Cuidado, cuidado
El Financiero de El Garaje. LQSomos. Febrero 2016
Este martes hemos sabido por Wolfgang Schäuble, ministro de finanzas alemán, que se están produciendo intensas conversaciones en torno a lo que se llama Bail-in de los bonos estatales.
De lo que se trata es de que si un Estado se encuentra en situación de quiebra -impago de deuda- como ya ha ocurrido en Chipre y Grecia, el rescate (Bail) se producirá por quitas a los tenedores de bonos (in), que pueden ver cómo su valor disminuye o desaparece, y no como hasta ahora por medio de un Bail-out, es decir, un rescate exterior (El Banco Central Europeo, La Unión Europea o el FMI).
¿Y, qué?, dirán Ustedes. Que paguen los capitalistas.
No es tan simple, porque si los tenedores de deuda estatal quiebran, quebrará la Seguridad Social que tiene invertida en bonos estatales gran parte de su hucha. Quebrarán también gran número de fondos de pensión y de inversión, expropiando así a muchos pequeños ahorradores. Quebrarán empresas que no serán pagadas y se producirán despidos.
Y también quebrarán los bancos, que han sido los principales compradores de deuda estatal. A lo mejor a usted no le importa que quiebren los bancos, pero quizás la cosa no esté tan clara si nos paramos a pensar que, a partir de este 1 de enero, si un banco quiebra, sus acreedores serán llamados a cubrir el agujero. Y entre los acreedores se encuentran los depositantes. Y es que el llamado Bail-in bancario ha precedido al Bail-in de los bonos. ¿Ven cómo se van colocando cuidadosamente las piezas? ¿Ven cómo nos van a hacer pagar?
No hace falta tener una mente conspiranoica para imaginar que existen grandes capitales internacionales a los que no les va a importar si la deuda del Reino de España aumenta gracias al gas de la risa del aumento del déficit. Bastará después con aumentar los tipos de interés. Se reconocerá que el Estado es insolvente y entonces se producirá la quiebra y el Bail-in. Nadie vendrá a rescatarnos. Retrocederemos decenios y el país se encontrará a precio de ganga. Entonces no nos rescatarán. Nos comprarán. Y en el camino habremos perdido hasta la camisa.
Se trataría de un plan bastante diabólico, ¿no? A ver si, sin querer, llenos de buenas intenciones, aumentando gastos por aquí o por allí, vamos a favorecer -o incluso formar parte sin darnos cuenta- de un tal plan.
Cuidado, cuidado.
Nada puedo agragar, todo lo habéis dicho. Basta, con que los corderos balaramos antes de ir irremisiblemente al matadero.
Si señor como mínimo hay que tener cuidado. Hay quien dice que podríamos ahorrar hasta 35.000 millones de Euros si se suprimen las Diputaciones y el Senado. ¿Es tentador?. Por ejemplo el dinero destinado a prestaciones por desempleo es menos que eso, exactamente 25.300 Millones de Euros. No hay color a la hora de elegir un gasto u otro.
Y ese es una parte del problema elegir DEMOCRÁTICAMENTE en que se gastan NUESTROS dineros. Otra parte es distribuir mejor los beneficios de las empresas, incluidas las empresas públicas.