Franco, ¿neutral?
Javier Coria*. LQSomos. Abril 2016
“Franco, ¿neutral?” es una exposición del Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya que se cuestiona el mito de la neutralidad del franquismo durante la Segunda Guerra Mundial.
¿Fue neutral la España franquista durante la Segunda Guerra Mundial? Esta es la pregunta que sirve como tesis para la nueva exposición del Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya que, hasta el 28 de octubre de 2016, se podrá visitar en la nueva sede de dicho memorial, en la calle Peu de la Creu, 4 (Barrio del Raval).
Recuerdo que en la escuela y los libros de texto, yo soy de los que “fui a EGB”, se nos decía que gracias a Franco no entramos en la conflagración bélica que enfrentó a los Aliados y a las Fuerzas de Eje, desde 1939 hasta 1945. Esta supuesta neutralidad ha llegado hasta nuestros días, donde no faltan libros, documentales y especialistas que refuerzan esta idea. Pero la historiografía demuestra que, de hecho, esa neutralidad nunca existió. Cierto es que el franquismo adoptó la posición de neutralidad, que luego cambió por el estatus diplomático de no beligerancia, tras la entrada de Italia en la guerra el 10 de junio de 1940, pero también es bien cierto que el régimen franquista tomó partido primero con la Alemania de Hitler, y poco después por la Italia de Mussolini y el Japón del emperador Hirohito. Como es sabido, el entendimiento de Franco con Hitler y Mussolini provenía de la Guerra Civil española, y esta colaboración no terminaría hasta las etapas finales de la guerra, a punto de ser derrotadas las fuerzas del eje por los aliados.
En el encuentro de Franco y Hitler en Hendaya se acordó la creación de la División Azul, un cuerpo de 50.000 voluntarios que fueron a luchar junto a las tropas nazis en la invasión de Rusia. Muchos de esos pretendidos voluntarios en realidad fueron forzados. Se les prometía la conmutación de pena de un familiar prisionero de guerra o preso político. El profesor de Historia Contemporánea, José Luis Rodríguez Jiménez, de la Universidad Rey Juan Carlos, desarrolla esto en el trabajo de larguísimo título:
“Ni División Azul, ni División Española de Voluntarios: El personal forzado en el cuerpo expedicionario enviado por Franco a la URSS”
Mediante imágenes, mapas, libros y publicaciones de la época se trata de esto y mucho más en la exposición. Entre otras cosas, veremos cómo, después de que España oficialmente se declarase neutral el 5 de septiembre de 1939, Franco reunió a la Junta de Defensa Nacional con el objetivo de preparar las fuerzas armadas para la intervención bélica al lado de Alemania. Se adoptaron planes para atacar a Gibraltar y la parte francesa del protectorado de Marruecos, así como el bloqueo marítimo de la zona francesa del Mediterráneo, y la línea británica del Atlántico. Quizá, hay polémica sobre ello, todo esto se truncó al no aceptar Hitler las reivindicaciones del: “Por el Imperio hacia Dios”, que no era más que los deseos imperialistas del franquismo sobre apoderarse de los territorios de Gibraltar, Marruecos, la región de Orán, en Argelia, o áreas del África Occidental y Ecuatorial. Otro de los apartados trata sobre la presencia nazi y fascista en España y Catalunya durante la guerra, o sobre la influencia del nazismo y del fascismo en la dictadura franquista. También se trata de la política franquista en relación a los refugiados de guerra y sobre la deportación de republicanos españoles a los campos de concentración nazis. Y sobre los casos de unos pocos diplomáticos españoles, casos aislados, que ayudaron a los judíos a escapar del holocausto.
“Tras los Pirineos no hay españoles”
Franco llegó a decir que “tras los Pirineos no hay españoles”, una forma de justificar su colaboración con el régimen nazi en el exterminio de españoles en los campos de concentración. Los republicanos, anarquistas, comunistas, socialistas, etc., llevaban en los campos el triángulo rojo de presos políticos, y algunos el triángulo azul de apátridas. Hasta eso les quiso arrebatar el régimen franquista. Esto lo saben bien los abogados del equipo Nizkor, que son acusación particular en el procedimiento abierto en la Audiencia Nacional por el caso de los españoles internados en Mauthausen y contra los guardianes y jefes del campo de concentración. En su día, uno de estos abogados, Antonio Segura, nos contó en un acto en la misma sede del Memorial Democràtic:
“Al principio no lo dijimos, pero nuestra querella iba por el Estado español, por haber sido cómplice con el régimen nazi y el régimen fascista italiano a la hora de exterminar a españoles en los campos de concentración. Introducimos una prueba, junto a muchas más, que es el memorándum del embajador alemán en Madrid, de 8 de agosto de 1940. En ese memorándum se habla de las conversaciones del embajador con Franco y con Serrano Suñer. Éste “compañero” del ilustre colegio de abogados de Madrid fue transcendental para conocer lo que pasó en Mauthausen y para conocer el sistema de impunidad. También presentamos la carta de Franco a Mussolini de 15 de agosto de 1940; la nota de la conversación entre el führer y el ministro del Interior Serrano Suñer, del 17 de septiembre de 1940; la carta de Franco a Hitler, de 22 de septiembre de 1940; la carta de Suñer a Von Ribbentrop, ministro de Hitler, del 10 de octubre de 1940; las notas de la conversación de Franco con Hitler en Hendaya, del 23 de octubre de 1940… todas esas pruebas están ahí, los alemanes son personas muy precisas y lo documentan todo. Esto se aportó para documentar la relación del régimen de Franco con el régimen nazi. También se aportó la lista de los presos españoles, nuestros clientes, que estuvieron en los campos. Y las fichas de los imputados, cuando entraron de servicio y las órdenes que ellos tenían. En esos informes se recoge la vida en los campos, por ejemplo, cuando un guardián hacía correr a un preso y le disparaba simulando una fuga, le daban siete días de permiso. Hasta ese punto estaba la exactitud de las pruebas que presentamos”.
La Legión Còndor. Atlas de la Guerra Civil Española
Dentro de los actos paralelos de la exposición, se presentó el libro “La Legión Cóndor”, del historiador y máster en Gestión del Patrimonio Histórico-Arqueológico, Jordi Barra, que además del texto se encarga de la abundante e importante documentación cartográfica. El volumen forma parte de la colección “Atlas de la Guerra Civil Española”. No olvidemos que la Legión Cóndor, entre otros objetivos dentro de España, realizaron los bombardeos sobre Barcelona. Entre el 13 de febrero de 1937 y el 29 de enero de 1939, Barcelona sufrió diversos bombardeos navales y aéreos por parte de las fuerzas nazis alemanas y las fascistas italianas, aliadas de Franco. Especialmente los días del 16 al 18 de marzo de 1938, más de 12 ataques espaciados entre 41 horas dejaron caer 44 toneladas de bombas sobre la población civil indefensa. Se calcula que murieron, entre 1937 y 1939, 2.500 personas, entre ellas varios cientos de niños. Como pasara en Guernica, la Legión Cóndor alemana y L’Aviazione Legionaria italiana utilizaron estos objetivos como campo de pruebas. La Asociación Altraitalia interpuso una querella por estos hechos, recogida en la causa general de la Querella Argentina, ante la Audiencia Provincial de Barcelona, ahora, dicha Audiencia, ha remitido un requerimiento al ayuntamiento para que Barcelona se considere como ciudad perjudicada por los bombardeo contra la población civil.
Sinopsis del libro:
La presencia de la Legión Cóndor resultó decisiva en varios frentes como el Norte y la destrucción de Guernica. Además de bombardeos sobre la población civil, la Cóndor participó en muchas batallas entre las que destacan Brunete, Teruel y Ebro. El atlas describe con precisión otros episodios como el puente aéreo sobre el estrecho de Gibraltar, el intento fallido de rescate de José Antonio Primo de Rivera o los ataques en Andalucía.
El apoyo alemán a los sublevados también incluía material logístico, transporte de tropas, suministros, carros de combate y artillería. Con el tiempo se demostró como una de las piezas fundamentales de la victoria de Franco y convirtió España en escenario para la experimentación de armas y tácticas bélicas que se utilizarían en la Segunda Guerra Mundial.
Los mapas son inéditos en su mayoría y cuentan con una introducción histórica, comentarios detallados y cronologías. Otros tomos de la colección son: “La sublevación” y “Las Brigadas Internacionales”.