Clase de ingles en la Residencia de Estudiantes
Recientemente, se presentó el libro “Walter Starkie: An Odyssey” de Jacqueline Hurtley, en el salón de actos de la Residencia de Estudiantes, y que puede verse en el video que han colgado de su web.
Hace la introducción, el presidente “honorario” de la Fundación Residencia, José García Velasco, pues según nos dice, la directora, Alicia Gómez Navarro Navarrete no puede. Con una voz poco segura, Velasco nos va de nuevo contando lo de siempre:
Que si el “espíritu de la casa”, que si la Institución Libre de Enseñanza, que si durante la guerra civil la “violencia desatada por los milicianos populares” de un “conflicto irracional”, que si la Residencia durante la guerra fue tomada por los milicianos, que si el Auditorio-biblioteca, fue transformada por los franquistas en Iglesia del Espíritu Santo del CSIC… etc.
Y como siempre, omitiendo que dicha Residencia, fue transformada en Hospital de Carabineros, durante los años 1937-39, dirigido por el eminente Dr. Calandre, mi abuelo (al que como es su costumbre no cita ni una vez) primero de los residentes becados en 1910, director de uno de sus laboratorios, médico de la Residencia, y subdelegado de la Junta para ampliación de Estudios (JAE) en octubre de 1938. Que se trató una grave epidemia de malaria, con mucho éxito de curación, que se construyó un refugio antiaéreo para proteger a los enfermos, que se publicaba y se investigaba en dicha Residencia, bajo las bombas.
Saca, sorprendentemente unas fotos de Serrano Suñer, brazo en alto, con motivo de su visita a la Residencia en 1941, pero no nos dice que la Iglesia del Espíritu Santo del Opus Dei, sigue actualmente en funcionamiento, con la estatua de Escrivá de Balaguer dentro, y que en el campus del CSIC, sigue el busto del que fuera secretario general del CSIC, el cura del Opus Dei, José María Albareda, y que el antiguo edificio de Física–Química (Rockefeller), lleva el nombre del químico franquista Rocasolano.
Con poca convicción, como obligado, en el segundo 10.07 del video, señala que “en los años siguientes a la guerra civil, disuelta la Junta para ampliación de estudios “la Colina de los Chopos se transformó…”
García Velasco , que como responsable de la Fundación Giner de los Ríos ha participado muy activamente en su destrucción física, se atreva a criticar a los franquistas diciendo que “destruyeron la ILE”, cuando estos por lo menos no se atrevieron a tocar su recinto histórico en 40 años, aunque si destruyeran su memoria y a su historia.
Llama la atención, en la presentación de este libro, que algunos de los participantes dieran su charla en inglés, sin que hubiera traducción simultánea, y que finalmente la autora de la biografía, hiciera referencia a una cita de José García Velasco: “La conciencia histórica tiene que ser crítica no mítica “
Cuando García Velasco, como máximo responsable, desde 1990, viene manteniendo y divulgando una visión un tanto “mítica” del espíritu de la ILE y la Residencia, alejada de la realidad, que es que, los institucionistas lucharon por defender la legalidad republicana, y muchos de ellos, como Luis Calandre Ibáñez, no pensaban que la guerra fuera un “conflicto irracional” sino la respuesta totalmente racional, ante un golpe de estado fascista, que quería y lo consiguió, llevarse por delante todo lo conseguido por ellos con tanto esfuerzo, siendo luego, cruelmente represaliados.
Espero que alguna vez, en la Residencia de Estudiantes se hable y se presenten libros con la valiente y maravillosa historia del Hospital de Carabineros y su refugio antiaéreo (ahora medio destruido ilegalmente) sea rehabilitado, pues aunque es muy interesante la biografía de Walter Starkie, su importancia en la historia de la Residencia es mínima, comparada con la del Dr. Calandre.