tu sombrero.