Como rememoramos en su día, en enero de 1973 Bruce Springsteen lanzó su disco debut, “Greetings from Asbury Park, N.J.”. En ese momento, el álbum no fue un éxito comercial y generó comparaciones inevitables con lanzamientos paralelos con otros discos de relevante impacto, como los lanzamientos de Bob Dylan y unos desconocidos pero pujantes Aerosmith
Su segundo álbum, “The Wild, The Innocent & the E Street Shuffle”, se lanzó sólo 10 meses después y fue éste el que estableció el sonido por el que Bruce Springsteen llegaría a ser conocido y convertido en todo un referente de la nueva generación que llegaba al rock a comienzos de los 70.
Si no me equivoco, también fue la primera vez que la E Street Band fue mencionada con ese nombre. Este es un disco completo de la banda y esta formación incluyó a los miembros que llegarían a ser tan legendarios cono el propio Springsteen, como Clarence Clemons, Danny Federici -ambos fallecidos, tristemente- y Garry Tallent. Estos tres miembros realmente fueron la base del sonido de E Street Band.
Lo reconozco, en ocasiones puede resultar gratuito rememorar la edición de un disco simplemente por que se cumplan 30, 40 ó 50 años de su puesta a la venta, y eso es algo que explotan de manera en muchas oportunidades de manera me atrevería a decir que indecente las compañías de discos, en especial las grandes multinacionales del sector.
Pero este no es el caso. “The Wild, The Innocent & the E Street Shuffle” es un álbum sin el cual no puede entenderse la evolución de Bruce Springsteen como letrista, compositor e intérprete y en cierto grado, marca mucho lo que será su consagración definitiva con “Born To Run”. Independientemente de que no lograse grandes ventas, analizando su carrera en una suerte de retrospectiva crítica, este álbum y en ello comparto el análisis de muchos críticos y expertos en Springsteen, da las claves que luego harán de un disco como “Born To Run” el álbum que le consagrará definitivamente como uno de los nombres que marcan la historia del rock de los años 70 sin provenir de la década anterior.
Jon Landau: “Vi todo lo que había sido mi historia del rock ‘n’ roll pasar ante mis ojos, y vi algo más: vi el futuro del rock y su nombre era Bruce Springsteen. Y en una noche en la que necesitaba sentirme joven, él me hizo sentir como si estuviera escuchando música por primera vez”.
Bien es cierto que Landau dijo esto tiempo después de la edición de este segundo álbum, pero encaja a la perfección con la sensación que produjo en quienes escucharon este disco y/o le vieron en las actuaciones que hizo presentando estas canciones. Más visionario fue, una vez más, Robert Christgau, que escribió sobre él en “The Village Voice” en noviembre de 1973: “Este tipo puede que aún no sea Dios, pero tiene su camiseta sin mangas en el ring”.
Musicalmente, el análisis de este álbum con toda seguridad daría para un artículo de mucha mayor extensión de la que disponemos en esta página, pero no obstante quiero señalar recordando este aniversario alguna de las mejores canciones de este disco así como algunos datos muy reveladores sobre la importancia que este disco va a tener en la trayectoria de Bruce Springsteen.
En alguien que aunque desde una actitud, una personalidad y una forma de pensar América aconvencional y crítica con el discurso triunfalista del American Way Of Life tan destacada como Bruce Springsteen, no podía faltar una pieza como “4th Of July, Ashbury Park (Sandy)”, cuya letra dice: “Sandy, los fuegos artificiales suenan sobre Little Eden esta noche”. El escritor Ariel Swartley considera que los versos de la canción representan al narrador como una especie de “adolescente perdedor que está arruinando sus posibilidades con la chica”. Ciertamente, no puede dejar de contarle sus fracasos con otras chicas, en especial la camarera que se cansó de él, con sus cálidos y tristemente románticos coros. La influencia de Van Morrison resulta muy obvia en esta canción, ya que su ambientación es muy similar a la que envuelve la mirada que el irlandés arroja sobre su Belfast natal en canciones como “Cyprus Avenue” y “Madame George” de su clásico trabajo de 1968, “Astral Weeks”.
“Rosalita (Come Out Tonight)” es una sentida historia de amor prohibido entre el narrador y Rosalita, cuyos padres desaprueban su estilo de vida rockero. “Ahora conozco a tu mamá / sé que no le gusto porque toco en una banda de rock and roll/ y conozco a tu papá / a él no le caigo bien, porque nunca entendió mi forma de vivir”. Esta canción sería el modelo del gran éxito de la E Street Band y allanó el camino para “Born To Run”.
Por cierto ¿negaría Loquillo que sus célebres estrofas de “Tu madre no lo dice / pero me mira mal / ¿quién es el chico tan raro que el que vas? / cualquier noche los gatos / de tu callejón / maullarán a gritos esta canción / porque yo tengo una banda de rock´n´roll” no están –sabiamente y honestamente- inspiradas en Bruce Sprinsteeen y la historia de “Rosalita (Come Out Tonight)”?
“Kitty’s Back” y “Wild Billy’s Circus Story”, además de su hermosa “Incident On 57th Street”, lo más reseñable de este segundo trabajo que fue grabado por Springsteen con la E Street Band en los 914 Sound Studios en Blauvelt, Nueva York, donde también grabó su álbum debut “Greetings From Asbury Park”. Alcanzó el puesto 59 en la lista de álbumes de Estados Unidos y esta discreta posición en charts parece increíble vista con la mentalidad de hoy, pero hay que entenderlo en el contexto de su época.
En 1973 es muy probable que Bruce Springsteen fuera el futuro del rock’n’roll, pero aún no era su presente. Este segundo álbum, “The Wild, The Innocent & The E Street Shuffle”, el primero en mostrar realmente a la E Street Band, obtuvo excelentes críticas pero sus cifras de ventas quedaron muy por debajo de lo esperado.
Rico en historias que se mitifican a sí mismas sobre los chicos y chicas frustrados de los días y noches del agradable paseo marítimo de Asbury Park, presentó una faceta del Boss que ahora entendemos y nos parece coherente con su trayectoria. Pero el éxito no estaba llegando.
Parece impensable ahora, pero a principios de 1974 Bruce Springsteen estaba contra las cuerdas. A pesar de las críticas favorables, sus dos primeros álbumes se vendieron mal y su sello, CBS, no estaba convencido de que tuviera futuro en el rock.
Con su carrera en juego, Springsteen era consciente de que tenía que dejar su huella, pero no sabía cómo. Afortunadamente, lo logró con “Born To Run”, pero sin este disco, su clásico de 1975 no hubiera sido tal. Escúchenlo y compruébenlo.