Argentina: Los caminos de la vida y las decisiones estratégicas
Nuevamente ha quedado claro para las grandes mayorías (hoy las representadas por el 80% del Senado, por ejemplo), que tenemos un Gobierno que frente a situaciones problemáticas que los caminos de la vida nos imponen de facto, no duda en “cortar por lo sano” (como decía mi abuelo).
Y esta vez, cuando los 10 mil millones de dólares malgastados en importar combustibles plantearon una situación sin salida dentro de la “normalidad” neoliberal, pues ese sí que es un nivel de gasto inútil que ningún plan económico resiste por 3 años… NO dudó en cortar por lo sano y tomar el control de YPF… Como había hecho ya con las AFJPs, Aerolíneas y Aguas, cuando surgieron situaciones similares. Y no termina de imponer en el caso de la ley de medios (donde el peso específico del tandem Clarín / Nación, por iguales razones "pragmáticas" le han sugerido cautela), ni de mantener con la intensidad inicial, la asignación universal y los planes Argentina Trabaja…
Los Kirchner demuestran así ser plenamente pragmáticos, incluyendo entre sus herramientas prácticas a utilizar cuando los caminos de la vida se lo impongan, también las popular – revolucionarias.
Y ya eso es una diferencia cualitativa importantísima con todos los demás Gobiernos anteriores desde Perón para aquí.
Que incluso ha tenido en esta semana reconocimiento internacional en un ámbito de creciente influencia: El de los “BRICS”, que han invitado a nuestro país a acompañarlos en su iniciativa en el seno de los 20.
OJO a las falsas expectativas
Por cierto, en los ámbitos de la izquierda y el progresismo, al ver la enorme mayoría que terminamos apoyando este tipo de medidas, estamos comenzando a debatir cual es la medida (del mismo tipo) que debería seguir, una vez consolidado el control de YPF, para seguir mejorando la situación popular… Pero claro: Ese debate tendría pertinencia, si la matriz de estas importantes decisiones que celebramos, estuviese en un proyecto popular de transformación y no, surgiese solo frente a las exigencias de la vida real enfrentadas con valentía, como parece ser hasta aquí.
Si fuera un plan, seguramente sería coherente poner en debate si se debería continuar "metiendo mano" a la salud pública, a dejar de explotar oro gratis y dejando cianuro, si a desarrollar un plan nacional de transportes (comenzando por los sospechosísimos trenes), o si habría que… Y la lista puede completarla usted mismo… Que con seguridad tiene claras sus propias prioridades de transformación.
Los caminos a algunos los llevan al charco
Pero, casi para desmentir la existencia de ese plan, que de remotamente existir, con seguridad no es explícito, junto al control sobre la energía y el espacio de mayor respeto que esto nos ha ganado entre los BRICS, lamentablemente hay dos hechos (que deberían haberse evitado y resuelto de otro modo) provocados por un tema inevitable de este mandato de Cristina, que muestran que no todo es grandeza en el seno del Frente gobernante: el de la sucesión.
Sucesión que ha desatado un fuerte juego de pasiones y lamentablemente, acciones. Que han generado, por un lado el fuerte deterioro de la figura del Vicepresidente (que apareció golpeando a históricos compañeros de ruta y jueces que, sin ser necesariamente aliados, se habían mostrado como independientes, destacándose de entre sus pares), en una acción poco menos que alocada, para responder, según explica Verbitsky, a la ofensiva de Scioli.
Y por el otro el reverdecimiento (impulsado desde sectores el ejecutivo) de los tristemente célebres sindicalistas "gordos", impulsados a auparse en la CGT, también con el objetivo de deteriorar a otro ex auto proclamado "presidenciable": Moyano padre.
Consecuencias inaceptables en cualquier rumbo popular
El primero de los "deterioros" no tiene mayores consecuencias prácticas, salvo para sus actores: Donde el alejamiento de Righi, quizás sea lo más lamentable.
Pero el segundo puede conllevar, de concretarse, una fuerte distorsión anti obrera en la relación formal de fuerzas al seno del bloque gobernante, donde el sector “gordo” de los sindicalistas, que todos sabemos "empresarios" o al menos servidores incondicionales de sus patrones desde los tristes tiempos de Ménem (o, los más veteranos, desde la dictadura), podría aparecer liderando el Movimiento Obrero formal, retrotrayendo la representación de este sector mayoritario del campo popular a las épocas en que los conflictos obreros debieron canalizarse casi exclusivamente por afuera de las estructuras… Convertidos en "explosiones sociales".
Bajando por un lado su efectividad en la defensa de los legítimos intereses de los trabajadores (lógicamente a favor de los grandes jugadores del capital, como siempre…) y al mismo tiempo, potenciando sus efectos destructivos…. (Porque: ¿Nadie supondrá que los conflictos reales que los hay y muchos – provocados por una estructura laboral donde el 50% está en negro o precariamente contratado – se van a detener o bajar de intensidad porque esté un "gordo" al frente de la CGT?)
Ese pragmatismo estupendo, porque se ha usado sin fronteras ideológicas, que la presidenta ha demostrado en YPF, debería ponerlo en juego también aquí, y desinflar el ascenso del enemigo en una CGT que no le pertenece sino a los propios trabajadores representados por aquellos gremios que más o menos han mantenido la defensa de sus intereses…
No es esperable un plan explícito. No es el estilo Cristina.
Pero sí, al menos, coherencia.
