Antitaurino=antiespañol
“España de cerrado y sacristía/devota de Frascuelo y de María…”
Esperanza Aguirre, por ejemplo. La “fuguista” de la policía dice que los antitaurinos son antiespañoles. Lo ha dicho desde el palco de honor de la Maestranza de Sevilla. Olé. Supongo que invitada gratis total por la gracia de los impuestos. Esta rancia identificación de los cojones con el valor. Esta incongruencia constante. Este descerebre exaltado. Esta fijación de la muerte animal como catarsis de la mala leche contenida…Esas figuritas de luces abanicando el trapo a golpe de muñeca para marear al toro ciego de fármacos, para luego tundirlo y machetearlo, hasta convertir la bella estampa del minotauro en vulgar filete de rabadilla. A esa carnicería la llaman Arte.
Los que son como Esperanza Aguirre todavía pretenden hacer creer que ser español es un privilegio, cuando, gracias a ellos, está empezando a ser una grave enfermedad envuelta con bandera de sangre y arena. No vamos a enumerar las muchas calamidades cotidianas. Están en las portadas y en el aire.
Las corridas de toros son un espectáculo indigno, soez, bárbaro, torturador. Son un negocio mafioso de los taurinos. Son cenáculos de caspa, soborno y estulticia. Para la España del PP son emblema de patria.
Soy antitaurino y, por tanto, soy antiespañol, tal y como lo entiende esta jarcia que está en en lo alto del palco dirigente del país. Soy uruguayo, porque el presidente Mújica ha anunciado severo castigo y hasta cárcel para quienes maltraten a los animales. Una lección cultural a una Madre Patria cuyas vestales exhiben la misma sensibilidad que una almeja.