Alergia a la política
De esa guisa,devaluado, desprestigiado, denostado y, en fin, rechazado el oficio de político, cada vez estará más habitado por sabandijas carentes de ética. Sin apenas distinción de siglas.
Una vez vaciada la res pública de un debate político imprescindible, riguroso y llano, llega el momento estelar de la tecnocracia. Nos gobiernan santones economistas, expertos en ingenierías, banqueros…Y los de abajo estaremos más huérfanos y más indefensos ante los embates de la eterna codicia de los ricos. El Mundo máquina está servido.
La solución al embrollo y el saneamiento de la ciénaga debe empezar por más política y políticos mejor preparados, a la par que honestos. No es cuestión de buscar tampoco arcángeles de la iluminación artificial. Con bagaje y decencia y una poca de sencillez expositiva nos basta.
Porque la pretensión de ser "apolíticos" ya se ha visto a dónde nos ha conducido. A la prolongación inacabable el franquismo.