Antonio Gades. Un irreductible ciudadano del mundo
Acabo de conectarme con el ordenador y leo la noticia: "Muere Antonio Gades". Últimamente tengo la sensación de estar escribiendo muchos adioses a muchos amigos, compañeros y, ahora mismo, como a él le gustaba y se sentía, a un "camarada" que militaba sin siglas ya, en la coherencia que da toda una vida de ideales limpios, utópicos y revolucionarios.
Lo recuerdo cuando recorrió tantos sitios de la Ibérica, presentando la Convención Republicana, cando algunos todavía pensábamos en otra transición. Lo recuerdo hablando con emoción y sentimiento, como su baile, defendiendo la Tercera República, al lado del abogado Fernando Salas (otro compañero y camarada que se nos fue).
Se inició en el baile con un espectáculo de variedades en el Circo Price de Madrid. A comienzos de los 50 entró en la compañía de Pilar López, protagonizando por todo el mundo El sombrero de tres picos, El amor brujo y El concierto de Aranjuez. De esta etapa es su primera creación, Ensueño. Por consejo de Pilar López adoptó el nombre artístico de "Gades".
En 1962 marchó a Italia para ayudar a Antón Dolin a montar el ballet Bolero en la Ópera de Roma. Le encargaron tres bailes de García Lorca para una Antología del ballet. Fue coreógrafo y primer bailarín, junto a Carla Fracci, del Festival de Due mondi de Spoleto, dirigido por Giancarlo Menotti, donde intervino en la versión de Carmen. Debutó en la Scala de Milán el 20 de diciembre de 1962 como primer bailarín y maestro del cuerpo de baile. Intervino en varios programas de televisión en Italia y rodó una película con Vittorio Gassman. Su estancia en la Scala duró nueve meses.
En 1963, en la sala Los tarantos, de Barcelona, impuso su idea revolucionaria de quitar adornos superfluos a su baile, con predominio del negro, para llegar a un ballet más allá de la danza. Tras un gran éxito de seis meses en el pabellón español de la Exposición de Nueva York (1964), realizó varios montajes y bailó en el Corral de la Morería de Madrid.
En 1968 volvió a la Scala de Milán y organizó una velada en la que intervinieron Carla Fracci y Rudolf Nureyev. En 1969 regresó a París en representación de España, en el Teatro de las Naciones, consiguiendo el Premio de la Crítica al mejor espectáculo de la temporada. Aquí ya acudió con su propio cuerpo de baile, una cooperativa de una docena de bailarines.
Participó con su compañía en la conmemoración del primer centenario de la Casa de España en Nueva York y, en solitario, creó la coreografía de El amor brujo, con el cuerpo de baile de la Ópera de Chicago. Con su compañía también, en 1970 triunfó en el Odeón de París, compartiendo el éxito con Paco de Lucía a la guitarra. En noviembre inició una gira con El amor brujo por Argentina y Oriente Medio. Ésta representación la llevó por España en 1971; durante 1972 por varios países de Europa, América, Asia (Japón, Irán), el norte de Africa (Marruecos) y, finalmente, en el Palacio de la Música de Barcelona. En 1974 presentó en Roma Bodas de sangre, con música de Emilio de Diego, y también la trajo a España.
Cansado tras 23 años dedicados al baile, en junio de 1975 anunció su retirada. Pocos meses después disolvió la compañía y se retiró. Entre 1976 y comienzos de 1977 rodó con Mario Camus y su compañera, Pepa Flores, Días del pasado. En 1977 y 1978 volvió a bailar durante la gira que realizó Alicia Alonso por Estados Unidos y Cuba, estrenando en La Habana Ad libitum, con el Ballet Nacional de Cuba.
En 1978 aceptó el cargo de director del Ballet Nacional Español, tratando de recuperar a los grandes coreógrafos. Representó Bodas de sangre, Fandango, El sombrero de tres picos, El amor brujo Retrato de mujer, etc. Consiguió importantes éxitos en la Ópera de Berlín, el Festival de Spoleto (julio de 1979), el Festival Cervantino de Méjico y la gira por España y América. Fue cesado de malas maneras por el ministro de Cultura en 1980.
Junto a los componentes del Ballet, que lo abandonaron también como muestra de solidaridad, creó el Grupo Independiente de Artistas de la Danza (GIAD), debutando en agosto de 1980 en Pamplona, para seguir con una gira nacional y americana. A su regreso, en diciembre, inició el rodaje con Carlos Saura de Bodas de sangre, en la que es protagonista y coreógrafo. Inició el rodaje de Carmen, a las órdenes de Saura, en febrero de 1983. En marzo de 1983 se estrena en Madrid el ballet de igual nombre. Con está producción consiguió el Pegaso de Oro en el Festival de los dos Mundos de Spoleto (julio de 1984), la Medalla del Verano Teatral Veronense (agosto de 1984) y la Máscara de Plata para la Danza en Campione D'Italia (octubre de 1984).
En septiembre de 1985 empezó a rodar con Saura El amor brujo, con Laura del Sol y Cristina Hoyos. En diciembre intervino en la representación de Bodas de sangre, en los actos de conmemoración del X aniversario de la creación del Ballet Nacional Español, en el teatro de la Zarzuela. Mientras, preparaba con Saura y Stella Arauzo su espectáculo Fuego, con coreografía basada en la película El amor brujo. La obra se estrenó a finales de enero de 1989 en el teatro Chatelet de París. Luego inició una gira por Japón, Hong-Kong, Turquía, Suiza, Alemania, España (3 meses en el teatro Monumental de Madrid) e Italia (enero a marzo de 1990).
Retirado para preparar su siguiente ballet, en 1994 volvió a trabajar con Saura en Flamenco y el 20 de diciembre de ese año, con su compañía reconstruida, llevó a Génova Fuenteovejuna, adaptación de Caballero Bonald sobre el texto de Lope de Vega, comenzado en 1979. Coincidiendo con el inicio del rodaje de Flamenco, en enero de 1995 Gades empezó una gira por Japón con su última producción, que presentó en abril en la Maestranza de Sevilla. Por esas fechas anunció su intención de retirarse para preparar a artistas jóvenes.
En 1995 recibió el Premio Homenaje del gobierno argentino por cimentar los lazos culturales entre ambas naciones. Ese año representó en Bilbao Carmen y Fuenteovejuna (ésta también en Barcelona). Participó en 1996 en el Ravenna Festival (Italia) con Carmen. Representó Fuenteovejuna por diferentes países del mundo desde noviembre de 1995 hasta marzo de 1997, en Italia, Reino Unido, Venezuela, Cuba, Brasil, Chile, Uruguay, Argentina e Indonesia. En septiembre de 1996 regresó a Barcelona, donde representó Fuenteovejuna y Carmen.
Recibió el 11 de diciembre de 1995 el Premio de Dirección Coreográfica de la Asociación de Directores de Escena (ADE) por su trabajo en Fuenteovejuna.
Siempre rehusó que le definieran con "artista". Él se denominó "trabajador del baile". Trabajador, luchador, como lo fue también contra su enfermedad.
Recibió también la Medalla del Círculo de Bellas Artes de Madrid, el Premio Vicente Escudero de danza y coreografía, el Premio Carmen Amaya, el Premio Nacional de Teatro de 1970 al mejor ballet español, el Premio del Gran Teatro de La Habana (2 de enero de 1990), el Premio Luigi Tani (abril de 1990)…
Este 6 de junio recibía del presidente Fidel Castro la Orden José Martí, la más alta distinción que confiere el estado cubano. "Recibo esta condecoración con el orgullo de compartirla con tantas miles de personas que día a día, anónimamente, defienden a la Revolución cubana", "nunca me sentí un artista, sino un simple miliciano vestido de verde olivo, con un fusil en la mano para dónde, cómo y cuándo sea", dijo Gades al término de la ceremonia. La revolución cubana siempre estuvo presente en su corazón, su cariño hacia la isla fue una constante en su vida.
Hasta siempre, camarada Antonio, orgulloso de ser comunista, sin ocultar lo que sentías, lo que querías, llevando por bandera tus ideas, brillando en el mundo como "trabajador del baile", como Artista del pueblo.