Aztarnak-Huellas: la primera fase de la vida
Por Selodi Gasan Adie. LQSomos.
Los primeros años de nuestra vida, aquellos que no recordamos, nos dejan una profunda huella. Pero, ¿esta huella es para siempre? ¿O acaso evoluciona? Éste es un viaje subjetivo y personal a aquel lugar olvidado; un viaje desde la madre que soy ahora, hasta el bebé que una vez fui…
¿La semilla de la felicidad se siembra en la infancia?
‘Aztarnak – Huellas’, es un largometraje documental escrito y dirigido por Maru Solores y producido por Txepe Lara, lumiere produkzioak. Se estrenó en la Sección Zinemira de la 69ª edición del Festival de San Sebastián. Un trabajo introspectivo sobre tener y criar hijos
¿Las huellas de la infancia son para siempre? ¿Se transforman con el tiempo? ¿Y si es así, cómo? ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo podemos trabajar con ellas? Además, ¿realmente fue tan terrible nuestra infancia? ¿Hemos sufrido todos tanto? Muchos aseguran que sí, aunque apenas lo recordemos, porque está en nuestro subconsciente. ¿Está la raíz de muchos problemas de nuestra sociedad como la violencia, o la falta de solidaridad, en nuestras infancias?
Aztarnak – Huellas combina un punto de vista personal, adentrándose en el mundo subjetivo de un ser humano en el inicio de la vida, con un diálogo con esos diferentes protagonistas que nos acompañan en el viaje hacia la primera infancia, siguiendo nuestras huellas.
En este viaje acompañan a algunas familias con las que vivir en la experiencia de la crianza. Y se acompañan de profesionales apasionados, como Cristina Aznar y Ramón Mauduit, del Centro Hazi Hezi en Donostia – San Sebastián, que han dedicado toda su vida a apoyar a familias durante el embarazo, el parto y la primera infancia, en el camino hacia una crianza respetuosa con el desarrollo de los niños. Pero además, nos acercaremos a científicos de renombre internacional en diferentes disciplinas, como la medicina, la psicología o la neurociencia que como detectives y arqueólogos del ser humano, investigan esas huellas: Michel Odent, Xavier Serrano, Laura Gutman, Eulàlia Torras de Beà, Allan Schore…
El documental pretende plantear preguntas para las que no hay una única respuesta e invitarnos a una reflexión sobre nuestra forma de traer hijos al mundo y criar a los adultos del futuro.
La “ficha”
Guión y dirección: Maru Solores. Producción: Txepe Lara – Lumiere Produkzioak. Dirección fotografía: Nere Falagan. Sonido: Oier Villa. Montaje: Pello Gutiérrez – Zazpi T’erdi. Postproducción de sonido: Aurelio Martínez. Música: Paula Olaz. Mezclas: Martín Guridi.
Personas participantes: Cristina Aznar (In Memoriam), Ramón Mauduit, Ibone Olza, Laura Gutman, Rafael Benito, José Luis Gonzalo Marrodán, Herminia Clemente.
Contacto:
aztarnak.huellas.film@gmail.com
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Instagram: https://instagram.com/aztarnakhuellas/
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Web: https://www.aztarnak-huellas-film.net
“Para cambiar el mundo,
primero debemos cambiar la forma de nacer”.
Dr. Michel Odent, obstetra, investigador, científico, visionario y poeta.
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El primer Congreso Internacional de Nacer en Casa se celebró en Jerez de la Frontera, Cádiz, en el año 2000.
En él se planteó la importancia de la gestación, parto, y los primeros años de nuestra vida. En los que los padres tenían un valor muy importante y a veces muy determinante.
Avanzaron información, aún en pañales informáticos, sobre estudios médicos que se estaban realizando, en base a historias clínicas, comportamientos sociales de los padres, problemas que hubiesen tenido durante ese periodo, y enfermedades posteriormente desarrollados por sus hijos. Mostraban claramente la relación en los ejemplos que ponían.
Algunos de efectos gravísimos, como la provocación en un futuro de una esquizofrenia, porque en su familia/entorno había sido sometido a una situación de stress tal, que había consumido el cinc del organismo, o había bajado a un nivel escaso para mantener un cerebro equilibrado, capaz de saber en todo momento que es real y que no.
Igualmente señalaban el aumento de alergias y otras enfermedades, en los niños y niñas, desde que se les daba biberón, en lugar de leche materna “por no estropearse el pecho” las madres, en pro de la imagen burguesa de la mujer.
Es evidente que si esta relación causa efecto, funciona para lo negativo (hasta formar enfermedades), funciona igualmente para lo positivo, formándose seres más sanos y solidarios.
Curiosamente, en esa época, principio del siglo, comenzó en el sector de la enseñanza, el interés por la importancia que tenía la implicación de los padres en esta. Sobre todo en Primaria, cuando las niñas y niños están en la fase de aprendizaje por imitación. Antes de su paso a su independencia en la adolescencia, en la cual es imprescindible un apartamiento de los adultos, como hacen y hemos hecho, en la que aprendemos a tomar resoluciones por nosotros mismos.
Es fácil comprobar como los niños y niñas nacidos en ambientes no beligerantes, tienen menos problemas de adaptación en el terreno social, y poseen una mayor capacidad de resolución de problemas, así como más facilidad para adquirir conocimientos, quienes se crían en ambientes donde sus padres tienen más interés por la cultura.
Otras de las causas determinantes que señalaban como importantes en ese Congreso, era el parto natural. Preguntándose si en España las mujeres se habían olvidado de parir, haciéndose más de 30.000 cesáreas innecesarias anuales, o si estaban siendo mediatizadas para que el parto fuese un negocio en manos de clínicas privadas, ajeno al interés sanitario de las mujeres y el de sus hijos.