Alfon y Carromero, dos grietas del periodismo

Alfon y Carromero, dos grietas del periodismo
La distintas y a veces opuestas formas de enfoque para informaciones semejantes en su naturaleza o al menos, coincidentes en gran número de puntos, desvela la verdadera naturaleza, o quizás deberíamos decir, la verdadera artificiosidad que define el periodismo actual. Es el caso de Alfon y Carromero.
 
Solo por cosas como ésta, el periodismo quizás no merezca, en su mayoría, un trato relacionado con conceptos como honestidad, honradez, exactitud, objetividad, veracidad o credibilidad.
 
Incluso el propio concepto “periodismo” no es tratado con mucho respeto por la Real Academia de la Lengua, cuando lo define como “Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico, de la información, en cualquiera de sus formas y variedades.” Omitiendo cualquier alusión obligada a la veracidad de los hechos que componen la información. Hace alusión a la información, sí, pero independientemente de su veracidad; aunque también tiene su interpretación positiva si consideramos que excluye de la definición conceptos relacionados con “opinión”. Esta última consideración, por lo visto, no debe ser tenida en cuenta por la inmensa mayoría de los medios de comunicación más extendidos y difundidos. En no pocas ocasiones se producen grietas en la información que dejan ver el verdadero trasfondo de los textos mal llamados periodísticos.
Un buen ejemplo de estas grietas puede ser el muy distinto tratamiento de los casos de Alfon y Carromero. Por un lado Alfon, el joven vallecano arrestado el pasado 14 de noviembre y encarcelado durante 57 días de forma provisional por tenencia de explosivos; y por otro Ángel Carromero, homicida imprudente de dos destacados activistas antisistema cubanos, en un ejercicio de conducción peligrosa y en situación irregular de su permiso de conducir.
 
En el caso de Alfon, se destaca lo peor del currículum del joven, evitando hacer ningún comentario sobre los 57 días de su arresto, alargado injustificadamente por un supuesto retraso en el informe policial requerido por la magistrada que instruye el caso. Incluso en el ABC, se llega a decir que el grupo de hinchas del Rayo Vallecano, “Bukaneros” al que pertenece Alfon “agredió a decenas de “Ultra Sur” (hinchas del Real Madrid) antes de un partido”. Uno casi puede leer “… a decenas de «pacíficos Ultra Sur»…”. Cuando la violencia de este grupo de seguidores del club de fútbol Real Madrid tiene un largo historial de incidentes granados de hechos delictivos. Otra de las estúpidas “imputaciones” de ese diario de extrema derecha, jugando a ser juez, es la de que el joven ha participado en veladas de boxeo celebradas en una casa ocupa (?). Alfon ha sido liberado ayer 9 de enero, con cargos por tenencia de explosivos. Nada se dice en ABC sobre el hecho de fondo de que una democracia mantenga detenido de una forma, cuando menos cuestionable, a un ciudadano que no ha cometido ningún delito en el momento de su detención.
 
Algo muy distinto ocurre con Ángel Carromero, quien fue detenido en Cuba por el homicidio imprudente de dos ciudadanos de origen cubano, activistas antisistema, y que tuvo lugar el pasado 22 de julio. En el caso de Carromero, la prensa de la derecha, obvia la realidad de fondo de que Ángel Carromero cometió los homicidios en el marco de en una misión de desestabilización del régimen cubano, encomendada por el cabecilla de la banda de nuevas generaciones del PP, Pablo Casado. También suele obviar el hecho de que Carromero conducía sin disponer de permiso por habérsele retirado todos los puntos, así como el hecho de su historial de conducción temeraria, cuajado de multas por exceso de velocidad. También suele obviar la prensa de la derecha que Ángel Carromero fue suspendido de sus funciones en diciembre de 2009 “por irregularidades en su gestión” cuando era Vicesecretario General de Nuevas Generaciones y Presidente de Nuevas Generaciones del PP en el barrio madrileño de Salamanca.
 
Desde su detención en Cuba, la prensa de extrema derecha española se ha esforzado por tapar cualquier aspecto negativo del currículum de Ángel Carromero, ocupando líneas y líneas denunciando que en Cuba se detiene a la gente que por conducta imprudente causa la muerte a sus ciudadanos.
 
Me pregunto cómo serían los textos “periodísticos” de la extrema derecha si el homicida lo fuera de opositores españoles y el portador de explosivos lo fuera cubano.
 
La prensa se deja otra gran parte de su pretendido prestigio llamando “antisistema” al opositor español Alfon y “opositores” a los antisistema cubanos Payá y Cepero, cuya muerte fue responsabilidad del cabecilla número 3 de las organizaciones de las juventudes de extrema derecha españolas, cuna de futuros nombres destacados dentro del PP. Para que pueda retomar su carrera cuanto antes, la “justicia” podría ocuparse hoy de procurar la libertad a alguien con delitos de sangre como este angelito Carromero, algo en lo quizás haya tenido un poco que ver el hecho de que este individuo forme parte del partido en el poder.
 
Por último, creo destacable por incomprensible que la noticia destacada que proponía Twitter para la búsqueda “Alfon” sea la del diario de extrema derecha ABC, cuya objetividad informativa brilla con gran potencia por su ausencia.
 
 
 * Víctor J. Sanz. Escribir es estar siempre al borde de la vida

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