Alfon, detenido y encarcelado desde el 14N, no debería estar ahí.
A veces un gobierno tira piedritas en el agua, y se queda a observar las ondas…
A veces un Gobierno, quiere medir la capacidad de respuesta de una sociedad maltratada, deteniendo y encarcelando arbitrariamente a activistas en un contexto de respuesta social.
Midiendo la respuesta ante ese tipo de situaciones, es fácil valorar el nivel de conciencia, la rabia y la paciencia de una sociedad, enredada en la doctrina del shock y planificar una estrategia controlada para continuar con el recorte de la calidad de vida de toda una colectividad.
Mientras tanto, una persona, luchadora, tiene que vivir el abandono en una rancia prisión…
Alfon, no debería estar ahí,
nadie debería estar ahí
y sin embargo ahí está, más de un mes.
Demostrémosles que las cosas van a cambiar aportando nuestro granito de arena, sea como sea.
No podemos permitir que detengan a nadie, somos muchos, somos más y la decisión, necesaria para echarnos para adelante, se refuerza cada día con esta infame represión.
No tendrán porras, ni escudos ni pelotas suficientes cuando nos echemos encima.
Buenas noches Alfon, no estás solo.
¡Aguanta!