Foro Social de la Comunicación
Ni uno sola de las amenazas que las oligarquías mediáticas descargan contra los pueblos puede ser combatida, y superada, de manera aislada ni de manera simplista. Ha sido dicho mucho en materia de diagnósticos y en materia de pronósticos… no ha sido dicho (ni hecho) lo suficiente en materia organizativa.
Todas las carencias que los pueblos tienen en materia de comunicación, son hoy problemas de seguridad nacional. Las ofensivas políticas e ideológicas de los monopolios trasnacionales, responsables de mercantilizar la comunicación, han dejado su huella indeleble en todos los golpes de estado, las invasiones y las guerras sufridas por la especie humana desde el nacimiento mismo de la modernidad. Con el avance de las tecnologías para la comunicación hemos visto, paradójicamente, ofensivas de la degradación y del retroceso acelerados hasta el punto de parir formas de guerra ideológica, terrorismo mediático y esclavitud de conciencias, inéditas. Esto es ya insoportable.
No obstante los miles de ejemplos que, ya de ordinario, se citan como expresiones de una guerra de cuarta generación contra los pueblos y contra la clase trabajadora, nos ha costado mucho esfuerzo elevar el nivel de nuestras acciones para ascender de la observación a la transformación y esta sólo puede iniciarse efectivamente si afincamos lo necesario para garantizar tareas organizativas. Bien vendría impulsar, por ejemplo, con un Foro Social de la Comunicación internacionalista, abierto, participativo, dinámico, multidisciplinario y activista… que diera base y brújula a una Cumbre de la Comunicación con, por ejemplo, los presidentes de la ALBA.
Un Foro Social de la Comunicación que tenga por materias indispensables las tareas organizativas internacionalistas más claras en la ruta de atender, con prioridad de prioridades, todas nuestras debilidades y asimetrías. Por ejemplo las que arrastramos en materia de dependencia tecnológica; los atrasos, y a-sincronías, jurídicos y políticos; las deficiencias y flaquezas en materia educativa y epistemológica… y especialmente la lucha por la emancipación de las agendas, el nacimiento de las “fábricas de contenidos”, es decir, la independencia semántica en la independencia económica y política.
Ya es hora de activarnos, de dar pasos concretos, de no quedarnos quietos ni silenciados cuando la burguesía mundial hace su tarea y se reorganiza para aniquilarnos de pensamiento, palabra y obra. Es un clamor mundial, continental y nacional que exige acción directa para subsanar nuestros atrasos y debilidades comunicacionales, en todas partes. Es hora, impostergable, de entender que la Revolución Socialista, que recorre el mundo, no podrá avanzar si no, también, gesta y prospera en una Revolución Comunicacional en manos de los trabajadores, las organizaciones sociales, los colectivos independientes, los medios alternativos y comunitarios, los estudiantes, la prensa obrera y los partidos con verdadera vida democrática interna consagrados, irreprochablemente, a luchar al lado y por la clase trabajadora… en suma en la construcción del Socialismo. No dejemos que nos hunda la avalancha de silencio con que el capitalismo quiere sepultarnos.