Comercio (in)justo con certificación antisindical
América Latina: la involución de un modelo comercial que despertó sueños y esperanzas
En los últimos años, en América Latina ha vuelto a encenderse el debate sobre el Comercio Justo en relación al negocio de las certificaciones y sus vínculos con solapadas estrategias de mercadeo. Para entender cómo estos elementos impactan en los derechos laborales y sindicales de miles de trabajadores y trabajadoras rurales, La Rel conversó con Gilbert Bermúdez, subcoordinador de la Coordinadora Latinoamericana de Sindicatos Bananeros (COLSIBA).
-Comercio justo y certificaciones, derechos laborales y sindicales: ¿qué está ocurriendo en América Latina?
-Es importante que a nivel internacional se comience a hablar y a discutir seriamente sobre ese tema, dejando en evidencia las contradicciones y las mentiras que se han propinado a los consumidores.
Desde la COLSIBA y la Rel-UITA hemos venido criticando el hecho de que la certificación de la actividad de una empresa se haya convertido en un negocio más para las grandes compañías fruteras que venden en Europa y Estados Unidos, para los productores nacionales y los supermercados.
Esos “sellos” han servido para lavarles la cara y mejorarles la imagen pública a muchos empresarios, convirtiéndose en un competidor desleal del movimiento sindical y de su accionar por la defensa de los derechos laborales y sindicales.
-¿En qué quedó el sueño de un Comercio Justo como nuevo modelo de relación comercial y fuente de desarrollo?
-Lamentablemente, aquel sueño por el cual luchamos muchas organizaciones sindicales latinoamericanas, promoviéndolo en Europa y Estados Unidos para que se fortaleciera el movimiento sindical y mejoraran las condiciones laborales, nunca se hizo realidad.
Antes bien, en muchos casos se ha transformado en un freno para el desarrollo del movimiento sindical independiente, solidario y propositivo, y en un aliado incondicional de las certificadoras, eludiendo y dilatando la investigación y resolución de las graves denuncias que presentan los trabajadores.
-¿Desde el movimiento sindical se ha buscado un acercamiento con los mecanismos de certificaciones y normas para tratar estos temas?
-Nunca hemos dejado de buscar un acercamiento. Desde la COLSIBA y la Rel-UITA hemos presentado propuestas muy serias para construir una agenda común con varios de esos mecanismos, entre ellos Fairtrade International (FLO), Ethical Trading Initiative (ETI), Rainforest Alliance, SA 8000 y Flores y Plantas Justas (FFP), pero no hemos logrado nada.
Seguimos teniendo plantaciones y fincas certificadas donde ni siquiera se paga el salario mínimo, donde los trabajadores son despedidos por reclamar sus derechos, donde no se respetan los derechos laborales y el movimiento sindical sigue siendo acosado y perseguido.
-Un Comercio Justo que de “justo” tiene muy poco…
-Es una palabra clave en manos de las empresas, que la han desvirtuado y cooptado, asimilándola e incluyéndola en el paquete de lo que se conoce como la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Se lo está utilizando para encubrir una gran cantidad de injusticias y hasta políticas de criminalización de la acción sindical, como ocurre, por ejemplo, en las fincas de la empresa Las Tres Hermanas en Honduras, que inexplicablemente sigue gozando de la certificación de Rainforest Alliance.
No puede ser que al consumidor se le siga mintiendo de una manera tan descarada. Debemos decirlo muy abiertamente, denunciarlo y desenmascararlo a nivel internacional, y estamos listos para hacerlo.
-¿Cómo se están organizando para enfrentar esta situación?
-Aquí no hablamos de teoría sino de situaciones muy concretas que tienen que ver con el sufrimiento y la explotación del ser humano. En este sentido, estamos recopilando mucho material y llevando a cabo una investigación para sustentar las denuncias que vamos a presentar en los próximos meses.
Además, estamos preparado la 12 Conferencia Latinoamericana de COLSIBA, que se va a desarrollar en Nicaragua a partir del 9 de octubre, en la que vamos a emitir pronunciamientos políticos denunciando esta tan despreciable situación, que con seguridad contará con el apoyo de la Rel-UITA.
* Rel-UITA