Caso de los documentos clasificados: los delitos que imputan a Trump
Por Agencia Mp3.
Los más graves, como obstrucción a la justicia y conspiración, están penados con un máximo de 20 años de cárcel. Las palabras del propio expresidente estadounidense fueron usadas como prueba
Los fiscales que acusan al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, usaron sus propias palabras y las notas de sus abogados para construir el caso contra el expresidente republicano y precandidato a las elecciones de 2024. Trump tuvo este martes una cita con la Justicia en Miami para ser notificado de las 37 acusaciones que un gran jurado le imputó por supuestamente haber retenido y ocultado documentos secretos en su casa de Florida.
De los 37 cargos por los que debe responder, 31 corresponden al delito tipificado como retención deliberada de información de defensa nacional. Los otros son por conspiración para obstruir a la justicia, ocultación de manera “corrupta” de un documento o registro, ocultación de un documento en una investigación federal, plan para ocultar y declaración y representación falsas.
Según el documento de 49 páginas que recoge la acusación, los delitos más graves que se le imputan a Trump, como obstrucción a la justicia y conspiración, están penados con un máximo de 20 años de cárcel y multas de hasta 250 mil dólares y los menos graves, como conspiración para ocultar, con cinco años de cárcel y la misma sanción económica.
La investigación, que lidera el fiscal especial Jack Smith, se inició en 2022 a raíz de un registro realizado en Mar-a-Lago, la casa de Trump en Palm Beach, estado de Florida, por agentes del FBI. Encontraron más de 11 mil documentos oficiales, entre los cuales había un centenar catalogados como secretos o “ultrasecretos”.
El acta de acusación dice que había documentos relacionados con el “armamento nuclear en Estados Unidos” y las “capacidades nucleares de un país extranjero”. También hallaron documentos de sesiones informativas de inteligencia de la Casa Blanca, incluidos algunos que detallan las capacidades militares de Estados Unidos y otros países.
Los fiscales alegan que Trump mostró ese material a personas que no tenían autorizaciones de seguridad para revisarlos y posteriormente trató de ocultarlos a sus propios abogados cuando ellos intentaron cumplir con las exigencias federales de encontrar y devolver documentos. Mar-a-Lago “no era un lugar autorizado para el almacenamiento, la posesión, la muestra o la discusión de documentos clasificados”, dice el acta que detalla los cargos.
La acusación por parte del abogado especial Jack Smith se apoya fuertemente en declaraciones del mismo Trump para construir el caso legal contra el presidente número 45 de Estados Unidos. Relata la vez que Trump le describió un “plan de ataque” del Pentágono sobre un país rival a un escritor, un editor y a dos miembros de su personal, ninguno de los cuales tenía autorización de seguridad.
Trump supuestamente les dijo durante una reunión, que se grabó en audio en su club de golf en Nueva Jersey, que el plan era “altamente confidencial” y “secreto”, de acuerdo a la acusación. Trump es citado diciéndoles: “Como presidente, podría haberlo desclasificado y ahora no puedo, ya sabes, pero esto sigue siendo secreto”.
El objetivo del ataque es identificado en la acusación solo como “País A”. De acuerdo con medios estadounidenses, la nación involucrada fue Irán. La acusación también usa las propias palabras de Trump para establecer que él estaba al tanto, incluso antes de ganar las elecciones presidenciales de 2016, de la importancia de proteger la información secreta.
“En mi administración reforzaré todas las leyes referentes a la protección de información clasificada”, dijo el entonces candidato republicano en agosto de 2016, y agregó: “Nadie estará por encima de la ley”. Como presidente, reseña la acusación, Trump emitió una declaración en julio de 2018 remarcando su “responsabilidad única y constitucional de proteger la información clasificada de la nación”.
La acusación también recopila reuniones entre Trump y dos de sus abogados (identificados como Abogado 1 y Abogado 2) para implicarlo en un esfuerzo por engañar a los investigadores que buscaban recuperar los documentos tomados de la Casa Blanca y hallados en la residencia del magnate inmobiliario en Mar-a-Lago.
Según las notas que llevó el Abogado 1 durante una reunión en la que discutían sobre cómo responder a la citación del gran jurado para mayo de 2022, Trump dijo: “¿Qué pasa si simplemente no respondemos en absoluto o si no cooperamos con ellos?”.
“No quiero a nadie buscando entre mis cajas, realmente no lo quiero”, habría dicho Trump. “¿No sería mejor si les decimos que no tenemos nada aquí?”. Docenas de cajas con documentos con la etiqueta de ultrasecreto, secreto y confidencial fueron escondidas en Mar-a-Lago en ubicaciones como un salón de baile, un baño, un cuarto de almacenamiento y la habitación del expresidente.
Según la acusación, fueron trasladadas por orden de Trump y manipuladas por el antiguo asistente personal del expresidente, Walt Nauta, un veterano de la marina estadounidense que también enfrenta cargos como coconspirador.
El caso de Trump está asignado a la jueza Aileen M. Cannon, nacida en Colombia, quien precisamente fue nombrada en 2020 por él, que era entonces presidente. Trump afirma que el caso contra él es un movida política del presidente de EEUU, el demócrata Joe Biden, quien aspira a la reelección, para frenar su vuelta a la Casa Blanca.
Se trata de la segunda vez que Trump es imputado penalmente desde abril pasado, cuando fue acusado formalmente en un tribunal de Nueva York de 34 cargos estatales de falsificación de registros mercantiles.
– Ilustración de Acacio Puig.
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