Gracias Marta
Mónica Oporto. LQSomos. Julio 2014
“Ya no sabemos a quién recurrir, ustedes son nuestra última esperanza”.
Estas palabras, de Marta Moreira de Alconada Aramburu se han inmortalizado, gracias a la tecnología, y serán testimonio de la condena por el genocidio para la memoria de las generaciones futuras.
Marta fue una de aquellas Madres que utilizó un blanco pañal de tela, como el que usó su hijo, y lo convirtió en pañuelo para ponerse en la cabeza como identificación en un reclamo que la hermanó a tantas otras mujeres cuyos hijos fueron desaparecidos durante la dictadura de Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Orlando Ramón Agosti, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri, Reinaldo Benito Bignone…
Sus palabras, su valentía, dejaron en carne viva para la historia, -nuestra historia- una protesta y una exigencia: “Aparición con vida, castigo a los culpables. Con vida los llevaron, con vida los queremos”.
Infinidad de veces vi a esa mujer a la que se le quebraba la voz cuando pedía “¡ayúdennos, ayúdennos!” al periodismo, con una expresión de infinito dolor en sus ojos, pero con un coraje a toda prueba en esos años de plomo.
Infinidad de veces me pregunté su nombre mientras sentía ese dolor, y esas palabras que me emocionaban cada vez que la escena pasaba en la pantalla en mas de un video sobre la época de la represión que hemos utilizado en el aula para que los alumnos tomaran contacto con aquellos hechos terribles.
Alguna vez un alumno preguntó cómo se llamaba aquella mujer. Yo también me había preguntado cuál sería su nombre.
La admiraba por su valor, sentía el sufrimiento que transmitía, sentía el dolor profundo que sus palabras comunicaban cuando se ahogaban su voz quebrada, pero no vencida.
Eso sí: Jamás vencida, porque jamás bajó los brazos en la búsqueda de su hijo, desaparecido durante la dictadura.
Según el testimonio de María Elvira Luis “El que estuvo ahí fue Domingo Alconada Aramburu, lo habían detenido con un grupo de estudiantes ”. (1)
Domingo Roque Alconada Aramburu, de 24 años, fue secuestrado el 22 de diciembre de 1976. Fue visto en la Guardia de Infantería de la ciudad de La Plata en diciembre de 1976. El testimonio citado anteriormente da cuenta de su paso por el centro clandestino de detención denominado vulgarmente por los represores como “la cacha”. ¿Y luego?
Marta jamás dejó de buscar a su hijo, de pensar en reencontrarse con él, de preocuparse por su suerte.
Su lucha, la lucha de todas las Madres, dio sus frutos, ya que sigue todos los días a pesar de que Marta Moreira de Alconoada Aramburú falleció el pasado 15 de junio de 2006.
Ahí supe tu nombre y lloré, porque todos estos años estuviste cerca de mí, te tuve tan presente y acompañé tu dolor y tu lucha con mi lucha cotidiana desde el aula. Y recién ahora supe tu nombre.
Se que no es tarde, que hay que celebrar tu vida, tu lucha y la de tantas otras y otros que la continuarán por vos.
No lograron doblegarte, ni podrán desatar ese pañuelo que decidiste usar desde que se llevaron a tu hijo.
Gracias, Marta.
(1) http://www.nuncamas.org/testimon/luis_maria.htm .Testimonio de María Elvira Luis , ex detenida desaparecida en La Cacha , centro ilegal de detención ubicado detrás de la cárcel de Olmos. La Plata, 24 de marzo de 1999.
(2) Sobre la plaza llueve: Cito de memoria la letra de esta canción de la que no recuerdo el autor, aunque sí recuerdo que la cantaba Silvina Garré.
* Nota escrita en el año 2006