Decadencia

No os quejéis, colegas. La ridícula y asombrosamente feroz decadencia de nuestras élites nos permite revivir la caída del imperio romano entre móviles y turismo de masas. Regocijaos entonces (y buscaos un casco). Jesús Gómez Gutiérrez
No os quejéis, colegas. La ridícula y asombrosamente feroz decadencia de nuestras élites nos permite revivir la caída del imperio romano entre móviles y turismo de masas. Regocijaos entonces (y buscaos un casco). Jesús Gómez Gutiérrez