Cumbre BRICS: La situación del dólar

Cumbre BRICS: La situación del dólar

Por Pedro Barragán*.

Situación del dólar y del irregular control norteamericano de las instituciones financieras internacionales ante la cumbre de los Jefes de Estado de los BRICS

La hegemonía del dólar estadounidense es hoy, en el mundo, una de las principales fuentes de inestabilidad económica y social. Por una parte, la política financiera norteamericana está provocando la ruina y quiebra de numerosos países en desarrollo; por otra parte, EEUU está utilizando el dólar como una arma geopolítica, mediante el sistema de sanciones unilaterales, contra buena parte de la humanidad (China, Rusia, Irán, Cuba, Venezuela, Corea del Norte y otros países).

Pero, ha sido en el tema monetario, donde las acciones adoptadas por EEUU en el último año contra Rusia en el ámbito de la crisis de Ucrania y utilizando el dólar como un instrumento de castigo, lo que ha generado una incertidumbre general entre muchos países ante el temor de que EEUU pueda utilizar contra ellos el dólar al igual que contra Rusia.

Esta situación ha generado dos tendencias entre los países en desarrollo que, no olvidemos, son la gran mayoría de la población mundial. Se ha comenzado a hablar de la “desdolarización” todos los días y en todos los medios y se ha producido un movimiento de un gran número de países hacia dos organizaciones internacionales: BRICS y Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).

El predominio del dólar: de Bretton Woods a nuestros días

Bretton Woods fue el acuerdo en 1944 que estableció el sistema monetario internacional después de la Segunda Guerra Mundial, por el cual el dólar estadounidense se convirtió en la moneda de reserva internacional.

El dólar estadounidense ha sido desde entonces y hasta nuestros días la principal moneda de reserva del mundo, lo que significa que se utiliza como la principal moneda en las transacciones internacionales y se mantiene en grandes cantidades por otros países como reserva financiera. Este predominio del dólar se debe básicamente a dos factores clave:

1. El poder económico de EEUU: La economía de EEUU es la más grande del mundo y tiene un papel fundamental en la economía global. El dólar se ha mantenido fuerte en gran parte debido a la estabilidad y el crecimiento de la economía estadounidense, lo que lo ha convertido en una moneda confiable y atractiva para inversores y países de todo el mundo.

2. El poder de influencia de EEUU: Poder de influencia política y militar en todo el mundo, lo que les ha permitido promover y defender el uso del dólar como moneda de reserva. Además, muchos países tienen acuerdos comerciales y alianzas políticas con EEUU, lo que les da una razón adicional para mantener sus reservas en dólares.

El aumento de los déficits fiscal y comercial bajo la administración Trump y la política expansiva durante la pandemia de COVID-19 han disparado la inflación y la Reserva Federal se ha lanzado a una agresiva subida de los tipos de interés que ha provocado una fuerte apreciación del dólar, sumiendo a buena parte de los países en desarrollo en graves problemas financieros por el encarecimiento de la devolución de sus prestamos en dólares.

Simultáneamente, esta agresiva política monetaria ha provocado un terremoto entre las instituciones financieras occidentales con la quiebra de tres bancos en EEUU, Silvergate Bank, Silicon Valley Bank y Signature Bank, y el Credit Suisse en Suiza. Además de la pérdida de confianza en otros muchos (Deutsche Bank de Alemania y otros).

El irregular control norteamericano sobre el sistema monetario internacional: Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial (BM)

El Sistema monetario definido en Bretton Woods, además del patrón oro del dólar, creó las instituciones de gobernanza monetaria internacional: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (inicialmente denominado Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento). A diferencia de Naciones Unidas donde cada país tiene un voto, en el caso de estas instituciones monetarias el voto es ponderado por el tamaño económico de cada país. Si nos centramos en el FMI vemos que la Junta de Gobernadores es el máximo órgano decisorio del FMI y está integrada por un gobernador y un gobernador suplente por cada país miembro. Pero el voto de cada miembro depende de la cuota que tiene asignada. En su fundación en 1944 los países desarrollados se atribuyeron la inmensa mayoría de las cuotas de voto en base al criterio de ponderación por el tamaño económico.

Y a partir de ese momento y detentando el control del organismo se han ido negando al derecho al voto de los países en desarrollo según han ido creciendo. La situación al 9 de junio de 2023 (última consultada para este artículo) de las cuotas de voto de los diferentes países es la siguiente:

Estados Unidos tiene establecida una hegemonía institucional en el sector económico y financiero internacional mediante la manipulación de los sistemas de votación ponderada, las reglas y los arreglos de las organizaciones internacionales. La situación es vergonzosa y solo con el control ilegítimo de ambos organismos esta perpetuando una situación de dominio que hace mucho tiempo tendría que haber cambiado de acuerdo con el criterio de ponderar el voto por el tamaño económico. Los países desarrollados que hemos seleccionado en el cuadro tienen una amplia mayoría absoluta para tomar todas las decisiones, a pesar de no contar con el peso económico para hacerlo, ni desde luego con la población mundial de la que solo son una pequeña parte.

Por el contrario, los países BRICS, como más representativos de los países en desarrollo, con una economía superior al grupo occidental anterior solo tienen la tercera parte de votos que ellos. Esta situación afecta a todas las decisiones monetarias que se adoptan y juega directamente en detrimento de los países en desarrollo con políticas monetarias directamente relacionadas con la intervención política en los países en desarrollo en apoyo de la geopolítica norteamericana. Uno de los casos terribles actuales es lo ocurrido en Argentina y la situación en que se encuentra por el préstamo desmedido a este país concedido en vísperas de las elecciones argentinas para intentar apoyar a Macri contra la oposición progresista (“El acuerdo suscrito, de casi 57 mil millones de dólares, resultó ser el más importante de la historia de la Argentina y también de la historia del Fondo, representando 127 veces la capacidad de endeudamiento de nuestro país”, ha indicado el Presidente argentino Alberto Fernández).

(La manipulación del sistema de cuotas del FMI se realiza actualmente a través de una fórmula acordada en 2008 para perpetuar el dominio occidental. Esta arbitraria fórmula o factor de conversión es 0,50 * PIB + 0,30 * Grado de apertura + 0,15 * Variabilidad + 0,05 * Reservas).

Otro ejemplo del dominio descarado de las instituciones financieras internacionales por parte de Occidente es el reparto de las Presidencias del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial: la primera se asigna siempre a un europeo y la del Banco Mundial siempre a un norteamericano.

La posibilidad de que esta situación se normalice a corto o medio plazo es prácticamente inexistente. El cumplimiento de las normas fundacionales del FMI por parte de EEUU, ajustando los derechos de voto de cada país a su tamaño económico real, no solo conllevaría la pérdida del control absoluto que tiene ahora de todas las decisiones que se adoptan en el FMI. La normalización del funcionamiento del FMI a la situación real del mundo hoy supondría para EEUU la pérdida incluso de la sede del FMI y del Banco Mundial en Washington (acordada en 1946 y ratificada en 1978). Pensar que EEUU pueda permitir que le “arrebaten” su control, por muy irregular que sea, de estas instituciones sobre las que ha basado su hegemonía, es algo totalmente incompatible con las políticas imperialistas y de supremacía norteamericanas que están en este momento dispuestas a una guerra total con tal de impedir el crecimiento económico chino. Nunca lo va a permitir.

La situación del dólar hoy

Se están desarrollando señales de desdolarización en la economía global, generando que el dominio global del dólar en las últimas siete décadas se esté viendo debilitado de forma progresiva. La ausencia de alternativas es hoy el principal soporte del dólar para mantenerse en la cúspide del sistema monetario. Las tensiones como consecuencia de los fuertes aumentos de las tasas de interés de EE. UU., tanto en el sistema financiero occidental como en las economías de los países emergentes, y las sanciones que han dejado a Rusia fuera del sistema financiero occidental están impulsando el desafío del dólar a nivel mundial.

Para comprender la situación del dólar es necesario detenernos en la evolución del dólar en los intercambios de monedas en los mercados de divisas, en su evolución como moneda de reserva de los diferentes países, en su forma de bonos norteamericanos como alternativa a los depósitos bancarios y en su uso como medio de pago.

La evolución de los mercados de divisas esta concentrado en pocas divisas y tiene un volumen de $ 6,6 billones diarios. El predominio del dólar es absoluto y muy estable a lo largo de los años.

Para entender la gráfica hay que pensar que en el intercambio entre dos monedas siempre intervienen las dos monedas, por lo que la suma de los porcentajes de intervención de cada moneda en las transacciones suma 200 % en lugar de 100%.

La participación del dólar en la suma de todos los mercados de divisas sobrepasa el 85 %, esto es que más del 85% de las transacciones han sido entre el dólar y otra moneda. El comportamiento del resto de monedas se caracteriza por la caída progresiva del euro y del yen japonés, el mantenimiento de la libra esterlina y el crecimiento de las monedas de los países emergentes, destacando el yuan o renminbi chino que ha pasado de menos del 1 % a más del 7 %. Este predominio del dólar en los mercados de divisas se explica, en parte, por la utilización de esta moneda como vehículo para las transacciones entre monedas que no tienen cotización actualizada para su par (por ejemplo, para cambiar un dinar por pesos). Este uso explica, de acuerdo con el Banco de Pagos Internacionales el 40 % de la facturación del dólar.

La utilización del dólar es muy superior a la participación de EEUU en el comercio mundial y de su PIB como porcentaje del mundial. Esta importancia destaca sobremanera en el volumen de las transacciones de divisas que hemos visto y tiene también un papel decisivo en las reservas de divisas de los países. Y es en este apartado de las reservas de divisas donde se observa una clara tendencia de caída del dólar como moneda de reserva oficial que, aunque mantiene el primer puesto mundial, viene reduciéndose durante los últimos 20 años. Esta caída se ha acelerado el último año como consecuencia de las sanciones contra Rusia. Estas reservas se situaban en el cuarto trimestre de 2022 en el 58 % del total, pero ajustando a los tipos de cambio la caída es aún mayor, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico de Reuters.

La caída del dólar en las reservas monetarias mundiales, en términos reales, ha sido muy rápida en la segunda parte del año pasado, como consecuencia de las sanciones contra Rusia que han llevado a un replanteamiento de diversificación a otras monedas en países como Arabia Saudita, China, India y Turquía.

Veamos la evolución del dólar en su forma de bonos del Tesoro norteamericano. Los bonos se utilizan tanto como mecanismo de reserva monetaria de los gobiernos como de garantía de depósito en cuasi-efectivo para las empresas, al disponer de una mayor garantía que los depósitos bancarios. El tamaño, la liquidez y la facilidad de operación de los bonos del Tesoro de EEUU lo convierten en un refugio seguro para el dinero.

La polémica durante el mes de mayo de este año 2023 sobre el techo de la deuda de EEUU entre el Congreso republicano y el Presidente demócrata no afecta a la liquidez y seguridad de los bonos, aunque abre una negra nube a medio plazo sobre la capacidad del país para financiar una deuda que no para de crecer en términos de porcentaje sobre el PIB y que sobrepasa el 130 %.

La evolución de los bonos del Tesoro norteamericano en manos internacionales es la siguiente:

Entre enero de 2018 y marzo de este año 2023, al margen del crecimiento del Reino Unido por su política del Brexit, destaca la fuerte caída de China que deja de ser el primer tenedor de bonos norteamericanos al reducirlos en una cuarta parte y la también bajada de Brasil.

El uso del dólar como medio de pago lo abordamos a continuación.

El uso del dólar contra Rusia

El dólar estadounidense es la moneda de reserva global dominante y se utiliza ampliamente en el comercio y las transacciones internacionales. Esta posición dominante del dólar estadounidense ha permitido a EEUU utilizar su influencia económica y financiera para aplicar sanciones a otros países, como lo ha hecho en el caso de Rusia.

Las amplias sanciones de EEUU a Rusia a raíz de la crisis entre Rusia y Ucrania se han centrado en la restricción del acceso de Rusia a los mercados financieros internacionales y al sistema financiero global. En concreto han supuesto la congelaron de los activos en el extranjero de las instituciones financieras de Rusia y la ruptura de la conexión entre el sistema SWIFT y la mayoría de los bancos rusos. (SWIFT es una organización con sede en Bélgica, propiedad de los bancos miembros y controlada por las grandes instituciones occidentales, que se utiliza para realizar la mayoría de las transacciones internacionales en el mundo).

El uso del dólar estadounidense como instrumento de sanciones ha sido efectivo debido a la posición dominante del dólar en el sistema financiero global. Las sanciones impuestas por EEUU y otros países occidentales han tenido un impacto significativo en la economía rusa, en particular en su capacidad para acceder a los mercados financieros internacionales y a los flujos de inversión.

Como respuesta, Rusia ha buscado reducir su dependencia del dólar en sus transacciones internacionales, aumentando sus reservas de oro y firmando acuerdos con otros países para realizar transacciones en monedas locales, como el rublo, el yuan chino y el euro.

Esta situación ha enviado una advertencia al resto del mundo sobre los riesgos de que EEUU use el dólar como una herramienta para obtener ganancias geopolíticas. Cuanto más adopte EEUUmedios hegemónicos para lograr sus propósitos, más ansiosa estará la comunidad internacional por deshacerse de la excesiva dependencia del dólar.

Ante el riesgo de verse arrastrados a sanciones similares en el futuro por la hegemonía del dólar, gran parte de los países del mundo han empezado a buscar el reemplazo del sistema SWIFT para evitar la coerción monetaria de EEUU.

El dólar ha seguido la misma suerte que el resto de marcas y empresas occidentales con las sanciones a Rusia: La salida de occidente de Rusia simplemente ha dejado el mercado libre a las monedas y empresas no occidentales. Las sanciones ni han provocado una crisis económica en Rusia ni un bloqueo de sus ventas de productos energéticos (gas, petroleo, etc.), que en 2022 han crecido respecto a 2021. Las empresas y bancos rusos se han visto obligados a reducir su dependencia del dólar y han buscado formas de utilizar otras monedas en las transacciones internacionales, comenzando a utilizar el euro o el yuan chino en lugar del dólar.

Pero en el caso del dólar no ha sido solo que Rusia se ha visto obligada a no poder utilizarlo en sus transacciones con otros países y consecuentemente el dólar ha perdido esa cuota de mercado, sino que el resto de países han comenzado un proceso paulatino de sustitución del dólar tanto como moneda de intercambio comercial como de moneda refugio.

¿Cuál es la razón por la que el uso del dólar norteamericano cae tan lentamente y el uso del yuan no crece con mayor rapidez?

Hemos visto la tendencia descendente del dólar en el sistema monetario y la entrada del yuan en el mismo. La evolución del yuan en detalle es la siguiente:

El avance del yuan es un avance lento y que, además, en las transacciones internacionales de divisas no se realiza en detrimento del dólar.

China, como un país en vías de desarrollo, necesita mantener un nivel intermedio de convertibilidad de su moneda. El gobierno chino ha utilizado estos controles para mantener la estabilidad financiera, controlar los flujos de capital y proteger su economía de posibles impactos externos de la política agresiva de EEUU. Estamos en una fase de liberalización de la convertibilidad del yuan pero aún sobreviven algunos controles sobre esta convertibilidad. Enumeramos los principales, no sin decir de antemano que ante la velocidad de la liberalización es difícil saber con exactitud el nivel de cada uno de ellos en el momento de escribir estas notas:

• Tipo de cambio administrado: El Banco Popular de China (PBC), el banco central del país, controla el tipo de cambio del yuan. Establece una tasa de referencia diaria y permite que el tipo de cambio fluctúe dentro de un margen determinado. El PBC puede intervenir en el mercado de divisas para influir en el valor del yuan y evitar movimientos bruscos.
• Cuotas de intercambio: China ha establecido un sistema de cuotas para regular los flujos de capital transfronterizos. Esto implica que las empresas y los individuos deben obtener permisos y cumplir con ciertos requisitos para convertir el yuan en otras monedas extranjeras y viceversa. Las cuotas pueden variar dependiendo del propósito y la naturaleza de la transacción.
• Control de cuentas de capital: China tiene restricciones sobre las transacciones de cuentas de capital, lo que limita la capacidad de las personas y las empresas para mover grandes cantidades de dinero dentro y fuera del país. Esto incluye restricciones sobre las inversiones extranjeras, la repatriación de beneficios y la adquisición de activos extranjeros.
• Control de transacciones transfronterizas: El gobierno chino también ejerce un control estricto sobre las transacciones transfronterizas en yuanes. Las autoridades supervisan y regulan las transacciones comerciales, la inversión extranjera y otros flujos de capital para mantener la estabilidad financiera y evitar salidas masivas de fondos del país.

Ahora bien, al mismo tiempo que protege la economía y la moneda de China, esta no plena convertibilidad del yuan frena la internacionalización de la moneda.

Pero no es solo la aún no plena convertibilidad del yuan el freno a la internacionalización del yuan. Son también los riesgos de esta internacionalización. Recogemos la opinión de Zoltan Pozsar, estratega jefe de Credit Suisse para los tipos, en un artículo publicado en enero en el Financial Times: “China ha cambiado la estrategia mediante la cual internacionaliza el yuan. Dado que las sanciones financieras se aplican a través de los balances de los bancos occidentales, y que estas instituciones forman la columna vertebral del sistema de corresponsales bancarios que sustenta el dólar, utilizar la misma red para internacionalizar el yuan puede entrañar riesgos. Para evitarlo, se necesitaba una nueva red”. Esta opinión de Pozsar muestra claramente los riesgos de China en la situación actual.

Frente a todo ello, la actuación de China para lograr la internacionalización del yuan se está desarrollando sobre tres ejes principales. Por una parte, a través de acuerdos bilaterales con bancos centrales de otros países, fundamentalmente de países en desarrollo, con un intercambio de divisas y que permiten garantizar la plena convertibilidad en las operaciones comerciales entre ambos países. Un ejemplo de esta política, además de la más conocida de Brasil, es el caso de Argentina: En abril, el Ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa escribía en Twitter “Activamos el swap con China junto al embajador Zou Xiaoli, empresarios y cámaras del sector, lo que nos permite pagar en yuanes las importaciones con dicho país y reemplazar 1.040 millones de dólares en abril y 790 millones a partir de mayo”.

China ha firmado tratados bilaterales de intercambio de divisas con docenas de sus socios económicos. Como resultado, en marzo el yuan se convirtió en la moneda más utilizada para transacciones transfronterizas en China, superando al dólar por primera vez. Los datos oficiales mostraron que el yuan se utilizó en el 48,4 por ciento de todas las transacciones transfronterizas, mientras que la participación del dólar cayó al 46,7 por ciento. Los pagos y recibos transfronterizos en yuanes aumentaron a una cifra sin precedentes de 549.000 millones de dólares en marzo desde los 434.500 millones de dólares de febrero.

El segundo instrumento de internacionalización del yuan que está desarrollando China es el yuan digital. Es evidente la ventaja a nivel mundial de China en la moneda digital que ya circula en numerosas ciudades. El uso de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) permitirá eludir el sistema bancario occidental. En palabras del estratega jefe de Credit Suisse, Zoltan Pozsar, en el artículo mencionado y refiriéndose a China, “la red emergente basada en los CBDC, reforzada con líneas bilaterales de intercambio de divisas, podría permitir a los bancos centrales del este y el sur del mundo actuar como agentes de cambio para intermediar los flujos de divisas entre los sistemas bancarios locales, todo ello sin hacer referencia al dólar ni tocar el sistema bancario occidental”.

El año pasado, de acuerdo con Global Times, la moneda digital de China fue el token más negociado en un programa piloto de $ 22 millones para liquidar operaciones transfronterizas, según un informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS).

El tercer instrumento de internacionalización del yuan y de protección frente a la manipulación occidental del sistema de pagos, la plataforma de mensajería interbancaria SWIFT basada en dólares, es el sistema de pago y mensajería interbancaria de desarrollo propio de China basado en el yuan, el Sistema de pago interbancario transfronterizo (CIPS), utilizado para la liquidación del comercio mundial de bienes y servicios, la financiación de la inversión transfronteriza y para las remesas individuales. Con el apoyo del Banco Popular de China (PBC) el CIPS se lanzó en 2015 para internacionalizar el uso del yuan. El año pasado, el sistema procesó más de 96,7 billones de yuanes (14,1 billones de dólares), con más de 1.420 instituciones financieras en 109 países y regiones que ya se habían conectado a la plataforma CIPS.

El avance de la desdolarización

Una de las razones más directas detrás de la tendencia mundial a la desdolarización es que EE. UU. ha estado utilizando cada vez más la hegemonía del dólar estadounidense como arma para imponer sanciones económicas y represión política. Y esta tendencia ha tenido una aceleración muy importante como consecuencia de las sanciones a Rusia.

De esta forma, la desdolarización se ha convertido no solo en una medida necesaria para que los países eviten los riesgos monetarios y financieros y aumenten el rendimiento de los activos, sino que tras las sanciones a Rusia también se ha manifestado como una opción inevitable para mejorar la seguridad financiera nacional, especialmente la seguridad de los activos en el extranjero.

Se han enumerado ya en numerosos artículos los diferentes hitos de desdolarización que se vienen produciendo a lo largo del año. Vamos simplemente a mencionar como más importantes los que se están produciendo en Brasil, Venezuela, Bolivia, Malasia, Egipto, Irán, Pakistán, Corea del Sur, Indonesia, India, Bangladesh, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Argentina, Kenia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunéi, Vietnam, Laos, Myanmar y Camboya. Todos estos hitos se refieren a la desdolarización en el ámbito de los medios de pago, esto es a dejar de utilizar el dólar en la facturación y pago de los servicios y bienes del comercio internacional utilizando en su lugar monedas locales u otras monedas diferentes al dólar.

De acuerdo con la información del Banco de Pagos Internacionales (BIS) la participación del dólar en la facturación internacional (trade invoicing) se encuentra en torno al 50 %. Añadimos nosotros que esta cifra señala que estamos en una clara fase de declive desde comienzos de siglo.

En este ámbito, podemos afirmar que los hechos están demostrando que la hegemonía del dólar estadounidense puede romperse. Que son muchas las incertidumbres sobre el panorama monetario y financiero internacional y que es en medio de estas incertidumbres donde se hace patente la necesidad de que las economías emergentes fortalezcan la cooperación financiera y monetaria, abordando conjuntamente los desafíos globales y manteniendo la estabilidad financiera al margen del dólar.

Los BRICS como alternativa al sistema monetario dominado por el dólar

BRICS es un acrónimo que representa a un grupo de países emergentes: Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica. Estos países forman parte de BRICS, una asociación de naciones que busca promover la cooperación y el diálogo entre ellos en diversas áreas, como la economía, la política y la cultura.

El grupo BRICS fue creado en 2006 y se formalizó en 2009 con la inclusión de Suráfrica. Desde entonces, los líderes de estos países se reúnen anualmente en una cumbre BRICS para discutir temas de interés común y fortalecer la colaboración entre ellos.

Los países BRICS representan una parte significativa de la población mundial, los recursos naturales y el producto interior bruto (PIB) global. El grupo de naciones BRICS representa un tercio de la producción económica mundial, y su producción combinada es mayor que las economías del Grupo de los Siete (G7) (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).

Además, BRICS ha creado instituciones financieras como el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), también conocido como el Banco de Desarrollo BRICS, que tiene como objetivo proporcionar financiamiento para proyectos de desarrollo en los países miembros y en otras economías emergentes y en desarrollo. El Banco de Desarrollo BRICS es una alternativa directa a las estructuras transnacionales como el FMI y el Banco Mundial.

En estos momentos hay siete países que han solicitado su incorporación a BRICS: Argentina, Irán, Arabia Saudita, Argelia, Egipto, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos.

Han expresado interés en unirse, entre otros, los siguientes países: Bangladesh, Bielorrusia, Zimbabue, Kazajstán, México, Nigeria, Nicaragua, Pakistán, Senegal, Siria, Sudán, Tailandia, Túnez, Turquía y Uruguay.

También funciona el formato BRICS+, con países amigos invitados a la cumbre anual como observadores. El año pasado participaron los jefes de Estado de Argentina, Egipto, Irán, Indonesia, Kazajstán, Camboya, Malasia, Senegal, Tailandia y Uzbekistán.

El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) es un banco de desarrollo multilateral orientado a la cooperación Sur-Sur, establecido y dirigido por economías en desarrollo y emergentes. La estructura de gobierno del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) es radicalmente diferente a la del Banco Mundial. Todos sus miembros tienen los mismos derechos de voto y ningún país tiene derecho a veto. Nada que ver con lo que hemos analizado al hablar de las instituciones financieras internacionales del FMI y el BM. En términos de inversión y financiamiento, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) utiliza las monedas locales de los países miembros, lo que reduce efectivamente el riesgo de tipo de cambio de los proyectos de préstamo e impulsa los mercados de capital locales.

Arabia Saudita también está interesada en unirse al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y su adhesión ampliará los horizontes del Banco que podrá financiar más proyectos en monedas nacionales, fortaleciendo los mercados nacionales y protegiendo a los clientes del riesgo de las fluctuaciones del tipo de cambio.

De acuerdo con las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores de Suráfrica, en la reunión de Jefes de Estado en Johannesburgo el próximo 22 de agosto está previsto discutan la viabilidad de introducir una moneda común. Esta decisión supondría una gran alternativa frente a la hegemonía del dólar. Sin embargo, la creación de una moneda unificada para un grupo de países lleva mucho tiempo y no parece probable que pueda ser un objetivo a corto plazo. Una alternativa posible es la creación de una unidad monetaria diseñada para su uso exclusivo en el comercio internacional y sin reemplazar a las monedas locales.

Sea cual sea el nivel de los acuerdos que se adopten en la cumbre de agosto en Suráfrica, es patente el avance en el proceso de desdolarización del sistema financiero internacional y el nacimiento de un nuevo paradigma en el mundo de las finanzas capaz de organizarse de una forma cooperativa entre todos los países, sin la hegemonía norteamericana, orientada al apoyo de los países del sur y estableciendo políticas de gobernanza social basadas en el respeto a los diferentes sistemas sociales y políticos de cada país.

* Pedro Barragán es economista. Miembro de Cátedra China, temática que deja reflejada en su blog personal. Es editor de la web Archivo de la Transición.
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