El método D’Hondt ¿Qué es eso?
Por Selodi Gasan Adie.
En algún momento pre y post electoral todas hemos oído hablar del conocido como método D’Hondt, también llamada ley d’Hondt, una compleja fórmula matemática que reparte los escaños dentro de una circunscripción, ideada en 1878 por el jurista belga Victor d’Hondt.
Es el método electoral que se utiliza en el reino de España para repartir diputadas o concejalas entre las candidaturas de forma (supuestamente) proporcional al número de votos obtenidos. Un método de promedio mayor para asignar escaños en los sistemas de representación proporcional por listas electorales, los métodos de promedio mayor se caracterizan por dividir mediante sucesivos divisores los totales de los votos obtenidos por los distintos partidos, dando secuencias de cocientes decrecientes para cada partido y asignando los escaños a los promedios más altos.
Tras las votaciones del domingo 23 de julio, los 350 escaños del Congreso de los Diputados se repartirán de acuerdo a la aplicación de este método.
Los escaños se reparten en relación a la población, pero otorgando una mayor representación de la que corresponde a las circunscripciones con menos habitantes.
Las 50 provincias representan una circunscripción y tiene asignados un mínimo de dos diputados, menos Ceuta y Melilla, que tienen solo uno, las circunscripciones van sumando escaños proporcionalmente a su población, hasta completar los 248 asientos restantes, se divide el número total de votos obtenidos por cada partido entre el número de escaños que se reparten en la provincia, es decir, la cantidad total de votos de cada formación se divide por 2, por 3, por 4, por 5… y así hasta llegar al número de escaños, una vez hecha esta división se otorgan los escaños a los cocientes mayores según un orden decreciente.
¿Es un sistema justo?
Pues digamos que NO, desde luego no recoge el lema de “una persona, un voto”, pues todos los votos no valen los mismo. Beneficia a las grandes mayorías, el famoso bipartidismo, y castiga a los partidos o coaliciones más pequeños de ámbito estatal, también beneficia a organizaciones de ámbito más local.
Para conseguir un diputado en Madrid o Valencia, donde se reparten 37 y 16 escaños, respectivamente, se necesitan 4 veces más votos que en Soria o Teruel, con 2 y 3 escaños cada una. Por tanto, se puede dar el caso de que partidos con más de 200.000 votos en el total del estado pueden quedarse fuera del Congreso y otros con los mismos apoyos concentrados en pocas provincias pueden llegar a obtener grupo parlamentario.
O sea que en el reino de España la repercusión del voto de cada ciudadano se mide en función de la circunscripción electoral que le corresponde, es decir, la provincia en la que esté empadronado. Ese valor se calcula en función del número de votos válidos que se recuenten en esa provincia y el número de diputados que se elijan en las listas de esa circunscripción. ¿Vale más un voto de una provincia que de otra?
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