Crónicos urbanos. L@s mayores no importan, los ingresos sí

Iñaki Alrui*. LQS. Noviembre 2020

¿Alguien nos puede explicar cómo es posible que la CAM, que tanto mira supuestamente por las residencias de mayores, saque a concurso el centro de Alzheimer Fundación Reina Sofía, con un pliego nuevo de condiciones inferior al antiguo, en donde desaparecen puestos de trabajo como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadoras sociales, gerocultoras, limpieza, lavandería, cocina, mantenimiento, rutas?

Esta pregunta circulaba este pasado jueves 26 por las redes sociales, y se la plantea el personal de la residencia y centro de día Fundación Reina Sofía Alzheimer que ha visto el pliego de concurso público para la gestión del centro de este año, en el que desaparecen varios puestos de trabajo y prestaciones que sí se licitaban en el último pliego que salió a concurso.

“Centro referente de la Comunidad de Madrid destinado a combatir de una manera integral la enfermedad de Alzheimer, abarcando para ello distintos campos de actuación desde un punto de vista multidisciplinar. Es un complejo asistencial pionero especializado en la atención a personas mayores afectadas por la enfermedad de Alzheimer…”

El entrecomillado anterior es lo que dice en su presentación la residencia y centro de día Fundación Reina Sofía Alzheimer, sacado de su página web (1). Al anterior texto de autobombo se le puede sumar lo que dice sobre la residencia la web de la Fundación Reina Sofía (2) en la se puede pasar uno un buen rato leyendo toda una serie de lindezas de bendiciones y autopropaganda que dista mucho de la realidad que ya se vive en esta residencia, y más aun del futuro que le espera si los términos del actual pliego de condiciones se mantienen.

El centro funciona en base a la fórmula de gestión que la Comunidad de Madrid ha venido imponiendo en estos años: el suelo, el edificio, las instalaciones son de propiedad pública. La gestión es totalmente privada, en la actualidad por la empresa CLECE (Florentino Pérez). No es la primera vez que la gestión de esta residencia de mayores es noticia, y no precisamente por su exelencia: en enero de 2019 la Asociación del Defensor del Paciente pidió al fiscal jefe de Madrid su investigación por presunto delito de fraude (3).

El centro cuenta con 156 plazas en residencia, 40 de centro de día y 20 de respiro familiar.

En las condiciones exigidas en el pliego de 2006 se requería un mínimo de plantilla de 165,5 trabajador@s, en el pliego de 2020 esta plantilla mínima pasa a 112,5. En los trabajos del área de servicios para la residencia no se menciona el número de profesionales necesarios para cada departamento, a diferencia del anterior pliego donde se recogían la cantidad mínima para cada departamento: cocina, limpieza, administrativos. Sobre la plantilla de atención sanitaria hay un incremento de personal en enfermería de 0,94 sobre el anterior pliego, en personal medico el pliego actual 2020 reduce un 0,11, en auxiliares de geriatría (gerocultoras) la cifra de personal se rebaja hasta un 5,75. Todos estos datos figuran en el portal de contratación de la CAM (4).
La plantilla actual esta compuesta por 274 trabajadores (con un abanico de porcentaje de jornadas laborales inferiores a las ocho horas, desde el 100% -las menos- hasta una de un 10%) de los que 47 se encuentran en excedencia, otros están en incapacidad permanente o temporal.

Lo peor sigue siendo la hipocresía de la Comunidad de Madrid que, con total desvergüenza, dice una cosa para hacer otra. En esta ocasión es una clara rebaja de la atención y los cuidados para tod@s l@s residentes y usuari@s. Teniendo en cuenta la reciente y traumática experiencia que se ha vivido —se vive— en las residencias por culpa de la pandemia, cuando ha sido públicamente patente que una de las grandes deficiencias de las residencias es la falta de personal en todos los departamentos… ¿Alguien decía que aprenderíamos algo de lo vivido?

Los cuidados de l@s residentes y también de l@s trabajadores se vuelven a poner en peligro y, lejos de solucionarse los problemas existentes, se empeoran más aun: menos fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajador@s sociales, auxiliares de geriatría, limpieza, lavandería, cocina, mantenimiento, rutas… ¿Seguirá habiendo animadores culturales? Otra merma curiosa (vergonzosa) en la nueva licitación es la retirada de los servicios de podología y peluquería, actualmente a cargo del centro, y que ahora se suprime, pasando el coste a l@s residentes.

Todo apunta a un nuevo despropósito de la administración madrileña, para quien las personas mayores no son más que un “producto” que sirve para que sus amigotes saquen tajada de los presupuestos públicos, y se aleja cada vez más de su obligación de proporcionar unos SERVICIOS PÚBLICOS DE CALIDAD.

La trama de las residencias de mayores nos concierne a todas, como sociedad, y de lo que hagamos con nuestra voz o nuestro silencio dependerá nuestro futuro común. De momento, la realidad empieza a superar a la ficción. ¿Hasta donde estamos dispuest@s a aguantar?

Notas:
1.- CAM: Residencia y centro de día Fundación Reina Sofía Alzheimer
2.- Fundación Reina Sofía
3.- Piden a la Fiscalía que investigue si una residencia con enfermos de Alzheimer lleva un año con hormigas y sin pañales
4.- Portal de contracción pública CAM

Más artículos del autor. Miembro del Colectivo LoQueSomos. En Twitter: @IkaiAlo

Síguenos en Facebook: LoQueSomos Twitter@LQSomos Telegram: LoQueSomosWeb Instagram: LoQueSomos