Austericidio e izquierda. El debate necesario
El Financiero de El Garaje. LQSomos. Mayo 2016
Habría que abrir este debate. Y, en mi opinión, deberían hacerlo los partidos que de verdad quieren cambiar las cosas. Ellos tienen los medios para obtener los datos.
Porque la verdad es que faltan datos. ¿Se han producido recortes en gasto sanitario? Si mis cifras son correctas, en 2015 el gasto sanitario ha sido de 64.130 millones de euros. En 2007, antes de la crisis, fue de 61.238 millones.
Entre 2009 y 2015, el gasto público se ha reducido en apenas 5,7%, cuando llevábamos más de un 20% de subida en los cinco años anteriores. En los últimos ocho años se han gastado 685.000 millones más de lo recaudado, y eso que en 2015 se ha recaudado un 5% más que en 2014.
Vean el siguiente gráfico:
Se nos dice que el total de gasto estatal presupuestado en 2016 es de 249.166 millones, es decir, 35.200 millones más que en 2011. Oigo a la Señora Cospedal decir en Galicia que los gastos sociales directos e indirectos han aumentado en más de 70.000 millones en los últimos años.
Entonces, ¿qué está pasando aquí? ¿por qué la ciudadanía tiene –con razón– la impresión de que las prestaciones se degradan. Sí, vale, ya sabemos que gran parte del aumento de gasto social va en pensiones. Pero aun así.
¿No será que factores como privatizaciones más o menos camufladas, facturas infladas, estructuras innecesarias y otras corrupciones sistematizadas hacen que estemos pagando lo mismo –o más– para recibir menos, y ello a una escala insoportable?
Porque si esto fuese así, entonces ¿para qué pedir que se aumente el gasto social? A lo mejor habría margen para aumentar prestaciones, mantener o incluso mejorar el estado del bienestar SIN aumentar el gasto o, incluso, reduciéndolo.
No lo sé. Por ahora no disponemos de datos detallados de cómo se gasta el dinero de todos. Nadie nos lo dice. Podemos hacer muchas cosas, pero este análisis parece que no. Tenemos que conformarnos con datos más o menos oficiales y con análisis de economistas que –generalmente– ofrecen una perspectiva “liberal” del problema del gasto, como es el caso de Daniel Lacalle, de cuyo blog hemos recogido algunos datos (aunque no su enfoque).
No demos por sentado que hay que aumentar el gasto en general y ni siquiera el social. Analicemos primero, partida por partida, cómo se gasta. Puede que surjan sorpresas. Creo que el debate merecería la pena.