Arte para denunciar “el tocomocho de las élites de la Transición”
En la década de los ochenta, Jorge Galindo (Madrid, 1965) y Santiago Sierra (Madrid, 1967) sembraban la capital de rotundos grafitis firmados por Comando Madrid. Después, poco a poco, las carreras de ambos artistas se dieron a conocer por todo el mundo bajo diferentes soportes pero con una común preocupación política frente a los desastres planetarios. Con unos planteamientos cada vez más radicalizados, Sierra y Galindo vuelven a la palestra artística con una exposición que este jueves 17 se inaugura en la galería Helga de Alvear y que no va a dejar indiferente a nadie. Bajo el título de Los encargados, utilizan pintura, fotografía y vídeo para denunciar a los responsables del desastre económico y social que ha llevado a España a los seis millones de parados y a un nivel de pobreza espeluznante. Como remate, Santiago Sierra presenta el martes 22 en la galería Ivorypress la performance El trabajo es la Dictadura con 30 trabajadores contratados por el salario mínimo interprofesional cuya labor consistirá en rellenar a mano mil ejemplares del último título de la colección LiberArs LiberArs con la frase "El trabajo es la Dictadura".
La pieza central de Los encargados es un vídeo de cinco minutos de duración, rodado en blanco y negro con sonido ambiente y con la Varsoviana soviética como música de fondo. Rodado durante la madrugada del 15 de agosto del pasado verano, las imágenes muestran una procesión de siete coches oficiales coronados con gigantescos retratos colocados boca abajo y pintados también en blanco y negro. En el primero se ve al rey Juan Carlos. Le siguen los rostros de los presidentes de los sucesivos Gobiernos desde la Transición: Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Son, en palabras de Sierra, las caras visibles del régimen, "las de los encargados de representar los intereses de la banca, del Pentágono, de Roma, de los terratenientes, del Ejército"… Galindo declara que todos ellos son responsables de "políticas asesinas". "Hay que decirlo muy claro: hay gente muriendo y otros miles robados y echados de sus casas. El mal tiene un principio y nosotros estamos hablando del tocomocho de la Transición, dirigida por las élites políticas del franquismo para perdurar hasta nuestros días. Señalamos a los encargados del gran timo".
Dividida en tres partes, la exposición ocupa las dos plantas de la galería Helga de Alvear. En la planta baja están las pinturas y el vídeo. Arriba, las fotografías. Todas las piezas están firmadas conjuntamente por los dos artistas. Por correo electrónico, ambos explican que el proyecto surgió hace un año. "La propaganda del actual régimen político", explica Sierra, "ha utilizado machaconamente las imágenes de sus caras más visibles para tejer su cuento de democracia". "La propaganda del régimen es machacona o cuántas veces no ha oído usted la palabra campechano o las palabras transición ejemplar. Bueno pues esto es contrapropaganda, nuestra revancha a toda una vida bajo su propaganda". Galindo no se queda atrás y precisa estos siete personajes son los que "han estado a la cabeza de partidos políticos que son sociedades pseudomafioso-financieras, sus jefes banqueros serían otra pieza". "En cuanto al Rey, es el primer encargado del trile de la Transición, su primer encargo todos sabemos de quién lo recibió, después ha tenido más".
La ocupación de la Gran Vía madrileña con los coches y los retratos, además del equipo del rodaje fue recogido en su momento por algunos curiosos, pero a los artistas no les consta ninguna reacción. "La delegada [del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina] Cifuentes no se debió enterar o estaba de vacaciones, fue el 15 de agosto, el rodaje estaba muy preparado y tuvimos la Gran Vía para nosotros solos", recuerda Galindo. La policía estaba en otro lado de la ciudad, en La Latina, con la procesión de la Almudena, protegiendo a la alcaldesa [Ana Botella] de la bronca que se estaba llevando con los bomberos. Esto nos permitió un rodaje muy tranquilo". Santiago Sierra añade que no hubo incidentes porque la gente "no es como la pintan en televisión, nadie te va a armar un escándalo por defender a estos tipos". "La población española es pacífica".
¿Creen que el mundo del arte está a la altura de las circunstancias o los seis millones de parados requerirían más atención? Sierra responde que él no es quien para "decirle al mundo del arte lo que tiene que hacer". "Cada uno verá lo qué hace o no hace. Además, al mundo del arte tampoco le agradan las sugerencias. Los seis millones de parados necesitan autoorganizarse para generar sus propios medios al margen del Estado y el capital o todo lo al margen que se pueda; asociarse y luchar juntos por no tener que pedirle trabajo a nadie. No es toda nuestra atención lo que necesitan".
Pérdida de derechos
Ambos se muestran preocupados por la pérdida de derechos ciudadanos y la represión contra quienes participan en movilizaciones en la calle. "Rajoy está utilizando la crisis y su mayoría absoluta para convertir al Estado en un régimen autoritario y como tal están saldando cuentas pendientes", dice Galindo. "Este no es un país libre. Opinar sobre esto es punible ahora en la legislación española", remata Sierra.
El final de esta situación no parece estar a la vuelta de la esquina. Galindo opina que "lo único que puede cambiar este sistema político-financiero tan injusto es el poder y la organización de la gente". "Cada vez que oigo a un político hablando de la crisis, se me revuelven las tripas. Es el zorro cuidando de las gallinas. Lo grave es que sus mentiras matan a la gente".
Por contradictorio que a algunos les pueda parecer, el trabajo de ambos artistas es seguido con gran interés por el mercado del arte. ¿Quienes son los coleccionistas de sus obras? ¿Mantienen relaciones con ellos o de eso se ocupa la galería que les representa? Sierra no duda en responder: "Nuestros coleccionistas son unas personas muy inteligentes y con un extremado buen gusto y con quienes mantenemos unas excelentes relaciones tanto nosotros como nuestras galerías".
* Publicado en el diario “El País”