Cine sobre poder y pecado entre las monjas
Por Nònimo Lustre. LQSomos.
Inmerso en un proceso de documentación sobre la violencia intra-conventual contra las monjas de menor poder, he echado un vistazo a las películas que han abordado este tema y he observado con cierto regusto agridulce que este asunto está poco estudiado en papel pero no así en película o en video –el teatro lo dejaré para otra ocasión. No quiero decir que la lista de películas que constituye el grueso de esta nota cumplimente estrictamente mi propósito pero se le acerca. Era mi intención dejar a un lado tópicos muy conocidos como el abuso sexual –léase, violación- de los curas contra las religiosas ‘casadas con Cristo’ o como el lesbianismo conventual. Tampoco pensaba enumerar los abundantes casos de bebés robados ni, menos aún, los casos de sadismo por parte de las que, convencional y abreviadamente, llamaré Madres Superioras –los dejo a las psicólogas y psiquiatras. En realidad, sólo quería observar esas tragedias en las que una monja o, más habitualmente una novicia, sufren la opresión de sus Superioras, sea por rebeldía, sea por ese lesbianismo que, si es por mutuo acuerdo, no es delito civil ni debiera ser religioso -cf. infra, Bendedetta. En otras palabras, quería centrarme en el Poder y en su madre nutricia la Jerarquía como factores claves desencadenantes de los abusos sexuales entre religiosas de desigual autoridad.
Mientras redactamos la nota al respecto, valga como adelanto una lista de películas ‘anticlericales’ enumeradas por orden cronológico:
Häxan (Häxan y/o Heksen, = La Bruja; La brujería a través de los tiempos, 1922, película muda sueco-danesa dirigida por Benjamin Christensen; 1 h. 44’, subtitulada en inglés, opción mpeg4 disponible en https://archive.org/details/Haxan_tinted_and_subtitled)
Häxan ha sido definida como un “clásico del cine impío”. Y es obligado que la citemos cuando se cumple su I Centenario. Escenifica la atracción de una monja por Satán y el consiguiente contagio a todo un convento que acaba presa de la histeria y el desorden. La secuencia del convento-manicomio es de una fuerza que no se repetirá muchos años después.
Comienza Häxan con una disertación académica sobre las apariciones de brujas y diablos en las culturas primitiva y medieval. Siguen unas viñetas que muestran teatralmente la superstición y las creencias medievales sobre la brujería donde Satán y/o el Cabrón está interpretado por el propio Christensen tentando a una mujer dormida lejos de la cama de su marido. Recreada en el Medioevo, una anciana es acusada de brujería por la familia de un moribundo; después de ser torturada, admite ser bruja -describe los aquelarres con gran detalle. Denuncia a otras supuestas brujas, incluidas dos de las mujeres de la casa del moribundo. Finalmente, la esposa del moribundo es arrestada como bruja cuando uno de los clérigos la acusa de hechizarlo. Con todo ello, busca demostrar cómo las supersticiones de antaño se entienden mejor ahora. Christensen busca hacer la afirmación de que la mayoría de los acusados de brujería posiblemente eran enfermos mentales.
Fue filmada solo de noche o en un escenario cerrado para mantener el tono oscuro de la película. Su estilo documental está dramatizado con secuencias de puro terror que señalan cómo la superstición y la incomprensión de las enfermedades mentales conducían a la histeria colectiva de la caza de brujas. Huelga añadir que fue proscrita y censurada por sus representaciones de la perversión sexual, la tortura y la desnudez.
Christensen se inspiró en el Malleus maleficarum, el clásico de los exorcistas y de los inquisidores escrito en 1486 por dos monjes dominicos. Y se atrevió a incluir una extensa bibliografía en el programa original del estreno de la película. Häxan es la película muda escandinava más cara de la historia.
Actualmente, se opina que “La manera deslumbrante en la que Haxan pasa de una conferencia ilustrada a una recreación histórica, a planos de efectos especiales de brujas en sus escobas y a un drama de vestimenta moderna, señaló formas en las que el formato documental podría usarse de formas que otros no aprovecharían hasta años después en el futuro” (Sanjek en Pop Matters); “una mezcla extraña y bastante maravillosa de ficción, documental y animación” (Time Out London); “en parte ejercicio académico que relaciona antiguos temores con malentendidos sobre enfermedades mentales, y en parte película de terror salaz, es una obra única que aún posee la capacidad de inquietar, incluso en esta época hastiada” (James Kendrick)
En 1968, la Metro reeditó Häxan para los EEUU con el título Witchcraft Through the Ages. Le agregó una narración del escritor contracultural William Burroughs que acentuaba su estilo oscuro y que, de paso, le daba un aire irónicamente cómico. El vetusto clásico se transformó en uno de los primeros films “remix”.
La reina Kelly (Queen Kelly, 1929, Eric von Stroheim; con la entones diva Gloria Swanson como Kitty Kelly y como productora) Von Stroheim no pudo terminar el rodaje ni el montaje. La diva interpreta a una novicia capaz de seducir a un príncipe mediante el aparente descuido de sus medias resbalando por sus piernas. Semejante erotismo impresiona al príncipe hasta el extremo de que intenta secuestrarla con el noble objetivo de hacerla su esposa, salvo que de camino al altar se le cruza un despiadado individuo que se la arrebata en un descuido para llevarla como prostituta a un burdel de África. Etc.
Viridiana (1961, Luis Buñuel) Esta ficha debería ir en pieza separada porque Buñuel es punto y aparte pero la incluimos aquí para mantener el orden cronológico. Prohibida en España hasta la muerte del caudillo, repudiada en el Vaticano, Palma de Oro en Cannes… Me limitaré a añadir una breve sinopsis: en su primera película española, tras su largo exilio en tierras mexicanas, Buñuel revisó uno de sus temas favoritos, la fe. Con la excusa de despedirse de ella antes de que tome sus votos, Viridiana (Silvia Pinal) visita a su tío (Fernando Rey) quien aprovecha su ingenuidad para violarla y pedirle después matrimonio. La novicia rechaza su oferta, pero queda conmocionada al conocer la noticia del suicidio del pariente violador lo cual la hace renunciar al convento para escoger otro camino para ayudar a los más desfavorecidos.
Madre Juana de los Ángeles (1961, Matka Joanna od aniolów, Jerzy Kawalerowicz) Una película polaca dizque anticlerical –porque es antigua, hoy sería impensable. Esta Madre Juana es una adaptación de la novela homónima de J. Jaroslaw 1959 que, a su vez, está inspirada libremente en el conocido escándalo de las ‘poseídas de Loudon’ (cf. infra 1971, Los demonios) Sobre esta obra de arte, declaró su director: “Quería, sobre todo, presentar una obra humana; abrir un debate sobre la posición materialista y la posición idealista; reaccionar contra mentiras, conformismos y dogmatismos de todo tipo. Mis personajes no son representantes de la religión, sino hombres o mujeres con estilizados trajes eclesiásticos, que evolucionan en un paisaje abstracto, para sugerir su carácter simbólico. Mi posición materialista personal es clara. Así que, a mi pesar, fui llevado a hacer una película “antiideísta”. Termina con la desgracia de dos mujeres insatisfechas: por un lado, una monja se escapa de su convento, descubriendo el amor físico con un señor que la abandona; por otro lado, la Madre Juana de los Ángeles, que sufre por desconocer el amor humano del que siente la necesidad. Aunque la película no lo dice, suponemos que el gesto del cura matando a dos personas inocentes en un espíritu de sacrificio y fanatismo termina en un fracaso total. Es la quiebra de la posición idealista.” (mis negrillas; Kawalerowicz, Le Monde, 02.VI.1961)
La religiosa (1966, Jacques Rivette; basada en la novela homónima de Diderot; reeditada como Escándalo en el convento 1973, cf. infra; y, en 2013, readaptada por Guillaume Nicloux) La novicia Suzanne busca desesperadamente escapar de un calvario de humillaciones y vejaciones. La Religieuse, mil veces filmada, no es una novela ligera sino perturbadora puesto que se desarrolla en un Infierno donde están hacinados los “damnées de la luxure et de la névrose”.
Los demonios (1971,The Devils, Ken Russell) Para John Tones 2019, es “la mejor película de monjas [aunque] perdiendo los estribos sea también una de las más perturbadoras y prohibidas. Esta es la película más popular de las que se basan en el caso de las monjas de Loudun (cf. supra, 1961), un fenómeno de histeria colectiva en la que hay implicada una monja jorobada y despechada que acusó falsamente a un sacerdote católico por brujería…, una escenografía extrema y una provocación sin fin. En su día solo pudo ser estrenada con clasificación X, y eso eliminando dos escenas absolutamente inconcebibles para los cánones del momento: una orgía de decenas de monjas desnudas con un crucifijo gigante y la masturbación de la protagonista con el fémur de su amado. Alucinógena, expresionista… es el canon absoluto de las monjas-diavolo en el cine.”
La bella Antonia, primero monja después demonio (1972, La bella Antonia, prima monica e poi dimonia, Mariano Laurenti) Pícara película. Que su padre la interne en un convento debido a que su pretendiente no haya conseguido reunir la dote negociada, no es problema para el pretendiente de la novicia que, aconsejado por un amigote, se cuela en el convento para mancillar su honor y casarse finalmente con ella.
Escándalo en el convento (1973, Le monache di Sant’Arcangelo, Storia di una monaca di clausura, Historia de una monja de clausura; Domenico Paolella) Un drama mucho más erótico que religioso. En el siglo XVI, una joven es obligada a ingresar en un convento ante su negativa a casarse con un pretendiente infame. El voto de castidad se transmuta en la represión sexual que acomete un pintoresco grupo de monjas mientras someten a la novicia a todo tipo de humillaciones hasta reducirla a juguete sexual de la Madre Superiora. Un catálogo de fetiches del género: torturas, conspiraciones, calenturas y monjas pasando penurias de sol a sol –o, más propiamente, de luna a luna. Asimismo, presenta la conspiración de una monja para convertirse en Madre Superiora.
School of the Holy Beast (1974, Seijû gakuen, Norifumi Suzuki) Fantástica cima de la nunsploitation (cf. infra, 1977) en tono sexual, aquí entremezclada con algo de pinku eiga netamente japonés. Una joven entra en un convento para investigar la muerte de su madre y se topa con todo tipo de prácticas perversas, torturas y desquiciado erotismo. Estéticamente arrebatadora, delirante, ingenua y sumamente perversa, debido en buena parte a que, en Japón, el cristianismo es un incoherente potpurrí –bueno, lo es en todo el planeta.
La madre superiora del pecado (1974, La badessa di Castro, Armando Crispino) Inspirada en el homónimo texto de Stendhal publicado en 1839. En el siglo XVI, la joven Elena dei Signori di Campireali es obligada a entrar en un convento. Sin embargo, debido a su nobleza llega a convertirse en abadesa. Ahora tendrá que lidiar con la corrupción en la iglesia. Pero… se enamora de un obispo que la empreña. La Inquisición la tortura para que confiese el nombre del progenitor pero, tras haber puesto a salvo al bambino, la heroína se suicida para evitar la tortura. ¿Tremebundo? No, realismo puro.
Cartas de amor a una monja portuguesa (1977, Die Liebesbriefe einer portugiesischen Nonne, film suizo-alemán dirigido por Jesús Franco) Inspirada libremente en las cartas de la monja Mariana Mendes da Costa Alcoforado (1640-1723) dirigidas al conde de Saint-Léger del que se enamoró viéndole desfilar a caballo, un clásico de la literatura erótica epistolar. Franco le añadió satanismo. Onírica, morbosa y muy erótica, cuenta la eterna historia de la inocente corrompida, en este caso una adolescente recién llegada a un convento donde es forzada a mantener todo tipo de contactos impíos. Una pieza más en el acervo del género conocido como nunsploitation o explotación comercial del exotismo y el tremendismo conventual.
Alucarda (1978, Alucarda, la hija de las tinieblas, Juan López Moctezuma) Narra la historia de dos huérfanas que viven en un convento católico y se ven enfrentadas a una posesión diabólica. Es una obra mexicana que, obligados por el fanatismo católico, tuvo que rodarse en inglés. Se desarrolla en un convento católico que sirve también como orfanato. Alucarda, una huérfana de quince años, ha vivido en el convento toda su vida. Justine, otra huérfana de edad similar, llega al convento. Ella y Alucarda estrechan una fuerte amistad, hasta el extremo de casi desearse sexualmente. Mientras juegan en un bosque cercano al convento, las niñas se topan con unos extraños gitanos quienes atraen a un Demonio al abrir un ataúd. A partir de esto, una serie de eventos extraños empiezan a azotar al convento. Aborda desde el terror gótico temas tan controvertidos como el satanismo, el asesinato, la posesión infernal, los exorcismos, las orgías… y el lesbianismo. Es obvio que desató una agria polémica.
Interior de un convento (1978, Interno di un convento, Walerian Borowczyk) Inspirado libremente en las Promenades romanes de Stendahl 1829. En un convento situado en la región central de Italia, vive una joven monja nieta del obispo comarcal –salaz y rijoso como corresponde a su jerarquía. Una noche, la puerta del cenobio se abre y una sor, huye. La abadesa muere en ‘extrañas circunstancias’, seguramente porque dos monjas lesbianas, sor Clara y sor Martina, la han envenenado ‘por equivocación’.
Entre tinieblas (1983, Pedro Almodóvar) Tercer largometraje del director manchego. Personajes extravagantes salidos de un cómic al estilo Makoki. Chusca historia de una delincuente en busca reposo que llega al convento de las Redentoras Humilladas. Allí conocerá a unas monjas que cocinan bajo los efectos del LSD, cuidan tigres y escriben literatura para el populacho.
Agnes de Dios (1985, Agnes of God, Norman Jewison) Tremebundo drama de suspense disfrazado de disquisición sobre la religiosidad que fue seleccionado para el Oscar pero que se quedó en nominado, estúpido anglicismo. una jovencísima monja da a luz siendo virgen y la posterior muerte del niño investigada por una periodista (Jane Fonda) que se enfrenta a la suspicaz Madre Superiora pura nunsploitation: secuencias alucinógenas, estructura de película de suspense, escenas de impacto y morbo para gente seria.
Las hermanas de la Magdalena: en el nombre de dios (2003, Peter Mullan) Basada en un hecho real, cuenta los abusos físicos y psicológicos que se llevaron a cabo en un convento irlandés donde un grupo de religiosas vejaban cruelmente a las jóvenes novicias. Se centra más en el daño que causa el fanatismo que en escandalizar con exhibiciones de pecados carnales.
Camino (2008, Javier Fesser) Seis premios Goya para el terrorífico relato de una adolescente que, inmediatamente después de haber encontrado su primer amor, agoniza por un tumor cerebral. Mientras da las boqueadas, su familia está sometida a la estricta disciplina del Opus Dei y está convencida de que debe morir porque su fallecimiento será un reclamo publicitario para semejante Orden –ah!, y porque ha sido llamada específicamente por Dios. Un retrato sobrio y estremecedor de la inhumanidad de esa siniestra congregación –hasta la fecha, el mejor y más rotundo que recuerdo.
Más allá de las colinas (2012, Dupa dealuri, Cristian Mungiu) Sobre una novicia más aterrorizada que mística. Huérfana desde pequeña, Voichita vegeta satisfecha en un convento de monjas ortodoxas; por eso no atiende las súplicas de su amante Alina para que huyan juntas. Surge en pantalla un teléfono móvil-celular y por esta súbita aparición sabemos que la acción se desarrolla hoy y no en el Medioevo.
Ida (2013, Pawel Pawlikowski) Multipremiada historia de una novicia obligada a conocer a su único pariente vivo antes de tomar sus votos. Ambientada en la Polonia comunista de comienzos de los 60’s, Anna es una joven huérfana criada en un convento -¿enésima bebé robada?- que se prepara para hacer sus votos como monja. Pero la intrigante Madre Superiora, dizque para que se consagre con libertad la deja suelta… pero atraillada. Su aventura fuera del convento le lleva a plantearse confusamente si va o viene ¿adonde?
En pecado (2017, The Little Hours, Jeff Baena) Comedia actual que aborda la religiosidad de las monjas mediante una reinterpretación del Decamerón de Bocaccio. Tres monjas viven un sinfín de aventuras que van desde la invocación del demonio hasta actos escandalosamente obscenos en su variedad lujuriosa. Viejísima inspiración literaria al servicio del morbo piadoso-sexual. Con un trazo irreverente, se burla de la hipocresía de la Iglesia Católica a través de lo femenino y de toda clase de prejuicios sexuales; una película rodada entre amigos, con muchos diálogos improvisados.
La monja (2018, The Nun, Corin Hardy) Terror sobrenatural al estilo gótico con gran éxito de taquilla –costó 22 m. US$ y recaudó 360 m. Ambientada en 1952 en un monasterio de Rumanía, la trama es una sucesión vertiginosa de demonios, monjas muertas que resucitan y que vuelven a morir, sádicas abadesas mentirosas, exorcistas profesionales enviados directamente por el Vaticano, cadáveres que se sientan y se levantan, suicidios a cascoporro, libros esotérico-demoníacos, etc. El monasterio fue un castillo cuyo dueño fue asesinado por las tropas del Vaticano que sellaron con “sangre de Jesucristo” la grieta de las catacumbas donde anidaba el Diablo llamado Valak… hasta que los bombardeos de la II Guerra Mundial reventaron la brecha liberando así al Maligno. La acción salta 20 años y llega a una universidad en Massachusetts donde comprueban que Valak ha poseído a varias interfectas, pretexto para que continúen los exorcismos y así sucesivamente hasta que se nos caigan las retinas.
Benedetta (2021, Paul Verhoeven) Film sobre la aristócrata Benedetta Carlini quien vivió en el siglo XVII, en la Toscana. En 1989, la escritora Judith C. Brown descubrió en unos archivos el proceso que la Iglesia incoó contra de la abadesa Carlini y escribió el libro Afectos vergonzosos: sor Benedetta, entre santa y lesbiana. Benedetta estuvo venerada como santa y milagrosa abadesa hasta que se enamoró de Bartolomea, una joven novicia con la que vivió en su convento ‘hasta que la muerte las separó’ (para más comentarios, ver A.P., Del percebe a la abadesa lesbiana: Notas sobre la Naturalidad, 16.VI.2021)
[Frente a este puñado de películas ‘anti-monjiles’ o anticlericales, ahítas de delitos concupiscentes, el mundo está infectado por cientos de detritus audiovisuales que sólo son propaganda religiosa sin ningún valor artístico ni documental. Quizá las dedique otra pieza, seguramente para poner de relieve la abrumadora asimetría que existió y existe entre los precarios aparatos civiles y los opulentos aparatos de publicidad cristianos. Por hoy, bástenos con un brevísimo resumen que, como la presente nota, seguirá el orden cronológico:
en España, a falta de rebuscar entre la arqueología cinematográfica, comenzaríamos con La hermana san Sulpicio (1927, Florián Rey; re-perpetrada en 1952 por Luis Lucia); y Canción de cuna (1933, Mitchell Leisen; copiada aún más melodramáticamente por José Luis Garci en 1994), a la que citamos porque, aunque no estrictamente española, fue plagiada 60 años después por ese pillo hispano. Y, saltándonos las docenas de bodrios que financió el franquismo en los años 1950’s y principios de los 1960’s, llegaremos a Las inocentes (2016, Anne Fontaine) para finalizar con la que, desgraciadamente, no es la propaganda vaticana más reciente pero sí una de las más comercialmente obscenas: La llamada (2017, dirigida y promocionada por J. Ambrossi y J. Calvo, alias Los Javis), tosca reedición de Dominique (1966) y, consecuentemente, de su secuela hispana Sor Citröen. Por tanto, La Llamada no es arte ni siquiera una película sino un cansino reclamo proselitista y, como tal debería advertirse antes de sus emisiones –asimismo, debería tributar como propaganda perniciosa para la niñez y la juventud]
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